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La posible llegada de UPyD y Ciudadanos monta un lío en el grupo liberal europeo

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La Alianza de Liberales y Demócratas Europeos (ALDE) es, hoy por hoy, un polvorín. A pesar de que la portavoz de UPyD, Rosa Díez, dio por hecho que sus cuatro europarlamentarios se integrarían en este grupo –en el cual se encuentran CiU y PNV–, fuentes de los nacionalistas vascos en Bruselas señalan que Díez ha "vendido la piel del oso antes de cazarlo", algo que entronca con el desmentido del vicepresidente de los liberales europeos, Marc Guerrero, quien señaló que las declaraciones de Díez eran una muestra del "españolismo más rancio". Ciudadanos, por su parte, también se está planteando seriamente unirse al grupo, lo que supone otro dolor de cabeza para los nacionalistas, que insisten en que para que nuevos partidos entren a ALDE tienen que ser avalados por dos tercios de sus diputados y aseguran que plantarán batalla para impedirlo.

La polémica se desató el sábado pasado, cuando Díez explicó en rueda de prensa que su partido pediría integrarse en ALDE –el grupo parlamentario liderado por el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt– en virtud de un acuerdo por el cual los liberales se comprometerían a defender la unidad de los Estados miembros de la Unión Europea de acuerdo con sus respectivos ordenamientos jurídicos. No obstante, en declaraciones a Catalunya Informació, el vicepresidente de los liberales europeos y dirigente de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Marc Guerrero, negó "rotundamente" que existiese algún acuerdo de ALDE para aceptar a los diputados de UPyD y acusó a Díez de mentir deliberadamente para desestabilizar el proceso soberanista catalán.

Las cosas, tres días después, no se han aclarado, si bien fuentes del PNV –que junto a CDC se integra en el grupo parlamentario dirigido por Verhofstadt– en la Eurocámara dejan clara una cuestión: para que algún nuevo partido se integre dentro del grupo liberal en el Parlamento Europeo, al menos dos tercios de los diputados que ya estén dentro deben aceptar su entrada. Y esta votación no se producirá hasta dentro de aproximadamente dos semanas, según estiman las fuentes consultadas, que denuncian que Díez haya realizado unas declaraciones tan tajantes cuando las negociaciones para la entrada de nuevos parlamentarios "están en su fase inicial".

Además, para que nuevas formaciones entren en ALDE, los partidos del mismo Estado miembro que el grupo aspirante deben realizar un informe donde expresen su opinión al respecto de la adhesión. Y tanto el PNV como CiU se muestran radicalmente contrarias a que UPyD, fuertemente antinacionalista, comparta grupo con ellos. "El lenguaje de UPyD sobre la integridad territorial de los Estados es del siglo pasado", denuncian fuentes de los nacionalistas vascos, mientras que los catalanes denunciaron en un comunicado el sábado que la postura de UPyD supone "un nuevo intento de confundir a la opinión pública [...] y un nuevo intento españolista de dinamitar los apoyos europeos al proceso catalán".

Pero entonces, ¿de dónde salen las frases que leyó el pasado sábado la portavoz de UPyD? Las fuentes mencionadas reconocen que los liberales europeos sí que han mantenido contactos informales y se han "intercambiado papeles" con la formación liderada por Díez para su posible inclusión dentro del grupo, pero niegan que estas reuniones hayan supuesto, al menos por ahora, la firma de ningún acuerdo formal. UPyD, por su parte, rechaza ofrecer más información y remite a la rueda de prensa de su líder, si bien dejan claro que la petición formal para integrarse en el grupo liberal, de producirse finalmente, se hará en base a las condiciones que enumeró la portavoz.

Ciudadanos duda

Sin embargo, UPyD no es la única formación española que podría unirse a la Alianza de Liberales y Demócratas, ya que desde Ciudadanos también se han planteado movimientos y contactos informales para que los dos nuevos eurodiputados de la formación se encuadren dentro del grupo dirigido por Verhofstadt. No obstante, las intenciones del partido dirigido por Albert Rivera no están tan claras como las de la formación magenta, ya que fuentes oficiales de Ciudadanos señalan que aún está dudando entre solicitar la entrada de sus dos europarlamentarios en ALDE o mantenerlos como no adscritos.

Las condiciones del partido para su entrada son claras: no estar sujetos a una fuerte disciplina de voto y, especialmente, no apoyar un "proceso ilegal" de secesión en Cataluña, según explican fuentes internas. Hace unos días Javier Nart, el primero de los dos eurodiputados electos por la formación, señaló que la decisión final no estaba en sus manos, sino que la tomaría la cúpula del partido, al que él no está afiliado. No obstante, antes de las elecciones, Nart afirmó que la opción más natural para Ciudadanos era la de integrarse en el grupo liberal europeo.

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Parte de ALDE, favorable al derecho a decidir

En este sentido, Nart denunció que CDC pretendiera que los liberales europeos se amoldaran a sus deseos cuando sólo tienen un eurodiputado electo, Ramon Tremosa –el otro parlamentario elegido por CiU, Francesc Gambús, pertenece a Unió y se adscribirá al Partido Popular Europeo–. “No somos el eje del universo y cada uno debe actuar según su proporción", señalaba Nart, que antes de celebrarse las elecciones negaba que el soberanismo fuese a suponer un impedimento insalvable para que Ciudadanse integrase en ALDE, ya que el grupo como tal no ha realizado nunca una declaración favorable al derecho a decidir.

Porque este es uno de los principales escollos: que aunque todo el grupo no se haya pronunciado al respecto, al menos parte de los partidos que componen la Alianza sí son favorables a que los ciudadanos voten sobre esta cuestión. El grupo parlamentario está compuesto por dos partidos políticos: el Partido Demócrata Europeo –donde se encuadra, entre otros el PNV– y el Partido de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa –que tienen como miembro a CDC–. Y precisamente la Internacional Liberal –que engloba a varias de las formaciones que componen este segundo partido europeo– aprobó el pasado abril una resolución por la cual apoya "cualquier decisión tomada por el pueblo de Cataluña para decidir sobre su propio futuro".

La Alianza de Liberales y Demócratas Europeos (ALDE) es, hoy por hoy, un polvorín. A pesar de que la portavoz de UPyD, Rosa Díez, dio por hecho que sus cuatro europarlamentarios se integrarían en este grupo –en el cual se encuentran CiU y PNV–, fuentes de los nacionalistas vascos en Bruselas señalan que Díez ha "vendido la piel del oso antes de cazarlo", algo que entronca con el desmentido del vicepresidente de los liberales europeos, Marc Guerrero, quien señaló que las declaraciones de Díez eran una muestra del "españolismo más rancio". Ciudadanos, por su parte, también se está planteando seriamente unirse al grupo, lo que supone otro dolor de cabeza para los nacionalistas, que insisten en que para que nuevos partidos entren a ALDE tienen que ser avalados por dos tercios de sus diputados y aseguran que plantarán batalla para impedirlo.

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