Lo extraordinario no es que Manuela Carmena haya perdido la Alcaldía de Madrid. Lo realmente fuera de lo común fue que la ganase en 2015. Y es que las cifras de la sociología electoral de la capital son tozudas: en los cinco comicios municipales celebrados en las dos últimas décadas, el bloque de derechas (PP, Cs, Vox, UPyD) ha obtenido de media 849.852 sufragios, mientras que la izquierda (Más Madrid, PSOE, IU) se ha quedado en 693.666 sufragios. Una diferencia de 156.186 papeletas.
Este 26 de mayo, la derecha ha estado por debajo de esa media, con 830.577 votos, mientras que la izquierda se ha situado claramente por encima, con 770.427 papeletas. De hecho, ha sido el segundo peor resultado de la derecha en 20 años y el segundo mejor de la izquierda en ese periodo. La diferencia de 60.150 papeletas es mucho menor que las de 2003, 2007 y 2011 (este último año llegó a los 348.247 sufragios), pero se tradujo en tres concejales más.
Lo extraordinario, por tanto, fue lo que ocurrió en 2015. Se produjo entonces una tormenta perfecta para desalojar a la derecha del poder, propiciada por dos fenómenos de intensidad diferente: es cierto que entre Ahora Madrid, PSOE e IU sumaron 796.658 votos, el mejor resultado en dos décadas (el anterior habían sido los 748.163 sufragios de 2003), pero lo asombroso fue que entre PP, Ciudadanos, UPyD y Vox sólo juntaron 790.320 papeletas. Una bajada de 85.000 votos respecto a 2003, 2007 y 2011, en los que el resultado había sido casi idéntico (874.264, 877.544 y 876.553, una realidad ciertamente llamativa). La combinación de ambos fenómenos permitió a la izquierda vencer por 6.338 votos y un escaño.
La participación
Tampoco parece haber sido un factor diferencial la participación. La comparativa entre el número de ciudadanos que decidieron acudir a las urnas en 2015 y este 26M refleja que este domingo votó un 0,67% menos de electores que hace cuatro años. Sin embargo, en términos absolutos, el número de votantes creció en 18.713 personas: hace cuatro años votaron 1.616.217 personas (el 68,9%) y este domingo 1.634.930 (el 68,2%).
Pero es que, además, el número de votantes aumentó si lo comparamos con el año 2011 (cuando votaron 1.480.082 personas, un 67,2%) y 2007 (cuando votaron 1.544.413 madrileños, el 65,93%). Y la cifra de este año se sitúa casi a la par de la de 2003, cuando 1.676.837 personas (el 68,9%) acudieron a las urnas. En los últimos cinco comicios, por tanto, no hubo ningún tipo de variación significativa respecto a la participación.
Los bloques
El número de votos que recibieron los partidos de izquierdas —PSOE, Más Madrid y Madrid en Pie— no fue tan elevado este domingo como hace cuatro años. El retroceso fue de 26.231 papeletas respecto a los comicios anteriores (770.427 frente a 796.658 votos). ¿Pero quién los perdió? La respuesta es que de forma casi íntegra el PSOE, liderado por Pepu Hernández, que con 223.582 votos (el 13,72%) sólo consiguió sentar a ocho ediles en el Ayuntamiento, uno menos de los que tenía hasta ahora (en 2015 obtuvo 249.286 apoyos, el 15,27%). Este retroceso socialista en 25.704 votos destaca especialmente si se tiene en cuenta el ascenso generalizado del PSOE en toda España.
¿Y qué paso con el espacio de Más Madrid e IU? Pues que la diferencia entre ambas elecciones se saldó con una pérdida de tan sólo 527 papeletas: Más Madrid retrocedió respecto a Ahora Madrid en 15.731 apoyos (de 519.721 a 503.990), lo que le ha costado un concejal, mientras que Madrid en Pie mejoró los resultados de IU en 15.204 votos (de 27.651 a 42.855), insuficiente para lograr representación en el Consistorio.
Y el problema es que al mismo tiempo que la izquierda perdía votos, la derecha lograba avanzar. PP, Ciudadanos y Vox consiguieron 830.320 (el 51%) del total. Hace cuatro años, en cambio, se quedaron en 790.320. Eso sí, con movimientos internos significativos: el PP perdió 169.446 sufragios y UPyD otros 29.812, mientras que Ciudadanos creció en 125.130 y Vox en 114.385. En total, una mejora de 40.257. Así que aunque el PP haya perdido fuerza (quedándose con 15 consejales de los 21 que tenía), Ciudadanos y Vox han crecido. El partido presidido por Albert Rivera pasó de 7 a 11 ediles y la formación liderada por Santiago Abascal irrumpió con cuatro asientos en el Ayuntamiento.
Dos simulaciones
Aunque no pueda mover el resultado electoral, cabe especular con la típica pregunta de "¿Qué hubiese ocurrido si...?".
Si todos los votos de Madrid en Pie se suman a Más Madrid, el resultado es que la lista de Carmena tendría un concejal más y el PP uno menos. La derecha seguiría manteniendo la mayoría absoluta.
Y si el socialista Pepu Hernández, en vez de perder 25.704 apoyos, hubiese repetido exactamente los resultados del PSOE hace cuatro años, pues la respuesta es que el PSOE tendría un edil más y el PP uno menos. De nuevo, insuficiente para quitarle a la derecha la mayoría absoluta.
Medio millar de simpatizantes apoyan a Carmena con gritos de "Gracias Manuela" y "Volveremos"
¿Y si se hubiesen producido los dos escenarios a la vez: ni un voto menos para el PSOE y todos los de Madrid en Pie para Carmena? La respuesta es la misma: en ese caso, el PSOE tendría un concejal más y el PP uno menos. Pero la mayoría absoluta de la derecha seguiría inamovible.
Y es que la clave del domingo electoral en Madrid fue que la derecha llevó a las urnas 40.257 votos más que hace cuatro años. Una cifra aún inferior a su media en las dos últimas décadas, pero ya alejada del tremendo batacazo de Esperanza Aguirre en 2015.
Lo extraordinario no es que Manuela Carmena haya perdido la Alcaldía de Madrid. Lo realmente fuera de lo común fue que la ganase en 2015. Y es que las cifras de la sociología electoral de la capital son tozudas: en los cinco comicios municipales celebrados en las dos últimas décadas, el bloque de derechas (PP, Cs, Vox, UPyD) ha obtenido de media 849.852 sufragios, mientras que la izquierda (Más Madrid, PSOE, IU) se ha quedado en 693.666 sufragios. Una diferencia de 156.186 papeletas.