"Parece evidente reparar en que nuestro sistema de primarais es, de lejos, el más democrático de las fuerzas con posibilidades de gobernar". La afirmación pertenece al secretario general de Podemos en Aragón, Pablo Echenique, que este viernes presentó a los candidatos que integrarán las listas de Podemos en las próximas elecciones generales y a su candidato a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias. Pero ésta no es una afirmación aislada: prácticamente todos los partidos que hacen primarias en España han presumido, una u otra vez, de que sus mecanismos son mejores que los de sus adversarios.
No hay que irse muy lejos para encontrar un ejemplo claro. El pasado enero, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, aseguraba irónicamente que podía "dar una clase resumida" a Podemos "de cómo se democratiza un partido hasta sus últimas consecuencias", y afirmaba que "el partido más democrático de España" era el socialista. Lo mismo que sostuvo, curiosamente, el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, que hace apenas unos días señalaba que su formación tiene procesos "más democráticos" que la de Iglesias. Pero, con los reglamentos encima de la mesa, ¿qué primarias ofrecen más opciones al elector?
¿Qué se elige?
No todos los partidos que celebran primarias para las elecciones generales dan la opción de escoger candidatos para los mismos puestos. La mayor parte de estas formaciones sólo eligen a su candidato a la Presidencia del Gobierno, aunque algunas también se abren a que la configuración de sus listas se haga a través de procesos de elección, normalmente diferenciados a los del cabeza de lista.
Este último es el caso de Podemos, que en las primarias que ha celebrado durante este mes de julio planteó tres procesos de elección diferenciados: uno para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, otro para escoger los integrantes de las diferentes listas al Congreso de los Diputados y un tercero para proclamar a los candidatos al Senado en cada una de las comunidades autónomas. Cualquier militante puede presentarse, y para afiliarse sólo tiene que inscribirse en la web del partido.
Por su parte, PSOE, IU, UPyD y Ciudadanos no escogen sus listas a las Cortes Generales por primarias, sino que se limitan a escoger a su candidato a presidir el Gobierno. Las diferencias vienen a la hora de circunscribir a las personas con derecho al sufragio pasivo. En el caso de IU, pudo presentarse al proceso cualquier militante o simpatizante de la formación, lo mismo que ocurrió en el caso de Equo –donde hace unas semanas uno de sus coportavoces, Juan López de Uralde, fue elegido candidato–, que además promoverá próximamente primarias a nivel provincial para escoger a los integrantes de sus listas en cada circunscripción.
El reglamento del PSOE, por contra, sólo permitió presentarse a los militantes socialistas a las primarias que ganó Pedro Sánchez sin oposición, lo mismo que ocurrió en Ciudadanos con el proceso en el que sólo el presidente del partido, Albert Rivera, obtuvo los avales necesarios y fue proclamado candidato. El reglamento de UPyD, por su parte, establece que "tendrán la condición de elegibles, y podrán presentarse como candidatos a las primarias, los afiliados del partido de alta", si bien abre la puerta a que sean elegibles "los candidatos no afiliados a UPyD propuestos por el Consejo de Dirección".
¿Quién lo elige?
También existen diferencias entre los partidos que celebran primarias a la hora de establecer la amplitud de su censo de electores. Todos ellos exigen que el ciudadano interesado en votar se registre, de alguna manera, en el partido, aunque hay divergencias palpables entre unos y otros. Los procesos más abiertos son los de Equo y el PSOE, donde cualquier ciudadano está facultado a participar aunque no cuente con la condición de afiliado ni simpatizante. En el reglamento de IU estaba previsto que los electores fuesen afiliados y simpatizantes, lo mismo que establecen los estatutos de UPyD, si bien en el caso de la federación finalmente no hubo votación al ser Alberto Garzón el único candidato que recogió los avales.
Los reglamentos de Podemos y Ciudadanos, por contra, sólo permitían votar a los militantes del partido, aunque la facilidad para conseguir esta condición difiere claramente entre uno y otro partido: en la formación liderada por Pablo Iglesias , el ciudadano tan sólo tiene que inscribirse con sus datos personales y un número de teléfono en la página web, mientras que en el partido de Albert Rivera la aportación mínima mensual es de diez euros y el proceso de afiliación es más lento.
¿Qué avales son necesarios?
El de los avales es un tema espinoso, ya que precisamente la exigencia de alcanzar un mínimo de apoyos para presentarse a las primarias ha provocado que en los procesos de elección del PSOE, IU y Ciudadanos los candidatos Pedro Sánchez, Alberto Garzón y Albert Rivera, respectivamente, no hayan tenido rivales y, por tanto, no se hayan llevado a cabo votaciones. En este sentido, los más exigentes fueron los socialistas, que solicitaban que sus precandidatos consiguiesen el aval de un mínimo del 5% de la militancia –en torno a 9.700 afiliados–, mientras que IU pedía al menos un 3% y Ciudadanos permitía presentar las candidaturas si las apoyaban el 2% de sus militantes.
