Unión, Progreso y Democracia (UPyD) celebra este fin de semana su segundo congreso nacional. Aupada por las buenas perspectivas que registra en las encuestas, la formación afronta la cita con el deseo de convertirse en determinante. Y su líder, Rosa Díez, acude al cónclave con la tranquilidad de una segura reelección: ningún otro afiliado le disputará la presidencia del Consejo de Dirección. Su candidatura la completan 16 hombres y 4 mujeres, que en su mayoría ya forman parte del Consejo.
En la jornada del viernes, los congresistas aprobaron el informe de gestión de la dirección con una votación a la búlgara (un solo voto en contra, 21 abstenciones y 400 a favor). La crítica más llamativa ha sido por el escaso número de afiliados. UPyD contaba con 5.974 afiliados en septiembre de 2009 y 6.165 el mismo mes de este año, sólo 191 más. Rosa Díez ha justificado estas cifras porque el partido expulsa a sus militantes cuando llevan seis meses sin pagar.
La consigna común es sentar las bases para consolidar el ascenso de UPyD en las urnas en un momento en el que, según el diagnóstico del partido, se ha constatado la incapacidad de los partidos tradicionales de estar a la altura durante la crisis y se han desinflado movimientos como el 15-M. A este respecto, la organización sostiene que la deriva "hacia el anticapitalismo" y las "posiciones antisistema" de los indignados, y los intentos de "la arcaica izquierda comunista refugiada en Izquierda Unida" por controlar el movimiento, arrinconaron a los indignados en una posición "marginal".
UPyD ve así una oportunidad de oro para capitalizar el descontento desde una posición que define como "inequívocamente nacional", "laica", "progresista" y "transversal", aunque siempre con un carácter netamente institucional que descarta la deriva hacia nuevas fórmulas –citan como ejemplo el Partido Pirata o el Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo en Italia– que, aseguran, "confunden el empleo de internet con el ejercicio de la democracia".
La ponencia política, además de reafirmar el tradicional discurso centralista de la formación, es una mezcla de medidas de diverso origen ideológico. Estas son las principales propuestas de la ponencia, que será debatida y enmendada durante la jornada del sábado:
Modelo de Estado
“Estado federal cooperativo”. Es el nombre que da UPyD a su fórmula. En síntesis, supone recuperar competencias para el Estado, de tal forma que sea el legislador único en materia de defensa, seguridad, fiscalidad, educación, sanidad, justicia y políticas de empleo, aunque de este listado las cuatro últimas competencias se gestionarían a nivel autonómico. A las comunidades les quedaría la potestad de regular capítulos tales como tasas autonómicas, industria y cultura, y la administración local sería la responsable de las políticas de servicios sociales y vivienda.
En segundo lugar, se propone la fusión de ayuntamientos en dos fases: primero, la unión de las localidades de hasta 5.000 habitantes; después, la de los municipios de menos de 20.000. Según UPyD, en España no debería haber más de un millar de consistorios frente a los más de 8.000 actuales. La operación de concentración, dice el texto, reportaría un ahorro total de 16.142 millones de euros, aunque no se concreta cómo se ha realizado el cálculo ni cómo se llega a esa cifra.
Finalmente, la formación esquiva el debate entre monarquía y república, aunque pide desarrollar el título segundo de la Constitución, referido a la corona. Ante el creciente descontento social con la institución monárquica, el documento se limita a constatar que “las acusaciones de corrupción afectan a la propia Casa Real, abriendo el debate sobre la posible opción futura”, y advierte: “Si la Corona no adopta la ejemplaridad que se le exige, comprometerá su futuro en el proceso de reforma constitucional”.
Reforma electoral
Una de las reivindicaciones clásicas del partido de Rosa Díez sigue presente en el segundo cónclave de la formación: eliminar la circunscripción provincial y convertir a las autonomías en el nuevo marco para la elección de los diputados. O, como alternativa, establecer un cupo de representantes que se elijan dependiendo del número de votos a nivel nacional. Todo, con el fin de lograr una mayor correspondencia entre número de votos y número de escaños.
