El interventor del Alvia dice que llamó al maquinista porque "en ese momento no tenía nada que hacer"
"En Santiago tengo más funciones que cumplir y en ese momento no tenía nada que hacer, por eso hice la llamada". Esta ha sido la explicación que ha dado este miércoles en el juicio el interventor del tren Alvia, Antonio Martín Marugán, a la pregunta del fiscal sobre por qué hizo cuando hizo la llamada telefónica que acabó provocando la distracción del maquinista, Francisco José Garzón Amo, que provocó que no frenase a tiempo antes de la curva de Angrois.
En su declaración, el interventor ha dicho que la suya era una llamada de trabajo que el maquinista tenía que atender y que no había recibido ninguna instrucción de cómo usar el teléfono corporativo.
Tras el accidente, el inspector no dijo nada a la policía sobre la existencia de su llamada, que duró cien segundos y que terminó justo antes de que el tren encarase la curva de Angrois. Según declararon este martes los agentes, Martín Marugán llegó incluso a negar expresamente "dos veces" su existencia, que solo reconoció una vez que la policía tuvo constancia por la operadora telefónica. Aun así, este miércoles, el interventor ha insistido en que no mintió sino que no dijo nada de la llamada porque no la recordaba.
En cuanto al contenido de la llamada, Martín Marugán ha confirmado que la hizo por iniciativa propia para intentar facilitar que una familia se bajara en la estación de Pontedeume, más de una hora después. Quería preguntarle al maquinista en qué vía de esa estación se detendría el tren. Este fue el interrogatorio del fiscal sobre las circunstancias de la llamada:
- Fiscal: "Cuando hace la llamada, ¿sabe dónde está el tren?"
- Interventor: "No"
- Fiscal: "¿Sabe cuánto tiempo llevaba de viaje?"
- Interventor: "No con exactitud, porque no me preocupaba eso"
- Fiscal: "¿No sabía que estaba próximo a Santiago?"
- Interventor: "Me suponía que sí, por el tiempo que llevábamos".
- Fiscal: "Si usted sabía que estaba próximo a Santiago y la gestión era por una simple cuestión de comodidad, ¿por qué no la hizo en Santiago".
- Interventor: "En Santiago tengo más funciones que cumplir y en ese momento no tenía nada que hacer, por eso hice la llamada".
"No era urgente, pero como no tenía nada que hacer, la hice", ha agregado posteriormente a la pregunta de otra parte.
Un abogado de las víctimas también le ha preguntado al interventor por el hecho de que antes del lugar del accidente se encuentra el punto donde la megafonía del tren advierte de la proximidad de la estación de Santiago, y sobre si eso no le hizo ver que podía no ser el momento adecuado para hablar con el maquinista. Pero Martín Marugán ha asegurado no recordar cuándo sonó ese aviso de la llegada a la capital gallega. Sin embargo, también ha admitido que en el momento del accidente estaba de pie porque ya se había levantado para bajar en Santiago, al igual que otros pasajeros.
El interventor también ha dicho que considera que la llamada que hizo fue "de servicio", propia del trabajo y que "el teléfono lo teníamos precisamente para llamadas de servicio". "¿Ante una comunicación suya, el maquinista tiene que contestar?", le han preguntado, a lo que ha respondido que "lógico, si puede en ese momento y si no después". También ha dicho que no recibió de Renfe "ninguna instrucción sobre cómo usar el teléfono". Y sobre la consideración que tiene del efecto que tuvo su llamada en el accidente, ha argumentado que, si llega a saber las consecuencias, no hubiera llamado porque él mismo iba dentro del tren y resultó herido.
Por su parte, la abogada del Estado que defiende a Adif ha señalado que en el tren también hay un sistema de comunicación interno, pero el interventor ha dicho que no lo usaba ni recibió ningún tipo de indicación al respecto por parte de Renfe.
Por el contrario, el abogado del maquinista ha dejado ver con sus preguntas que la llamada telefónica era de trabajo y que su defendido tenía que contestar porque desconocía a priori su contenido.
El vigilante de seguridad califica de innecesaria la llamada
Este miércoles, además del interventor, por el que comenzaron las comparecencias, también ha declarado un vigilante de seguridad que iba a bordo del tren, un mecánico de Renfe que viajaba como pasajero y el maquinista que había llevado el tren hasta Ourense, cuando entregó los mandos a Garzón y que después continúo el viaje en el mismo Alvia.
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El vigilante de seguridad ha dicho que recordaba que la megafonía anunció la llegada a Santiago durante la llamada del interventor. También ha asegurado que estaba con Martín Marugán cuando realizó la llamada y que no la consideró necesaria ya que el maquinista y el interventor se iban a ver personalmente en la estación de A Coruña, antes de la estación de Pontedeume por la que se produjo la llamada, porque el maquinista tenía que cambiar de cabina del tren. Además, ha explicado que escuchó en otras conversaciones entre maquinistas que la curva de Angrois "era peligrosa", pero no pudo precisar ni cuándo ni qué personas.
En sus preguntas, la abogada del Estado que defiende a Adif hizo ver que el vigilante sabía que el tren llegaba a Santiago "por los pasajeros", insinuando que el propio maquinista debía ser consciente del lugar por el que circulaba.
Aquí puedes leer el texto original en gallego.