El plantón de Aguirre a Botella indigna al PP

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Esperanza Aguirre tiene un problema. Si la excusa que puso este viernes para haber sido la gran ausente del acto institucional con motivo del día de san Isidro, patrón de Madrid, es cierta, y el 24-M es elegida alcaldesa, el año que viene va a tener que elegir entre ir a misa o presidir la entrega de las medallas de oro de la ciudad. Y es que, la presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía, achacó su plantón a su compañera a Ana Botella a que se le solapaba con la misa en honor a san Isidro. "Nunca en mi vida he acudido a esos actos, jamás he ido. Siempre he ido a la misa y a la pradera. Los que no vayan a misa podrán ir".

A su entender, la "excepción" habría estado en que acudiera a esa ceremonia institucional. 

Cuando Aguirre pronunciaba estas palabras no sólo había dejado boquiabiertos a los suyos, sino a los candidatos a la Alcaldía del resto de formaciones que sí acudieron a la recepción del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de la capital. "Candidada antiinstituciones", la bautizó el socialista Antonio Miguel Carmona. Mientras, en el Partido Popular, los dirigentes consultados, lamentaron el "grave error" cometido por su candidata. "No entra en la cabeza de nadie que te saltes el máximo acto institucional del lugar que aspiras a gobernar. No es sólo un plantón a Ana Botella. Lo es a José María Aznar, presidente de honor del PP, a la vicepresidenta del Gobierno, que sí acudió, y a la institución", valora un diputado de la Asamblea de Madrid. "Un desprecio", resume uno de los concejales del PP en el consistorio.

A diferencia de lo que ocurrió este viernes, Aguirre sí estuvo en los actos del 2 de mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid, una cita a la que había dejado de ser fiel desde que cedió el poder a Ignacio González en septiembre de 2013. Con este contexto, hasta el jueves por la tarde, cuando se confirmó que la presidenta del PP de Madrid no iba a pisar Cibeles en la que también iba a ser la despedida de Ana Botella, en el partido confiaban en que también asistiese.

Se da la circunstancia de que el expresidente José María Aznar, marido de la alcaldesa de Madrid, será el protagonista de un mitin en Madrid este domingo en el que apoyará tanto a Aguirre como la Cristina Cifuentes, la candidata del PP a la Comunidad, un hecho que para algunos dirigentes del partido agrava todavía más el desprecio de Aguirre a Botella. "Durante muchos años, Aznar y Aguirre fueron de la misma familia política dentro del PP, el sector más conservador. Ahora Aguirre va por libre y se olvida de que debe al expresidente gran parte de su carrera política. Él la nombró ministra, presidenta del Senado, candidata a la Comunidad de Madrid...", recuerda un miembro del Comité Ejecutivo Nacional de los conservadores.

Cifuentes evita pronunciarse

La exdelegada del Gobierno en Madrid no faltó a la cita del Ayuntamiento pero no quiso hurgar en la herida del plantón de Aguirre:  "Me ha dado pena tenerme que marchar [de la pradera de san Isidro] porque había ambientazo, pero es importante venir a estas medallas y a este último acto de Botella como alcaldesa", respondió preguntada sobre su compañera de tándem electoral.

Hasta la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, fue preguntada por los periodistas por esta cuestión. Optó por el silencio. "No voy a hacer declaraciones", dijo mientras abandonaba la sede del consistorio sin quedarse al cóctel posterior. 

¿De dónde viene el enfrentamiento?

Aunque las tensiones vienen de lejos, las fuentes consultadas ponen el motivo directo de este plantón de Aguirre en una reciente entrevista que Botella concedió a El PaísEl País. “Me dolió muchísimo que Esperanza Aguirre relegara a mi gente”, era el titular. Aludía las negociaciones en el seno del PP de Madrid para la elaboración de las listas. Y la alcaldesa llegaba a admitir que llamó a Mariano Rajoy para que mediara en el conflicto.