En el Senado, el planteamiento es de disyuntiva: reforma o cierre. Según UPyD, para que mantener la Cámara alta tenga sentido debe convertirse en un espacio para el debate de políticas territoriales que permita a la Cámara baja centrarse en aspectos de política nacional.
JUSTICIA
UPyD critica en la ponencia la politización de la Justicia y propone dos reformas para limitar la influencia de los partidos en las instituciones del mundo judicial. En el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), jueces y magistrados elegirían mediante sufragio directo y secreto a 12 de los 20 miembros. Los restantes serían nombrados a partes iguales por Congreso y Senado.
En el Tribunal Constitucional, se propone ampliar de 12 a 15 el número de magistrados. Esos tres nuevos asientos serían ocupados por jueces elegidos por el CGPJ. Además, y tras la polémica con Francisco Pérez de los Cobos, UPyD propone establecer la incompatibilidad entre la afiliación a un partido en la útima legislatura y la pertenencia al Constitucional.
ECONOMÍA, TRABAJO Y pensiones
Parte de las propuestas en este ámbito se inspiran en el ideario de la patronal. Aparecen así elementos como el contrato único con indemnización creciente por despido o una reforma de la negociación colectiva, al entender que es necesaria "mayor flexibilidad" y una mayor adaptación a "la situación individual de cada empresa". En materia de pensiones, la propuesta es favorecer la prolongación voluntaria de la vida laboral y facilitar las aportaciones a fondos de pensiones privados.
En el otro lado de la balanza, se propone de una Renta Activa de Inserción que se extienda a todos los menores de 45 años. Una vez más, eso sí, se dejan al margen cifras concretas. También se defiende la dación en pago bajo el nombre de "segunda oportunidad". En la práctica, esto supone que en los casos de impago hipotecario las familias sólo respondan a las deudas hasta donde su patrimonio alcance. Más allá, quedan libres de asumir cargas futuras.
Sanidad y Educación
UPyD asegura que el gasto social es "insuficiente" en la actualidad y propone elevarlo. En materia sanitaria, se rechaza la privatización sanitaria: "La gestión privada no ha podido demostrar ser más eficaz ni más barata que la pública y ha funcionado como un foco de corrupción y puerta giratoria".
En educación se apuesta por dejar fuera del currículo la religión: el itinerario formativo, se asegura, "no debe contener asignaturas confesionales ni contenidos orientados al adoctrinamiento religioso".
Violencia de género
La ponencia asegura que la actual Ley de Violencia de Género es discriminatoria para con los hombres, Hay que "superar la guerra de sexos implantada", asegura. El partido de Rosa Díez considera necesario eliminar "la discriminación por sexo en el trato punitivo a los agresores" y establecer como preferente en caso de seperación la custodia compartida.
Aborto
Ver másRosa Díez, reelegida líder de UPyD con el 93% de los votos
Se propone una nueva reforma de la ley del aborto que eleve a los 18 años la edad mínima para la interrupción del embarazo. Establecer la barrera a los 16 años, dice el documento, "sólo tendría sentido en el marco de una mayoría de edad legal a todos los efectos" a esa edad. Además, se propugna una despenalización generalizada y una ley de plazos que permita el aborto libre más allá de las actuales 14 semanas, aunque no se proponen tiempos concretos.
Política exterior
En materia de acción exterior, tres son las principales propuestas: lograr que España alcance en el G20 el estatus de miembro de pleno derecho, el reconocimiento de la República Árabe Saharahui Democrática y la soberanía española sobre Gibraltar. Este último objetivo, se asegura, es de carácter "irrenunciable".
Unión, Progreso y Democracia (UPyD) celebra este fin de semana su segundo congreso nacional. Aupada por las buenas perspectivas que registra en las encuestas, la formación afronta la cita con el deseo de convertirse en determinante. Y su líder, Rosa Díez, acude al cónclave con la tranquilidad de una segura reelección: ningún otro afiliado le disputará la presidencia del Consejo de Dirección. Su candidatura la completan 16 hombres y 4 mujeres, que en su mayoría ya forman parte del Consejo.