"Nos inventábamos el punto para frenar": un maquinista insiste en el juicio en la falta de señalización en Angrois
Tras la declaración de este miércoles del interventor que realizó la llamada que despistó al maquinista del Alvia, ha comparecido en el juicio por el accidente de Angrois Javier Illanes, el conductor que llevara el tren accidentado hasta Ourense y que viajaba como pasajero después de que le diese el relevo Francisco José Garzón. En una declaración que se prolongó el miércoles hasta las cinco de la tarde, este maquinista con más de 30 años de experiencia ha destacado los fallos en la señalización de la línea Ourense Santiago y en la formación que recibieron los maquinistas sobre la peculiaridad de la curva de Angrois y de la importante frenada que requería.
A preguntas del fiscal, que se mostró especialmente agresivo con el testigo, el maquinista aseguró que no había ninguna señal o punto concreto en la vía que indicara cuándo había que empezar a frenar antes de la curva de Angrois. "Cualquiera de los maquinistas que pasamos por allí nos inventamos un punto determinado, ante la falta de una referencia física lo inventamos", ha asegurado. "Nunca me dijeron 'aquí empiece usted a frenar'" , ha incidido más adelante.
El fiscal también ha preguntado a Illanes si en la formación impartida por Renfe a los maquinistas se les indicó alguna peculiaridad en la línea Ourense-Santiago, en concreto en la zona de la curva de Angrois. El maquinista lo ha negado y ha recordado que en la formación para poder circular por la linea la hicieron con un tren distinto: una locomotora sin vagones que no podía llegar a los 200 kilómetros por hora del Alvia sino sólo hasta los 140, que no requería de tanta distancia para frenar antes de la curva de Angrois y que, por tanto, implicaba cambiar la referencia del punto de inicio de frenada.
El maquinista ha recordado que el tipo de tren Alvia como el accidentado "comenzó a circular por la línea seis meses después" de la inauguración y de que los maquinistas recibieran formación para ese trayecto, y ha asegurado que él no recibió ninguna formación específica para el nuevo convoy. "La autorización para la línea no cambia porque cambie el material", ha dicho.
Illanes también ha negado que los maquinistas reciban formación alguna sobre el uso del teléfono y que una comunicación de Renfe al respecto hace referencia a limitaciones en el uso de los móviles personales, no a los del trabajo. Preguntado en concreto por la situación de riesgo en la que Garzón pudo atender el teléfono, Illanes ha respondido que "el riesgo empezaría más tarde" ya que a su parecer, en el momento que entra la llamada, a más de cinco kilómetros de la curva, no existía tal riesgo. Otra cosa sería que después durante la llamada se despistase. "Puedo mantener esa llamada y no desubicarme, y otra persona puede ser desubicarse, yo no lo sé", ha asegurado.
Por su parte, la abogada del Estado que defiende a Adif ha tratado de demostrar con sus preguntas que Illanes no había advertido formalmente antes del accidente de las dudas de seguridad que ahora dice tener sobre la línea. No obstante, Illanes ha explicado que consideraba que aquellas dudas sobre la importante frenada que requería la curva de Angrois ya habían sido adecuadamente transmitidas a Renfe por el maquinista jefe de Ourense, José Ramón Iglesias Mazaira, que lo había hecho poco después de la inauguración de la línea.
Illanes ha dicho que estaba al corriente de la alerta formulada por Iglesias Mazaira y que la respuesta que había obtenido de sus superiores había sido que a pesar del riesgo, la señalización cumplía con la normativa y no había necesidad de mejorarla. "Para mí no era lógico, pero si un técnico entiende que sí, tengo que darlo por válido", ha justificado.
El interventor del Alvia dice que llamó al maquinista porque "en ese momento no tenía nada que hacer"
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El interrogatorio de Illanes lo terminó el abogado de Garzón, que evidenció que otras curvas existentes entre las estaciones de Ourense y Santiago, así como en otros puntos de toda la línea entre Madrid y Galicia, sí que estaban señalizadas junto a las vías con señales de limitación de velocidad por la curva, al contrario de lo que sucedía en Angrois.
En otro punto del interrogatorio, también se le ha preguntado a Illanes si fue esa falta de señalización lo que provocó el accidente o, por el contrario, si fue la llamada telefónica lo que confundió a Garzón. "La falta de señalización provoca que una falta de atención que tuvo un maquinista provoque un accidente", ha respondido. Y cuando se le preguntó por qué, a pesar de la falta de señalización, el accidente no ocurrió antes, su respuesta ha sido "porque Dios no lo quiso".
Aquí puedes leer el texto original en gallego.