Según sostienen los estatutos de Equo, sólo quienes se presenten a sus primarias con la condición de simpatizantes necesitarán un aval, en este caso el de "la asamblea del grupo territorial al que se encuentren adscritos". Los afiliados están libres de cualquier tipo de aval. En Podemos, el apoyo necesario es mínimo: tan sólo tiene que expresarlo un círculo del partido o uno de sus órganos electos. Pero es UPyD quien menos trabas pone, ya que sus afiliados no necesitan ningún tipo de apoyo de personas u órganos para concurrir como candidatos.
¿Cómo son las listas?
Uno de los grandes caballos de batalla en los procesos electorales es su modelo de candidaturas. Existen, fundamentalmente, tres: listas cerradas, listas desbloqueadas y listas abiertas. El primero de ellos es el que ofrece al elector sólo la posibilidad de escoger las candidaturas en el orden preestablecido; con el segundo, el elector puede cambiar este orden o incluso tachar nombres de la lista. El menos restrictivo es el de listas abiertas, que permite escoger candidatos de varias listas diferentes.
Como los reglamentos de Ciudadanos, UPyD, IU y PSOE sólo permiten escoger al candidato a la Presidencia del Gobierno, el elector sólo puede escoger entre los nombres de los aspirantes que hayan podido superar la primera criba de los avales, en el caso de que los haya. Equo, por su parte, promoverá en sus procesos a nivel provincial para elegir las candidaturas al Congreso el modelo de listas desbloqueadas, y además no permitirá la opción de seleccionar con un sólo clic una candidatura completa –un método conocido como lista plancha–.
En el caso de Podemos, que también ha realizado procesos para escoger los integrantes de las listas al Senado y el Congreso de los Diputados, se ha utilizado igualmente el modelo desbloqueado, por lo que el elector tuvo la posibilidad de escoger los candidatos que desease, incluso de listas diferentes. No obstante, el partido ha reservado huecos –no ha especificado cuántos– para integrar a militantes de otras fuerzas con las que es previsible que lleguen a acuerdos preelectorales, como ICV en Cataluña.
Podemos ofreció la opción de seleccionar una lista planchaplancha, lo que generó importantes críticas entre algunos sectores, que sostenían que con este sistema las listas que no partiesen como favoritas lo iban a tener mucho más complicado para obtener puestos de relevancia en la candidatura final. En este sentido, los 65 miembros del equipo que se presentó junto a Pablo Iglesias coparon los 65 primeros puestos de la lista al Congreso de los Diputados, lo que les permitirá elegir, comenzando por el más votado, la circunscripción por la que desean presentarse.
Circunscripción
Iglesias ya es candidato a la Moncloa y su lista copa 65 de los 65 primeros puestos para las generales
Y es que, precisamente, el método de Podemos para elaborar las listas de cada una de las circunscripciones electorales –que para las elecciones generales coinciden con las 50 provincias– fue otro elemento que generó una gran polémica entre sus bases. El reglamento establece que los afiliados eligen una lista única y, posteriormente, sus integrantes escogen según el número de votos recibidos la circunscripción y el puesto por el que se presentarán, lo que para los críticos supone la posibilidad de que candidatos sin vinculación con un territorio acaben presentándose por él si ofrece mayores opciones de obtener un escaño.
Para evitarlo, el reglamento de primarias de Podemos establece que "en caso de graves desproporciones en términos de vínculos territoriales de los electos de una papeleta con el territorio respectivo, la Comisión Electoral podrá adoptar medidas correctivas en favor del principio de filiación territorial". Esta comisión, encargada de coordinar el proceso de primarias, ha sido elegida directamente por Pablo Iglesias.
Las primarias por las que Equo elegirá sus listas para las elecciones generales, por contra, son de circunscripción provincial, por lo que los afiliados, simpatizantes y ciudadanos que voten podrán escoger directamente los nombres que irán en la papeleta de su zona. Por su parte, IU, PSOE, UPyD y Ciudadanos, al escoger tan sólo al candidato a la Presidencia del Gobierno mediante primarias, utilizan una circunscripción de ámbito nacional.
"Parece evidente reparar en que nuestro sistema de primarais es, de lejos, el más democrático de las fuerzas con posibilidades de gobernar". La afirmación pertenece al secretario general de Podemos en Aragón, Pablo Echenique, que este viernes presentó a los candidatos que integrarán las listas de Podemos en las próximas elecciones generales y a su candidato a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias. Pero ésta no es una afirmación aislada: prácticamente todos los partidos que hacen primarias en España han presumido, una u otra vez, de que sus mecanismos son mejores que los de sus adversarios.