“Óscar en estado puro”. Un diputado socialista se relame en el patio del Congreso. Absoluta euforia. Y es que nadie lo esperaba. Una auténtica sorpresa. Pero Óscar Puente fue el as en la manga que se guardaba Pedro Sánchez en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo. Una estrategia sorpresa que se llevó por delante el protagonismo del candidato del PP.
Silencio absoluto hasta las 15.30 horas de este martes. En Moncloa y en Ferraz no abrían la boca. Toda la prensa y la bancada del PP esperaban al presidente del Gobierno para responder al líder del PP en la sesión de investidura. Pero un grupo de personas, que se pueden contar con los dedos de una mano, sabía que eso no pasaría. Se había preparado con discreción y con esmero.
Puente volvía por la puerta grande a la primera línea política. Un político sin pelos en la lengua, una fábrica de titulares, el dirigente socialista que lleva la ironía hasta el extremo. Alguien que se atreve a decir lo que muchos piensan en el PSOE pero no verbalizan. Los que conocen a Sánchez en el PSOE aseguran que siempre sabe la tecla que tocar. Y tocaba recuperar a Puente.
De los orígenes del sanchismo
Fue uno de los principales pilares de lo que se conoce como el sanchismo. Un dirigente que siempre estuvo junto al presidente del Gobierno, en las duras y en las maduras. No dudó nunca en apoyarlo y fue uno de los máximos azotes contra el establishment y Susana Díaz.
Y es que, además, su lucha siempre tuvo el simbolismo y el galón de haber sido el socialista que logró cambiar el signo político de Valladolid en 2015. Con otro punto en su currículum: un firme defensor de llegar a pactos con la órbita de Podemos, algo que costó mucho entre ciertos sectores del socialismo. Un mandato que llegó hasta el 28 de mayo de este año. Él mismo esperaba seguir, todo un palo en su carrera. Se quedaba sin ver su sueño hecho realidad: la gala de los Goya que consiguió para que su ciudad los celebre el año que viene.
Pero ahí estaba precisamente el espejo que necesitaba Pedro Sánchez este martes. “De ganador a ganador”, como espetó Puente a Núñez Feijóo. Ferraz quería poner al expresidente de la Xunta ante su contradicción: el socialista ganó en las elecciones de mayo pero no logró conservar la Alcaldía en virtud de un pacto del Partido Popular con la ultraderecha.
El retorno tras la distancia con Sánchez
Sánchez quiso incluirlo en la lista para el 23 de julio después del shock de mayo. Una nueva etapa. Y una reconciliación después de unos años alejados. Óscar Puente estaba en su núcleo duro tras las primarias. Una vez recuperado Ferraz en 2017, le nombró como su flamante portavoz. Pero las ruedas de prensa no salieron como el líder anhelaba, el político derrapaba a veces. No funcionó para lo que el secretario general quería.
Su carrera política nacional no brilló entonces, cogiendo las riendas principalmente como voz en el partido Carmen Calvo hasta la moción de censura. Sus actos se diluyeron en Madrid y su presencia en la sala de prensa de Ferraz desapareció, a pesar de que el cargo oficialmente seguía existiendo. Formalmente fue sustituido en el congreso de Valencia en 2021 por Felipe Sicilia (que tampoco duró mucho en el cargo).
A Óscar Puente le han perseguido polémicas con muchas de sus declaraciones. Ya cuando llegó al puesto de portavoz tuvo que borrar más de 50.000 tuits. En las redes sociales se han enzarzado con periodistas o ha llamado “mierda” a Toni Cantó. A los susanistas les dedicó esta frase: “Ahora en el PSOE estamos con el culo en pompa hacia la derecha”.
