No sólo en Ciudadanos, un partido inmerso en una grave crisis desde que su representación en el Congreso de los Diputados bajó a diez diputados en las elecciones generales del 10N, están pendientes de lo que pueda ocurrir este mes de marzo, cuando la formación elegirá al sustituto de Albert Rivera. También el Partido Popular . Porque la formación liderada por Pablo Casado ha hecho una clarísima apuesta pensando en clave de futuro: las próximas elecciones generales. Para el proyecto de unir a todas las fuerzas ubicadas ideológicamente a la derecha del Partido Socialista, los conservadores ven fundamental que la ganadora sea Inés Arrimadas.
Con la portavoz de Cs en la Cámara Baja, Casado y los suyos han estado en contacto en las últimas semanas para negociar unos acuerdos de coalición electoral para las elecciones autonómicas del próximo 5 de abril que sólo han acabado cuajando en el País Vasco. Fue Inés Arrimadas la que propuso a la gestora de su formación, el órgano que lleva el peso de todas las decisiones hasta la celebración del Congreso, que estudiase y debatiese alianzas con el PP para las tres elecciones previstas para este 2020: vascas, gallegas y catalanas.
La gestora, integrada de forma significativa por fieles a la portavoz del partido naranja dio el sí. Y ahora, para la dirección del PP es fundamental que, con ella al frente de partido, se puedan completar otros acuerdos hasta llegar al "España Suma" que ya ofreció Casado, sin éxito, a Rivera en las últimas generales.
Esta semana, tras escuchar a Alberto Núñez Feijóo en un desayuno informativo en Madrid, Casado defendió los acuerdos con Cs pese a haber generado una importante división interna en el caso de el País Vasco. El líder del PP sacó pecho por haber logrado "forjar" por primera vez una coalición preelectoral y abogó por revalidarla en las próximas generales para que la fragmentación del voto de centro derecha no penalice la formación de Gobierno. "No quiero esperar una tercera ocasión", sostuvo.
Tres candidatos: Arrimadas, Igea y Aparici
Junto a Arrimadas, la candidata mejor posicionada internamente para hacerse con el triunfo, concurrirán a la Presidencia de Ciudadanos el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, y el afiliado valenciano Ximo Aparici.
De los dos rivales de Arrimadas, es Igea el que más apoyos reúne y en torno al cual se ha aglutinado el denominado sector crítico. El vicepresidente de la Junta de Castilla y Léon, comunidad en la que PP y Cs cogobiernan, se ha opuesto claramente al pacto con el Partido Popular. Primero, por entender que una gestora, un órgano provisional, no debería haberse pronunciado sobre cuestiones de tanto calado para una formación política. Y después, porque cree que el partido en el que milita nació para presentar una alternativa al bipartidismo clásico.
También Igea ha sido crítico con el hecho de que su partido haya aceptado que Carlos Iturgaiz sea el candidato de la coalición PP-Cs. Pese a valorar el compromiso por las libertades en Euskadi de este político del PP, sostuvo que no es su candidato. "Nuestro objetivo, en el País Vasco, en Cataluña, en la política contra el nacionalismo es ofrecer un proyecto de país ilusionante", aseguró después de pedir a la derecha que reflexione sobre su "estrategia" de "frentismo y de dividir a los españoles". Lo hizo ante los compromisarios de Madrid este jueves en un acto en el que confirmó que se presentaría a presidir su partido.
También parece contrario a los pactos con Cs el tercer candidato. A principios de febrero, el diario Las Provincias informó de que Aparici, un empresario e ingeniero aeronáutico de Tavernes de la Valldigna (Valencia), se postularía con el objetivo de recuperar "los principios fundacionales de Ciudadanos" y volver a situar al partido en el "centro" político.
El afiliado valenciano criticó que, en los últimos tiempos, la formación naranja haya priorizado al PP a la hora de pactar gobiernos y se mostró en contra de las coaliciones con este partido promovidas por Arrimadas y la gestora para las próximas elecciones en Galicia, País Vasco y Cataluña, informa Europa Press.