"Ana Botella me pidió que llevara a Concepción Dancausa, Diego Sanjuanbenito y Enrique Núñez, y a los tres los llevé; y otras dos personas en listas de otros municipios. No le pareció suficiente y llamó al presidente, Mariano Rajoy", respondió Aguirre el lunes en un desayuno informativo organizado por la agencia Efe. Al final, Dancausa fue nombrada delegada del Gobierno en sustitución de Cifuentes. Y Sanjuanbenito y Núñez, efectivamente, fueron incluidos en la lista de la Comunidad de Madrid. Otra cosa es que los puestos no son de salida. El segundo va de número 25 y Sanjuanbenito, de 51. Pero la idea inicial del PP de Madrid era que ocupara el puesto 62. Fue la llamada de Botella a Rajoy la que provocó este ascenso de puestos. 

Remontándonos al pasado, la relación entre Aguirre y el matrimonio Aznar-Botella empezó a sufrir fisuras a finales de 2011, cuando Alberto Ruiz-Gallardón cedió el testigo a la actual alcaldesa para dar el salto a la política nacional. Aguirre, que siempre había visto con buenos ojos dar el salto al Ayuntamiento porque consideraba que era el broche perfecto a su carrera política, empezó a ver con recelos a la que por entonces era su amiga. Si ella estaba ya en el puesto y lo hacía medianamente bien, sin grandes sobresaltos, Mariano Rajoy no iba a poner obstáculo para llevarla de número uno en la lista. Este pensamiento empezó a extenderse entre los aguirristas. La idea de ser la primera mujer alcaldesa electa de Madrid estaba en riesgo. Este viernes, Botella quiso dejar claro en su discurso que la primera mujer en llegar a la Alcaldía de Madrid había sido ella. Obviaba que ella no había sido la cabeza de la lista, sino el exministro de Justicia. Pero sonó a aviso a Aguirre.

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Por esas fechas, Botella optó por no participar en la votación del Comité Ejecutivo Regional del PP de Madrid en la que se votó la destitución de Granados como secretario general. Por entonces no se conocían las cuestiones que han llevado ahora a este ex hombre fuerte de Aguirre a la cárcel. El gesto de Botella no gustó tampoco nada al aguirrismo, como tampoco había gustado que, en octubre de 2009 se posicionase en contra de la destitución de Manuel Cobo, por entonces vicealcalde de Madrid, después de que este cargase contra la presidenta del PP de Madrid en una entrevista en plena guerra por el control de Caja Madrid. La alcaldesa se contó entre los 19 ediles que se pusieron del lado del ahora responsable de política local del PP, frente a los 13 aguirristas que pedían su cabeza aguirristas .

Después llegaría el trágico suceso del Madrid Arena, en el que perdieron la vida 5 adolescentes. Y uno de los principales errores de la carrera política de Botella: se marchó de fin de semana a Portugal tras la tragedia. Pese a ello, Botella se sintió muy poco apoyada por su partido en Madrid y así se lo hizo saber a Aguirre y al resto de compañeros en una reunión interna del partido a comienzos de 2013 en la que la candidata al Ayuntamiento disparó contra todo: contra Botella, contra Ana Mato a cuenta del caso Gürtel y contra María Dolores de Cospedal a cuenta de su gestión del escándalo de los papeles de Bárcenas.

Por su parte, desde la Comunidad de Madrid, vieron con enorme malestar que Botella firmara en contra del "desmantelamiento" del hospital de La Princesa. Se trataba, en definitiva, de una firma contra una decisión del Gobierno de Ignacio González.

Esperanza Aguirre tiene un problema. Si la excusa que puso este viernes para haber sido la gran ausente del acto institucional con motivo del día de san Isidro, patrón de Madrid, es cierta, y el 24-M es elegida alcaldesa, el año que viene va a tener que elegir entre ir a misa o presidir la entrega de las medallas de oro de la ciudad. Y es que, la presidenta del PP de Madrid y candidata a la Alcaldía, achacó su plantón a su compañera a Ana Botella a que se le solapaba con la misa en honor a san Isidro. "Nunca en mi vida he acudido a esos actos, jamás he ido. Siempre he ido a la misa y a la pradera. Los que no vayan a misa podrán ir".

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