Todo vuelve al final. Y el político emergió de nuevo este martes en la sesión de investidura de Feijóo desde la quinta fila. A la tribuna directo para sorpresa de todos para hablarle de “ganador a ganador” al líder del PP, al que descolocó totalmente. Su discurso fue desde la “Fariña” del PP de Galicia hasta los gritos de “Ayuso” durante la noche electoral en Génova 13. Con su propio toque. Muy personal. Reconocible. Como él mismo confesó en mayo en una entrevista en infoLibre: "Cuando deje la política, me reinventaré, quizás algo en comunicación o el show business".
"Objetivo cumplido"
El discurso dejó fuera de juego a Núñez Feijóo, que esperaba a Sánchez y en un primer momento no supo reaccionar. Se dio la circunstancia, de hecho, que replicó otra vez a Puente cuando tocaba el turno de Vox. Lo fue digiriendo poco a poco. Y en La Moncloa y en Ferraz, absoluta satisfacción. “Objetivo cumplido”, confiesan fuentes del círculo del presidente en funciones.
“Decidimos que fuera Óscar con tiempo suficiente para que saliera bien”, explican en La Moncloa, donde rechazan, como denuncian en el PP, que Puente haya insultado a Feijóo: “Lo que ha dicho son verdades. Y la verdades duelen”. Además, niegan que se haya roto la institucionalidad con la decisión de que no hablara el presidente del Gobierno. A su juicio: “Nunca ha sido una investidura de verdad. No lo ha sido en el planteamiento, no han tenido nunca los números. No han hecho nada, sólo una manifestación el domingo”. Asimismo, este golpe de efecto ha servido, como reconocen las fuentes, para que no todo girara sobre una posible ley de amnistía.
Sánchez sabía que era un golpe sorpresa, pero no se la quería jugar. Por eso el perfil de Óscar Puente se ajustaba a lo que buscaban: “Dureza, pero con capacidad dialéctica”, subrayan fuentes socialistas. Para los diputados del PSOE el verdadero insulto vino de los ofendidos parlamentarios populares, que se levantaron para gritarle “cobarde, cobarde” al presidente del Gobierno.
El móvil más solicitado de España
Y los móviles de los socialistas reventaron durante todo el día. El propio Puente no dejaba de recibir mensajes de apoyo (tuvo que cargarlo todo el rato desde su escaño). Algo que confesaban a la vez muchos de los parlamentarios: “Me han escrito muchos compañeros a los que les pasó como a Óscar, que se han sentido representados. Hacía mucho tiempo que no pasaba esto”. Un diputado lanzaba así su sensación: “Feijóo ha tenido lo que merecía. Esta gente sabe dar leña, pero no recibirla. Puente es un pitbull, pero no ha insultado a nadie, ha dicho verdades”.
Puente vuelve por esa puerta grande a la política nacional en un momento muy complicado y poniendo letra a lo que muchos piensan en el PSOE. Los socialistas, como reconocen fuentes del partido, saben que sale del Congreso un PP “colérico”, un ensayo de lo que puede ser la legislatura. En la bancada, el exalcalde de Valladolid comentó mucho la jugada con los parlamentarios de su comunidad que estaban sentados a su lado: Ander Gil, David Serrada y Manuel Arribas.
El diputado se erige una vez más como uno de los rostros del sanchismo más puro, el que este martes quería retratar y arrinconar a Feijóo. Ponerle voz a la imagen de una investidura que no saldrá. Y, además, hacer vibrar a sus compañeros, que saben que llegan también momentos duros con la negociación con el independentismo y que tendrán que hacer mucha pedagogía si se materializa esa amnistía. Pero hoy las palabras eran para cerrar filas y desquiciar al candidato del PP. Lo logró.
“Óscar en estado puro”. Un diputado socialista se relame en el patio del Congreso. Absoluta euforia. Y es que nadie lo esperaba. Una auténtica sorpresa. Pero Óscar Puente fue el as en la manga que se guardaba Pedro Sánchez en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo. Una estrategia sorpresa que se llevó por delante el protagonismo del candidato del PP.