¿Qué ocurre con el Nolotil?

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La noticia saltó el pasado miércoles 30 de octubre. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, prohibía la prescripción de Nolotil a la "población flotante". En la práctica, a turistas. Lo hacía, explicaron a través de un comunicado, después de revisar "los casos de agranulocitosis notificados en el Sistema Español de Farmacovigilancia" que, especialmente, afectaba a pacientes británicos.

El periódico The Times publicaba este domingo, precisamente, ese titular: El analgésico español Nolotil, prohibido para los británicos. A pesar de que la notificación de la AEMPS iba dirigida a todos los turistas, fueron ellos los que se dieron especialmente por aludidos.

Cristina García del Campo, traductora médica, inició una investigación en Alicante –una provincia con un porcentaje muy elevado de población británica– después de observar que varios pacientes extranjeros habían fallecido después de sufrir una infección. Y descubrió algo llamativo: todos habían tomado previamente Nolotil. Según explicó ella misma a El Español, tiene contabilizadas, al menos, diez muertes, todas ellas de pacientes británicos porque, según aseguró, no toleran el medicamento.

¿Es esto cierto? ¿Qué provoca el Nolotil? ¿Puede afectar a los pacientes españoles? ¿Hay motivo para la alerta? Expertos consultados por infoLibre tratan de contestar a estas cuestiones. 

1. ¿Qué es el Nolotil?

El Nolotil es un medicamento analgésico –calma el dolor–, antipirético –actúa contra la fiebre– y espasmolítico –es útil para los cólicos–. Lleva décadas comercializándose con este nombre, aunque su principio activo se llama metamizol

La creencia más extendida es que es un medicamento similar al ibuprofeno (que es un antiinflamatorio), pero no es así, según explica la farmacéutica Marián García en su blog.  

¿Por qué se puede llegar a asociar el Nolotil con una muerte?

Técnicamente hablando, una muerte no puede relacionarse directamente con el Nolotil. Ni siquiera la de estos diez británicos. Es decir, su ingesta no provoca directamente el fallecimiento de una persona. Lo que sí puede llegar a causarla es la agranulocitosis, el efecto más grave que puede llegar a tener el metamizol, el componente activo del Nolotil, que puede afectar a uno de cada 10.000 pacientes.

¿Qué es exactamente la agranulocitosis? Según explica Iván Espada, farmacéutico perteneciente al Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, se trata de un efecto adverso que puede tener el medicamento y que consiste en la disminución de los granulocitos, unos glóbulos blancos de la sangre que pueden llegar incluso a desaparecer, haciendo que las defensas del paciente se vean notablemente reducidas.

"Al producirse esto, una simple infección puede llegar a matar", afirma Espada. Lo compara con el sida. El virus, en sí mismo, rara vez mata. Sin embargo, como afecta directamente al sistema inmunológico –es decir, a las defensas–, sí puede darse la situación de que una infección grave no pueda ser curada con ningún remedio. 

No obstante, a pesar de que no pueda relacionarse directamente la muerte de los diez británicos con la toma del Nolotil, la AEMPS sí afirma que "la información de los casos [de agranulocitosis] notificados en España indica que su número se ha incrementado en los últimos años de forma paralela al aumento del consumo de este analgésico". 

3. ¿Se desconocía este efecto adverso que puede aparecer tras tomar el medicamento?

No. La AEMPS conoce desde la década de los años 70, según García, que el metamizol tiene como efecto adverso la posible aparición de la agranulocitosis. Por este motivo, siempre ha recomendado, y así lo repitió en el comunicado que hizo público el pasado miércoles, que los medicamentos que lo contienen estén sujetos a prescripción médica. Es decir, no pueden venderse sin una receta elaborada por un facultativo. 

Este efecto viene indicado, de hecho, en el prospecto del producto. Pero el problema es que, como es un producto tan común, la mayoría de los pacientes no lo consulta. "La gente se preocupa de los efectos de medicamentos que no conoce. En el momento que llegan a medicamentos conocidos por todos y que son habituales la percepción del riesgo disminuye", explica Espada. 

4. ¿Es cierto que afecta más a las personas procedentes del norte de Europa?

Tal y como recuerda Daniel Reyes, miembro del grupo de Dolor de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria, el metamizol está prohibido en países como Reino Unido y Estados Unidos, pero permitido en muchos otros como España o Israel. No obstante, que estén prohibidos o no no tiene que ver con que sus ciudadanos sean más propensos a contraer la agranulocitosis. Ni mucho menos. 

"Puede aparecer en un paciente español, británico, chino o lituano", asegura Espada. Es decir, la toma de Nolotil –o metamizol– no afecta más o menos dependiendo de la nacionalidad. "Hay un estudio que parece apuntar que pacientes del norte de Europa tienen más riesgo, pero no hay datos que permitan afirmar que este riesgo es real, ni tampoco datos que permitan asegurar lo contrario", aclara.

Reyes suscribe estas palabras, al igual que la AEMPS. "Aunque se ha discutido desde hace años sobre una mayor susceptibilidad para la agranulocitosis en la población del norte de Europa y se han estudiado ciertos factores genéticos, con la información disponible no se puede ni descartar ni confirmar un mayor riesgo en poblaciones con características étnicas específicas", asegura la agencia. 

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Tanto Reyes como Espada insisten en que no. No estamos ante ningún problema de salud pública porque si el metamizol fuera peligroso no estaría en el mercado, recalca Espada. De hecho, su uso se ha duplicado en nuestro país. Según los datos que maneja la AEMPS, en 2017 se dispensaron 22,8 millones de envases, mientras que en 2013 la cifra era de 14,6 millones. 

Por tanto, el Nolotil no tiene ningún peligro desconocido. El efecto de la agranulocitosis ya se conocía y es muy raro que aparezca. Pero eso sí, si en algo coinciden la AEMPS, Espada y Reyes es en que los pacientes y los médicos tienen que tener ciertas precauciones

En primer lugar, nunca recurrir al autodiagnóstico ni a la automedicación, puesto que el Nolotil es un medicamento sujeto a prescripción médica. Además, deben ser administrados durante un periodo de tiempo de no más de siete días y en las dosis mínimas eficaces. Si es necesario un tratamiento más prolongado, los pacientes deberán someterse a controles hematológicos periódicos –por eso Sanidad ha prohibido que se administren a turistas, porque su movilidad lo hace imposible, según explica Reyes–. Además, tampoco debe vigilarse la posible aparición de efectos adversos y adoptar especial precaución en caso de pacientes de edad avanzada.

La noticia saltó el pasado miércoles 30 de octubre. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, prohibía la prescripción de Nolotil a la "población flotante". En la práctica, a turistas. Lo hacía, explicaron a través de un comunicado, después de revisar "los casos de agranulocitosis notificados en el Sistema Español de Farmacovigilancia" que, especialmente, afectaba a pacientes británicos.

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