En términos deportivos, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, se pone por delante en el marcador de la batalla por Madrid que se libra en el Partido Popular al conseguir que la Comunidad dé marcha atrás en sus planes de colocar una pantalla gigante en la Puerta del Sol para el Atlético-Real Madrid del 24 de mayo. Esta fue una de las noticias que marcó este jueves la celebración de la festividad de San Isidro, patrón de la ciudad de Madrid. Una jornada dominada también por las protestas a las que tuvieron que enfrentarse los políticos asistentes al acto central en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid. La alcaldesa, Ana Botella; la delegada del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón fueron recibidos por un grupo de unos 50 activistas antidesahucios que protestaban por las políticas de vivienda del Ejecutivo.
Fue a su llegada al Palacio de Cibeles cuando el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, anunció que desistía de sus planes de ubicar una pantalla de televisión gigante en la Puerta del Sol para que los madrileños pudiesen seguir la final de la Champions entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid que se celebra el 24 de mayo en Lisboa. Esta decisión había sido anunciada el pasado jueves. Y se cayó de los planes del Gobierno regional después de comprobar que la delegación del Gobierno, en manos de Cristina Cifuentes, no veía con buenos ojos concentrar a dos aficiones en el mismo sitio y en un contexto de tanta rivalidad. En un contexto de máxima rivalidad en el PP de Madrid de cara a las candidaturas para las municipales y autonómicas del año que viene, puertas adentro del partido esta marcha atrás fue interpretada como una victoria de la delegada del Gobierno, que figura en todas las quinielas para ocupar un puesto en las listas. Ella, no obstante se desmarca y subraya siempre que se le pregunta que su máxima aspiración es acabar la legislación como la empezó.
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Para los aguirristas, los fieles a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, el escenario ideal para 2015 sería un tándem integrado por González como cabeza a la Comunidad y Esperanza Aguirre como cabeza al Ayuntamiento. Un escenario que deja fuera a la alcaldesa Ana Botella y a Cifuentes, favorita para muchos en el PP y que, según las fuentes consultadas contaría con el respaldo de la vicepresidenta del Gobierno.
Pese a que la decisión ya está tomada y no habrá pantalla, Cifuentes intentó desvincularse de la polémica explicando que no es a ella, en última instancia, a quien le corresponde la decisión, sino a la Junta Electoral. Eso es precisamente lo que se contestaba a la Comunidad desde la Delegación del Gobierno cuando hace una semana González solicitó a Cifuentes, por escrito, permiso para la convocatoria. Una decisión que en la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, no comparten. "¿Qué pinta la Junta Electoral en un acto que no es electoral, máxime cuando transcurre durante la jornada de reflexión?", se preguntan desde el equipo de González.
Para cerrar el círculo, en la Comunidad aseguran que la Junta Electoral no pondría ninguna pega porque así se lo han trasladado en una conversación electoral. Pero no habrá cambios. La marcha atrás parece definitivo. "No podemos dar luz verde a algo que la Delegación del Gobierno no comparte porque ante cualquier problema la máxima responsabilidad recaería sobre nosotros", reflexionan en Sol.
En términos deportivos, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, se pone por delante en el marcador de la batalla por Madrid que se libra en el Partido Popular al conseguir que la Comunidad dé marcha atrás en sus planes de colocar una pantalla gigante en la Puerta del Sol para el Atlético-Real Madrid del 24 de mayo. Esta fue una de las noticias que marcó este jueves la celebración de la festividad de San Isidro, patrón de la ciudad de Madrid. Una jornada dominada también por las protestas a las que tuvieron que enfrentarse los políticos asistentes al acto central en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid. La alcaldesa, Ana Botella; la delegada del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón fueron recibidos por un grupo de unos 50 activistas antidesahucios que protestaban por las políticas de vivienda del Ejecutivo.