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El nuevo protocolo de Ayuso deja al desnudo una carencia de más de 600 médicos en la atención primaria madrileña

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"Es una auténtica chapuza, una dejación de funciones y una irresponsabilidad". Así de tajante habla Marisa Fernández, enfermera de atención primaria en Madrid y portavoz de CCOO, cuando se le pregunta por el borrador de un nuevo protocolo para regular el funcionamiento de los centros de salud madrileños. Su título, Procedimiento de actuación ante ausencia de médico de familia en centros de salud, ya es toda una declaración de intenciones. El documento, consultado por infoLibre, viene a reconocer que existe un "déficit" de médicos de familia, una problemática que, sin embargo, no resuelve. Serán los enfermeros y enfermeras quienes lo hagan. Gracias a ellos, señala el documento, "se pueden mantener la apertura y la continuidad en los centros de AP [atención primaria] ante la ausencia" de facultativos. No se ponen soluciones, por tanto, a una falta estructural de profesionales que los sindicatos cifran en más de 600.

"El borrador es un despropósito. La Consejería de Sanidad está desvistiendo unos santos para vestir a otros", continúa Fernández, que señala que, por ahora, la enfermería en atención primaria no sufre las condiciones laborales que hace que cada vez más facultativos rechacen este servicio. "Pero ahora nos puede pasar lo mismo", advierte. UGT lo comparte. Según el sindicato, la puesta en marcha de este nuevo protocolo supondría trasladar un "problema" a "otro punto igualmente débil del sistema sin darle" un "respaldo normativo" y "sobrecargar aún más a los médicos de los centros de salud a los que se deriva a los pacientes".

Lo que propone la Comunidad de Madrid consiste en lo siguiente. En caso de que en el centro no haya médicos de familia, se comunicará a la dirección asistencial y la enfermera en cuestión responderá a la situación adecuándola "a la gravedad" de la misma. ¿En qué sentido? En primer lugar, el documento habla de "procesos demorables", aquellos para los que solo se plantea retrasar la cita en el mismo centro. En segundo, en caso de que no pueda ser, la Consejería de Sanidad plantea que las enfermeras sean las que hagan la "valoración del paciente" y que, en caso de que no pueda ser resuelto por ellas, se derivé al enfermo "a un dispositivo cercano" que sí cuente con un médico. "En este caso se derivará al paciente al centro sanitario más cercano, o a aquel centro que se haya determinado por la Dirección Asistencial como centro de referencia", establece el borrador.

Por último, en casos de urgencias o emergencias la "unidad de atención al usuario" solicitará al Summa la "asistencia urgente", comunicará con el "centro más cercano asignado" para pedir la presencia de un médico y la enfermera iniciará "las actuaciones correspondientes para resolver el problema" según "sus competencias y/o protocolos establecidos, hasta que acudan los servicios de urgencia". "La Dirección Asistencial podrá reordenar los efectivos a fin de que se refuerce la plantilla de enfermería si fuera necesario", concluye el protocolo.

A juicio de UGT, el departamento de Enrique Ruiz Escudero "parece obviar que los profesionales de las distintas categorías tienen competencias diferentes, por lo que difícilmente y sólo en temas puntuales la actuación de unos puede sustituir o paliar la ausencia de otros". Además, "si los profesionales sobre los que recae la tarea añadida no se refuerzan convenientemente", algo que se deja a criterio de cada centro, "tendrán que dejar de hacer sus competencias propias para asumir las de otros profesionales".

"En Amyts vemos y sabemos desde hace mucho tiempo que la Gerencia de Atención Primaria no está dispuesta a acabar con el maltrato a facultativos", añade la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid. El protocolo es, denuncian, "una piedra más para acabar con la atención primaria", un servicio ya estructuralmente deficitario.

Falta de médicos, jubilaciones y cierre de SUAP

Faltan profesionales y no se encuentran nuevos porque las condiciones laborales son, como han denunciado los sanitarios y los sindicatos en numerosas ocasiones, muy precarias. Según la estimación de CCOO, faltan 600 médicos de familia y pediatras en toda la Comunidad, una cifra que desde Amyts aumentan a 750 –600 médicos y 150 pediatras—. A eso se suma, además, que esta última organización cifra en 1.250 el número de profesionales sanitarios que se jubilarán en los próximos cinco años.

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Por eso, por la falta de personal, además de la precaria financiación, los sindicatos CCOO, UGT, Amyts, Satse y CSIT rechazaron en octubre del año pasado el borrador del Plan Integral de Mejora de la Atención Primaria planteado por la Comunidad de Madrid. A juicio de las organizaciones, el plan era "insuficiente" porque las "necesidades" eran "muy superiores" a las planteadas desde el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. "Si esta inversión no se hace, si la situación no se revierte, el modelo de atención primaria está abocado a ser inviable: no habrá médicos que lo puedan sostener", señaló Amyts entonces.

Con este nuevo protocolo, lo ven más cerca. Más después de conocerse que los 203 trabajadores del Summa que habían sido enviados al Wizink Center a ejercer labores de vacunación serán trasladados al Hospital Enfermera Isabel Zendal en lugar de regresar a los SUAP (las urgencias de los centros de salud) en los que trabajaban antes de que la pandemia los cerrase en marzo de 2020. "Los SUAP continúan cerrados y el 'magnífico' personal que trabajaba en estos servicios sanitarios sigue siendo claramente 'maltratado' por parte de la Administración", denunció el sindicato CCOO al conocer la noticia.

En mayo de 2020, fuentes de la Gerencia del Summa 112 aseguraban a infoLibre que se estaban "haciendo planificaciones" para reabrir los 37 SUAP, aunque no se atrevían a dar fechas. El pasado mes de mayo, más de dos años después, Ayuso aseguró que la Comunidad de Madrid ya había puesto en marcha una estrategia para abrir "dentro de muy poco" los servicios. "Los madrileños no van a tener una atención peor porque muchos de ellos van a reabrir dentro de poco. Y es en lo que estamos, trabajando en un programa para la atención primaria", aseguró. Pero tampoco dio fechas.

"Es una auténtica chapuza, una dejación de funciones y una irresponsabilidad". Así de tajante habla Marisa Fernández, enfermera de atención primaria en Madrid y portavoz de CCOO, cuando se le pregunta por el borrador de un nuevo protocolo para regular el funcionamiento de los centros de salud madrileños. Su título, Procedimiento de actuación ante ausencia de médico de familia en centros de salud, ya es toda una declaración de intenciones. El documento, consultado por infoLibre, viene a reconocer que existe un "déficit" de médicos de familia, una problemática que, sin embargo, no resuelve. Serán los enfermeros y enfermeras quienes lo hagan. Gracias a ellos, señala el documento, "se pueden mantener la apertura y la continuidad en los centros de AP [atención primaria] ante la ausencia" de facultativos. No se ponen soluciones, por tanto, a una falta estructural de profesionales que los sindicatos cifran en más de 600.

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