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Los pensionistas piden cuentas a Rajoy

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"Hemos superado la peor crisis de nuestra historia reciente". Así de claro lo dejó hace unas semanas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que aseguró en el mismo discurso que el Ejecutivo, además, ha salvado el Estado del bienestar de la quiebra. No es la primera vez que Rajoy hace declaraciones de este tenor: de hecho, el dirigente lleva años afirmando que España ha dejado atrás la depresión económica. Y precisamente este relato, sostienen los expertos, es uno de los grandes causantes de que miles de pensionistas lleven meses celebrando concentraciones y manifestaciones masivas.

Las protestas más masivas tuvieron lugar este mismo sábado en cientos de ciudades españolas. Decenas de miles de personas exigieron no perder poder adquisitivo en sus pensiones año tras año y una reforma del sistema que permita su mantenimiento. Desde enero, los pensionistas han mostrado músculo en varias ocasiones, y la de este sábado fue la segunda gran movilización descentralizada que han llevado a cabo con éxito en apenas tres meses.

No solo los pensionistas han salido a las calles en los últimos meses: también se han celebrado movilizaciones gigantes por la igualdad o en defensa de la libertad de expresión. Pero lo cierto es que las marchas por las pensiones son las que se están produciendo con mayor asiduidad, y a juicio de los expertos consultados por infoLibre, las que más pueden perjudicar al PP, entre otras cosas porque los jubilados son un colectivo que apoya mayoritariamente a los partidos clásicos y que, en los últimos años, se ha decantado por los conservadores.

Si las crisis ha terminado, ¿por qué pierden dinero cada año?

Pero, ¿por qué ha estallado en este momento la movilización de los pensionistas? Los especialistas apuntan que no hay un solo motivo que lo explique, pero coinciden en que el discurso sobre la salida de la crisis no se ha visto correspondido con mejoras en la calidad de vida de la sociedad. "El mensaje de que la economía se ha recuperado ha calado socialmente, así que ahora es lógico que se muestre el descontento" con determinados temas, explica Alberto Penadés, profesor de Sociología en la Universidad de Salamanca. Y eso implica que los pensionistas no entiendan que, si la crisis ha terminado, pierdan dinero año a año.

"Durante la crisis, en España mucha gente asumió que había que fastidiarse un poco, por decirlo de alguna manera, y que los recortes eran inevitables" para la recuperación económica, explica Penadés. Pero si el Gobierno sostiene que la crisis ya es historia, esos grupos también comenzarán a exigir más prestaciones, sostiene. Con él coincide Julián Santamaría, catedrático emérito de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, que asegura que la recuperación macroeconómica ha venido acompañada de personas preguntando "dónde está lo mío". "Es algo comprobado que las situaciones de indignación, de cabreo, no se producen en los momentos de más inestabilidad económica, sino cuando la economía comienza a recuperarse", apunta Santamaría.

Además, los expertos también piensan que la movilización por las pensiones se ha visto favorecida por la ralentización de los acontecimientos en Cataluña. "Lo de Cataluña está estabilizado, inmóvil, y como ahora mismo no da de sí" a nivel mediático, "es lógico que la atención se dirija hacia temas que hasta ahora han estado muy descuidados", valora Santamaría. Y Penadés sostiene que esta bajada de intensidad en la situación catalana tras unos meses de máxima tensión ha contribuido de forma decisiva al repunte de la movilización social. "Es cierto que Cataluña ha podido hacer un efecto tapón de otros asuntos, y cuando han dejado de ocurrir tantas cosas, los medios han necesitado poner el foco en otros temas", conviene el experto.

Y lo cierto es que, aunque las pensiones son la reivindicación por excelencia en marchas como las de este sábado, mucha de la gente que se moviliza lo hace para mostrar un descontento que no tiene por qué circunscribirse únicamente a este asunto, señala Santamaría. "El tema de las pensiones, por ejemplo, no sé si tiene mucho tirón para las personas jóvenes. Los jóvenes no suelen preocuparse por su jubilación porque la ven muy lejana. Pero este asunto se suma a otros temas generadores de malestar, y desde luego está contribuyendo a dinamizar la movilización social" entre todos los grupos sociales, explica el experto. Con él coincide Penadés: "La de los pensionistas, pero también la movilización feminista, es una acumulación de todas las mareas", sostiene.

La movilización amenaza al PP

Sin embargo, Rajoy ha decidido no variar su apuesta, y el pasado jueves únicamente anunció retoques mínimos en el sistema. El presidente del Gobierno anunció la subida de las pensiones mínimas o de viudedad, pero sin precisar la cuantía, y rechazó revalorizar las prestaciones según el IPC y derogar la reforma del sistema de pensiones. Los expertos consultados creen que el dirigente está jugando con fuego al no responder a las demandas de un sector, el de los pensionistas, que le dió mayoritariamente su apoyo y que podría dejar de hacerlo si percibe que el PP ya no le da seguridad.

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Así lo razona Santamaría, quien explica que el colectivo de mayores de 65 años –la mayor parte de los pensionistas– buscan, precisamente, seguridad y estabilidad a la hora de votar. "Desde siempre, los pensionistas siempre han tendido a apoyar mayoritariamente al partido del Gobierno, son siempre los últimos que le quitan su apoyo y, cuando lo hacen, pasan en su mayoría a apoyar al nuevo partido" que accede al Ejecutivo, explica el sociólogo. Y una movilización como la de los pensionistas, apunta, puede indicar que ahora mismo "hay mucha gente indignada que está moviendo" su voto.

"La gente que no siente mucha fidelidad por un partido, lo que en EEUU llaman los independientes y aquí englobamos como los indecisos, no votan a una formación si no ven que puede ser una alternativa de Gobierno", argumenta Santamaría. "¿Qué significa esto? Que si este grupo de mayores percibe que Ciudadanos puede adelantar al PP y convertirse en el nuevo partido de Gobierno, pasarán a Ciudadanos", plantea el sociólogo, que explica que "si fuera el PSOE" el que ocupase ese papel, también los pensionistas votarían mayoritariamente a los socialistas.

Penadés también piensa que el PP es el partido que más amenazado se ve por estas movilizaciones. "Por eso es tan sorprendente que Rajoy haya dicho que no va a cambiar nada", reflexiona el experto, que insiste en lo importante que es el colectivo de pensionistas para el voto conservador. Y es que, tal y como recuerda, "durante la crisis quienes más han perdido han sido los jóvenes", entre otras cosas porque "se ha tratado de mantener el poder adquisitivo de las pensiones" precisamente por su peso en el voto del PP. "De hecho, antes de la crisis los ancianos eran el colectivo con mayor riesgo de pobreza, y ahora son los jóvenes", ejemplifica.

"Hemos superado la peor crisis de nuestra historia reciente". Así de claro lo dejó hace unas semanas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que aseguró en el mismo discurso que el Ejecutivo, además, ha salvado el Estado del bienestar de la quiebra. No es la primera vez que Rajoy hace declaraciones de este tenor: de hecho, el dirigente lleva años afirmando que España ha dejado atrás la depresión económica. Y precisamente este relato, sostienen los expertos, es uno de los grandes causantes de que miles de pensionistas lleven meses celebrando concentraciones y manifestaciones masivas.

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