La pandemia pulveriza sus récords en Andalucía. Marca en los últimos días sus máximos de presión sobre el sistema sanitario, de contagios y de incidencia acumulada. La elevada contagiosidad y positividad apunta a un recrudecimiento de la crisis en los hospitales, donde no hay tregua ni tampoco se vislumbra. "No ha habido nunca tanta saturación", apunta la enfermera Rosa Elena García. "La situación va a empeorar sí o sí", expone el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública Joan Carles March. En enero la incidencia acumulada ha subido en Andalucía casi un 580%, 2,76 veces más que en España. En la última semana, mientras en el conjunto de España bajaba, en la comunidad más poblada del país, con 8,4 millones de habitantes, la incidencia acumulada subía. El Gobierno andaluz sigue sin ofrecer una panorámica completa sobre la incidencia que en el comportamiento del virus está teniendo la variante británica. La positividad es en Andalucía casi 5 puntos superior a la española. La curva no empieza aún la bajada a pesar de que desde navidades en Andalucía ha habido un endurecimiento de las medidas. En medio de esta alarmante situación, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), calificó este lunes de "histórica" la reapertura en Sevilla, con un tercio de su capacidad prevista, de un hospital militar abandonado. Aporta de entrada 56 camas, según la Consejería de Salud y Familias (PP).
Presión hospitalaria
La presión hospitalaria es la mayor de toda la pandemia. Andalucía pasó una primera ola relativamente llevadera. La segunda se complicó, pero en ningún caso se llegó a los números de ahora. El pico de ingresados por covid-19 de la primera ola se dio a finales de marzo, con 2.708, 438 en UCI. Ese récord cayó en la segunda, con 3.478 pacientes hospitalizados (10 de noviembre) y más de 528 en UCI (18 de noviembre). ¿Cómo es la situación ahora? Significativamente peor.
Según los datos hechos públicos este lunes por la Consejería de Salud y Familias, hay ya 4.783 ingresados, 214 más que el domingo. De ellos, 692 están en la UCI. Estas cifras, que marcan máximos en la comunidad en toda la pandemia, suponen un 28% de camas ocupadas por enfermos covid y un 38,4% en las unidades de cuidados intensivos. Y van a subir.
La situación ha cambiado drásticamente a peor en un mes. El 31 de diciembre, los hospitalizados ascendían a 976, 210 en UCI, lo que suponía una ocupación del 5,5% y el 12,4% de ocupación, respectivamente.
Contagios, incidencia acumulada y positividad
El problema es que, sobre esta base de alta presión hospitalaria, los contagios tocan techo. Estos días se han notificado los dos máximos históricos de toda la serie: 7.899 contagios el sábado y 7.892 el domingo. Este lunes fueron 4.286.
Lo que mejor permite observar la evolución es la incidencia acumulada, es decir, el número de contagios por 100.000 habitantes en 14 días. Se observa que la tercera ola en Andalucía es claramente más grave que en el conjunto de España. La incidencia acumulada ha crecido en enero en Andalucía un 579% (de 141,2 a 959,2), frente a un 209,7% en España (de 279,5 a 865,6), tomando como referencia los datos de 31 de diciembre de 2020 y 1 de febrero de este año. En la última semana, de lunes 25 a lunes 1, la incidencia acumulada ha subido en Andalucía de 915,2 a 959,2, mientras en España bajaba de 884,7 a 865,6.
Ahora mismo, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), este indicador está fijado en más de 950 contagiados por cada 100.000 habitantes en 14 días, el máximo de toda la pandemia, con cuatro provincias, Málaga, Cádiz, Huelva y Almería, por encima de los mil. Otro récord.
Inquieta además el auge de la positividad, que en el primer mes del año ha pasado en Andalucía del 8,2% al 19,2%, mientras en el conjunto de España la subida es del 9,2% al 14,4%. Es decir, en Andalucía el porcentaje de positividad se ha multiplicado por 2,3 a lo largo del mes de enero, mientras en España se multiplicaba por 1,5.
A pesar de las medidas
El auge de la incidencia acumulada se produce a pesar del endurecimiento de las medidas del Gobierno andaluz tras la Navidad. Entonces el Ejecutivo andaluz impuso el cierre de la comunidad y la reducción del horario de la hostelería hasta las 18.00, exceptuando cafeterías sin vender alcohol, entre otras medidas. Una semana después las reuniones se redujeron a cuatro personas y se cerraron las ocho provincias y todos los municipios con más de 500 de incidencia acumulada. En los municipios donde este dato es superior a 1.000, se cerraron además la hostelería y el comercio no esencial.
