El PP agita la posición del PSOE sobre las macrogranjas para ahondar la brecha en el Gobierno de coalición

14

Ni la factura de la luz, ni la subida del IPC, ni el precio de los test de antígenos, ni las consecuencias de la nueva reforma laboral. La energía del Partido Popular, ya con su líder, Pablo Casado, reintegrado al trabajo diario después de permanecer unos días en cuarentena después de dar positivo por covid-19, se centra en una movilización general contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, al que siguen acusando de atacar la producción de carne. Aunque sus declaraciones sigan confirmando que defendió las virtudes de la producción extensiva y se limitó a criticar la calidad de la que sale de las macrogranjas. 

El PP continúa pidiendo la dimisión o el cese de Garzón, pero en su discurso da cada vez más protagonismo a la responsabilidad del presidente Pedro Sánchez y a las contradicciones que en este asunto está asumiendo el PSOE al no respaldar al titular de Consumo y asumir en la práctica el bulo que difunde la derecha a pesar de que su programa y su acción de gobierno defienden lo mismo que Unidas Podemos.

Pablo Casado quiere mantener vivo este asunto en los próximos días —a ser posible hasta la fecha de las elecciones en Castilla y León, el próximo 13 de febrero— y este miércoles reunió a su dirección para diseñar los próximos pasos a seguir. 

Este jueves se propone poner el foco en Castilla-La Mancha, donde el PP defenderá una moción contra el ministro de Consumo con la que espera retratar al presidente Emiliano García-Page, el dirigente socialista que con más crudeza e insistencia ha criticado a Garzón. A pesar de que, paradójicamente, él mismo ha impulsado una moratoria para prohibir la creación de nuevas macrogranjas en su comunidad al menos hasta el año 2024.

 “Mañana sabremos de qué pasta está hecha la credibilidad de los socialistas castellanomanchegos y si lo que dicen es postureo o lo que de verdad piensan”, proclamó en rueda de prensa el secretario general del PP, Teodoro García Egea.

En esta territorio se da además la circunstancia de que el PP ha pasado de estar en contra de la ganadería industrial a defenderla, con excepciones sonadas como la que protagonizó Daimiel, gobernada por los conservadores, que el pasado diciembre decidió prohibir las macroganjas en su término municipal.

La dirección de Génova da mucha importancia a su estrategia de presentación de iniciativas en ayuntamientos, diputaciones, cámaras autonómicas y en el Congreso y el Senado para tratar de ahondar en la brecha que se ha abierto entre el PSOE y Unidas Podemos después de que Sánchez y los ministros socialistas se desmarcasen de Garzón. García Egea, confirmó que el PP busca obligar a esos ministros y también al presidente del Gobierno a “retratarse” teniendo que decidir si votan en contra del responsable de Consumo o cierran filas con él.

En el pasado, cuando el PP intentó dividir la mayoría de la coalición en el Congreso proponiendo la reprobación de un ministro no consiguió romper la alianza entre los socios del Gobierno. Ahora compite en la misma estrategia con la extrema derecha de Vox.

Un presidente “doblegado”

El argumentario de los conservadores trata de presentar a Sánchez como un político “doblegado” ante la líder in péctore de Unidas Podemos, la vicepresidenta Yolanda Díaz. “No valen los lamentos si no van acompañados del cese de Garzón”, un ministro “sin competencias e incompetente”. Este miércoles las declaraciones contra el ministro por parte de PP, Vox, Ciudadanos y organizaciones agrarias afines han arreciado por toda España.

“Lejos de rectificar”, remarcó Egea, el presidente no ha hecho más que ratificarle en el puesto, lo que le convierte en un “presidente a medias” que no tiene “autoridad ni control” sobre la mitad de su Consejo de Ministros.

El PP quiere mantener viva la polémica sobre este asunto al menos hasta febrero. No sólo por las elecciones en Castilla y León sino porque durante el mes de enero el Congreso y el Senado no celebran sesiones plenarias y Casado las necesita para poder dar salida a iniciativas como la proposición no de ley de reprobación del titular de Consumo.

El propio Casado, de nuevo con agenda pública, ha programado una visita a una explotación ganadera para este viernes. Y el fin de semana se dispone a acompañar al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), en su reelección al frente del partido en la comunidad, esta vez sí en compañía de todos sus presidentes autonómicos. Incluida Isabel Díaz Ayuso, con la que no coincide desde que la presentación del libro de Mariano Rajoy el pasado 1 de diciembre y a la que había estado evitando en los congresos regionales celebrados desde el pasado mes de octubre.

El PP se enreda con las macrogranjas y no se muestra a favor ni en contra porque “no están permitidas”

Ver más

El Gobierno no ha criticado la calidad de la carne española, pero eso no impidió al número dos del PP reprochar al Ejecutivo unas declaraciones del comisario europeo de Agricultura defendiéndola. “Esto dice mucho del Gobierno” que tienen en España porque “por un lado gasta ingentes cantidades de dinero” en defender los productos españoles y por otro “los critica en el exterior”, acusó antes de corregir, con solemnidad impostada, al comisario: “La carne española tiene mucha mejor calidad y diría que es la mejor del mundo”.

En busca de fórmulas que le permitan seguir alimentado el bulo de que Garzón está contra el sector cárnico, el PP va a promover en las Cortes la puesta en marcha de un Plan Nacional de Ganadería Sostenible y una campaña nacional e internacional de apoyo a la ganadería que quiere financiar con el presupuesto del Ministerio de Consumo, que los de Casado quieren suprimir. Se trata, dijo Garcia Egea, de “ayudar a la España vaciada suprimiendo un ministerio vacío”.

El número dos del PP defendió, en respuesta a la pregunta de una periodista, que los “ataques” de Garzón al sector ganadero fuera de España no se pueden comparar con las críticas que su líder, Pablo Casado, dirige con frecuencia contra el Gobierno cuando visita Bruselas o se entrevista con embajadores de otros países.

Ni la factura de la luz, ni la subida del IPC, ni el precio de los test de antígenos, ni las consecuencias de la nueva reforma laboral. La energía del Partido Popular, ya con su líder, Pablo Casado, reintegrado al trabajo diario después de permanecer unos días en cuarentena después de dar positivo por covid-19, se centra en una movilización general contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, al que siguen acusando de atacar la producción de carne. Aunque sus declaraciones sigan confirmando que defendió las virtudes de la producción extensiva y se limitó a criticar la calidad de la que sale de las macrogranjas. 

>