Dos episodios que no benefician a Arrimadas
En el PP creen que están del lado de la ganadora, pero saben que hasta que voten los militantes no se puede cantar victoria. Es algo que conocen muy bien en el equipo de Casado, que logró suceder a Mariano Rajoy habiendo tenido como rivales a dos pesos pesados del partido como la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
En los últimos días se han producido dos episodios que, en principio, podrían afectar internamente a Arrimadas. Uno de ellos tiene que ver con las votaciones para el candidato a las autonómicas gallegas. Este viernes se supo que su candidata en Galicia, Beatriz Pino, será cabeza de cartel de Ciudadanos a la Presidencia de la Xunta después de imponerse a su máximo rival, Manuel Jesús Morgade, por sólo 16 votos de diferencia. Morgade tenía el respado de Igea.
Lo apretado del resultado hace temer en sectores de Cs que la victoria de Arrimadas no va a ser tan fácil.
El segundo caso tiene que ver con la polémica protagonizada por Andrés Betancor, asesor jurídico de cabecera de Ciudadanos y miembro de la gestora. Eldiario.es desveló que estaba a sueldo del partido naranja mientras era vocal de la Junta Electoral Central (JEC).
Según la citada información, Betancor compatibilizó su cargo en el máximo órgano electoral con despacho y sueldo a costa de Cs, falló en contra del independentismo y resolvió recursos presentados por su propio partido.
Las fechas
La elección del Comité Ejecutivo de la nueva etapa de Ciudadanos está fijada para los días 7 y 8 de marzo. Y la V Asamblea de Ciudadanos se celebrará el fin de semana siguiente, los días 14 y 15 de marzo.
La candidatura ganadora, que será el nuevo Comité Ejecutivo de Ciudadanos, tomará posesión durante la V Asamblea General.
La Asamblea será el foro en el que se vote la enmienda a la totalidad planteada por Igea y otros críticos a la propuesta de Estatutos de la gestora, un órgano controlado por Inés Arrimadas.
Las listas: segunda prueba de fuego
El proceso de negociación de la coalición en Euskadi ha sido muy complejo, sobre todo para el Partido Popular, que se ha comprometido a que la formación naranja disponga de "dos puestos de salida" en las candidaturas de PP-Cs a las elecciones al Parlamento vasco. Hace una semana, la dirección nacional de los conservadores registró esta alianza en contra de la dirección del PP vasco, un episodio que culminó en la tarde del domingo con la destitución de Alfonso Alonso como cabeza de lista.
Después de que el PP vasco manifestara en público su malestar por haber otorgado al partido de Arrimadas dos puestos de salida en unas listas a unos comicios en los que todas las encuestas les dan por debajo de los nueve escaños que ya tienen, Alonso quiso que Génova le permitiese "reconducir" la alianza. Y se topó con una negativa triple: las listas, el programa y la campaña iban a controlarse desde Madrid.
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El lunes, 24 horas después de que Casado comunicase a Alonso que no iba a ser candidato, el exministro de Sanidad de Mariano Rajoy comunicaba ante la Junta Directiva Regional del PP vasco, máximo órgano del partido entre congresos, que dejaba la presidencia por no contar con la "confianza" de su jefe de filas.
La semana que viene, el día 2, se cierra el plazo para la presentación de las listas a las autonómicas gallegas y vascas, otra prueba de fuego para conservadores y para Ciudadanos. Porque será ese el día el que se ponga negro sobre blanco el pacto firmado con Ciudadanos y que hizo saltar por los aires la relación entre el PP de Casado y Alonso y se compruebe si definitivamente son dos los cargos de Cs que van en puestos de salida o si el pacto se ve reducido a un solo puesto.
También se comprobará si Cs presenta lista propia en Galicia o si algunos de sus dirigentes acceden a ser incluidos en las listas de la candidatura que encabezará Alberto Núñez Feijóo. El presidente de la Xunta de Galicia, que gobierna con mayoría absoluta, se negó desde el primer minuto a una coalición con Cs al entender que el PP gallego, que él lidera, ya representa el espíritu de Galicia Suma.
No sólo en Ciudadanos, un partido inmerso en una grave crisis desde que su representación en el Congreso de los Diputados bajó a diez diputados en las elecciones generales del 10N, están pendientes de lo que pueda ocurrir este mes de marzo, cuando la formación elegirá al sustituto de Albert Rivera. También el Partido Popular . Porque la formación liderada por Pablo Casado ha hecho una clarísima apuesta pensando en clave de futuro: las próximas elecciones generales. Para el proyecto de unir a todas las fuerzas ubicadas ideológicamente a la derecha del Partido Socialista, los conservadores ven fundamental que la ganadora sea Inés Arrimadas.