Pero la fotografía de Andalucía sigue ofreciendo una curva fuera de control. Visto el arco del mes de enero, la subida es espectacular. El 8 de enero, cuando el presidente Juan Manuel Moreno compareció para anunciar el endurecimiento de las medidas tras la Navidad, la incidencia acumulada estaba por debajo de 200. Ahora supera los 950. Lo peor es que sigue descubriendo techos.
Plan 7.500
Con datos como estos sobre la mesa, la Junta de Andalucía mantiene activo un plan en previsión de que el número de hospitalizados llegue a 7.500. Ello sería más del doble que el pico máximo de la segunda ola, que fueron menos de 3.500.
Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, advierte de que quedan semanas de subida de los ingresos hospitalarios y en UCI. "Los contagios siguen subiendo. Es decir, tres semanas después de estos datos, seguirá habiendo ingresos elevados, entradas en UCI y fallecimientos. Esta es la realidad. La situación va a empeorar sí o sí", señala March, que cree que la Junta debe endurecer las medidas y el Gobierno central permitirle confinamientos domiciliarios en los puntos más afectados. En los últimos siete días, Andalucía ha notificado 229 fallecimientos.
Rosa Elena García, secretaria de Acción Sindical del sindicado de enfermería Satse, denuncia que el sistema está "más tensionado" que en cualquier otro momento de la pandemia, ante lo que pide un reforzamiento de las plantillas y "estabilidad" laboral. "No ha habido nunca tanta saturación. Han empezado las derivaciones a la privada. Claramente faltan profesionales. Hay un fuerte agotamiento psíquico", añade.
Una reapertura incompleta
A pesar de la difícil situación, el Gobierno andaluz intentó convertir este lunes en un día de buenas noticias. ¿Cómo? Poniendo el foco en la reapertura de un antiguo hospital militar abandonado en Sevilla, que llevaba más de 15 años cerrado, reconvertido ahora "hospital de emergencia covid-19" para aliviar la saturación de centros sevillanos como Virgen del Rocío, Valme y San Juan de Dios. No obstante, la reapertura es incompleta.
El Ejecutivo que preside Juan Manuel Moreno (PP) anunció en octubre que el recuperado hospital militar tendría 150 camas de hospitalización, más 25 de UCI. Finalmente, la apertura se queda lejos de eso. Están en servicio siete de las 13 plantas. Hay 47 camas disponibles, más 9 de UCI, informó la consejería a infoLibre. En Andalucía hay ahora mismo 4.783 ingresados por covid-19, 692 en la UCI. En Sevilla los números son 816 y 114, respectivamente.
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La previsión es abrir 144 camas más 25 de UCI, según la Junta. Es decir, el hospital abre a un tercio de su capacidad prevista. La Junta asegura que en esta primera fase el centro cuenta con 282 profesionales, entre los que hay "contratados" nuevos y otros derivados desde el Virgen del Rocío.
La inversión ha ascendido a 34,5 millones: 15,6 millones en obras, 6,4 en equipamiento y 12,5 en personal. La intención del Gobierno andaluz es que el hospital esté completamente terminado en un año y medio. "Hoy estamos en un día histórico", afirmó Moreno con motivo de la reapertura, en la que recordó que las administraciones socialistas desde la etapa de Manuel Chaves al frente de la Junta "abandonaron" este hospital. Ahora Moreno no oculta su satisfacción, tras unas obras que comenzaron en agosto. "Hablan de los chinos, y yo les tengo mucho respeto a los chinos, pero también en Andalucía somos capaces de ofrecer en muy poco tiempo proyectos como los que hemos podido ofrecer hoy", afirmó.
La oposición lo ve de forma diferente. El PSOE acusó al Gobierno andaluz de "hacer un Ayuso" para que Andalucía tenga "su Zendal de cabecera". "Muy poco ha dicho la Junta de la contratación de personal para el Hospital Militar más allá de que la mitad de la plantilla prevista vendría trasladada del hospital Virgen del Rocío, lo que se dice desvestir un santo para vestir otro”, denunció el parlamentario Rodrigo Sánchez Haro. Adelante Andalucía (Podemos-IU) exigió a la Junta que "revierta la privatización" del servicio de limpieza del hospital. Este periódico preguntó a Salud y Familias cuántos de los anunciados de 282 profesionales del centro son contratados nuevos, sin respuesta.