La dimisión de Esperanza Aguirre deja al presidente del PP y del Gobierno desprotegido. Así se pudo comprobar este mismo martes escuchando a los partidos de la oposición, que creen que la marcha de la lideresa no es suficiente y que debe marcar el paso a Rajoy. A ello se suma el "desasosiego y la preocupación brutal" que según las fuentes consultadas se han instalado en el partido tras el estallido, hace una semana, de la operación Lezo. Un escándalo que está poniendo en el punto de mira a algunos miembros del Consejo de Ministros, como los titulares de Justicia o Interior.
En este contexto, la dirección nacional del PP está construyendo una línea de defensa que gira en torno a que el jefe de los conservadores no tiene a ninguno de sus ministros encerrados en prisión. "No tiene a dos ministros de su Gobierno, elegidos por él, en la cárcel", subraya un dirigente conservador en conversación con este diario en alusión a Francisco Granados e Ignacio González.
Similares argumentos empleó este martes el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, en una entrevista concedida a Onda Cero. Al portavoz del PP se le preguntó sobre si Rajoy debería asumir algún tipo de responsabilidad por no haber vigilado al extesorero Luis Bárcenas. Y esta fue su respuesta: "Haciendo la analogía podríamos decir que si algún ministro del Gobierno de España o algún vicepresidente tuviera un caso de corrupción, eso sería comparable a lo que ahora está haciendo Aguirre. En el caso del tesorero, es una persona relevante en la organización, pero no trabaja día a día con el presidente", añadió.
"En el caso de Aguirre, su problema no sólo estaba en el partido en Madrid, sino en su Gobierno", añade un dirigente regional.
También el número tres del partido, el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo, salió en defensa del Gobierno y su presidente al asegurar que está "legitimado" para seguir y que los casos de corrupción se "circunscriben" al PP madrileño.
Pero no ha sido sólo la oposición la que ha puesto el foco en Rajoy con Aguirre ya fuera del día a día político. En el partido consideran que fue la propia expresidenta madrileña la que se marchó dejando a Rajoy un recado del estilo 'yo dimito, pero tú sigues ahí sin asumir ningún tipo de responsabilidad'.
Cuando en febrero de 2016 Esperanza Aguirre dejó la presidencia del PP de la Comunidad de Madrid, los suyos pusieron en valor que asumía las "responsabilidades políticas" asociadas a haber depositado su confianza en Francisco Granados y que ponía a Rajoy el listón "muy alto" porque él no podía dar la espalda al caso Gürtel.
Este lunes, en la que parece su marcha definitiva , sus fieles también supieron leer, entre líneas, advertencias a Mariano Rajoy. "Los ciudadanos tienen derecho a exigir que los políticos asumamos todas nuestras responsabilidades con dignidad, sin dilaciones y sin excusas. Y yo tengo como norma de conducta no eludir nunca mis responsabilidades, y por eso presento mi dimisión", leyó Aguirre.
"Aguirre no tenía otra"
"Aguirre se va. No tenía otra. Y no hay más lecturas", añade un miembro del Comité Ejecutivo Nacional.
En todo caso, el día después de la marcha de Aguirre se le atragantó al partido y al Gobierno de Rajoy por varios frentes. Uno le estalló al ministro de Justicia, Rafael Catalá. Según adelantó laSexta, tras ser nombrado nuevo ministro de Justicia en el Ejecutivo, Ignacio González le remitió un SMS de felicitación al que Catalá contestó el 3 de noviembre de 2016 con estas palabras: "Gracias Nacho. Un fuerte abrazo. Ojalá se cierren pronto los líos".
¿A qué líos se refería el titular de Justicia? ¿Acaso al caso del ático? ¿A la Púnica? ¿A la Gürtel? Según el propio ministro, el mensaje de "cortesía" que mandó al expresidente madrileño nada tenía que ver con "cuestiones judiciales", sino con la gobernabilidad del país después de casi un año con un Ejecutivo en funciones.
Las fuentes del PP consultadas aseguran creerse la versión de Catalá. "Las conversaciones son interpretables", añade un dirigente que, no obstante, no oculta "cierto temor" a que sigan desvelándose mensajes de este tipo. Los conservadores no olvidan el "Luis, sé fuerte" que Rajoy dedicó a Luis Bárcenas en plena ebullición del caso Gürtel.
También se conoció este martes que González propuso a Juan Ignacio Zoido tomarse un café en una llamada de teléfono en la que le felicitó por su nombramiento como ministro del Interior. Fuentes conocedoras de estos contactos explicaron a Europa Press que dicho encuentro no llegó a celebrarse.
Este viernes, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, responderá en el Congreso de los Diputados por el encuentro que mantuvo con Pablo González, hermano del expresidente madrileño, también encarcelado.
"No levantamos cabeza"
El propio Zoido avanzó en el Senado que esa reunión fue solicitada días después de Reyes y se celebró el 8 de marzo para tratar cuestiones relativas a la seguridad de nuevos centros de Mercasa, la empresa pública que abastece a los mercados de diferentes ciudades españolas y de la que Pablo González era director de Estrategia y Operaciones.
"La situación no es cómoda, no vamos a negarlo. Pero ha quedado claro que en este país la Justicia funciona independientemente del partido político al que afecta", añade un diputado nacional. "Ya tenemos experiencia, por desgracia, en estos casos. Y son muy desagradables. La gente se desanima. Es la sensación de que no levantamos cabeza", añade.
Críticas a la dirección nacional por una defensa "tímida"
Un sector del partido, más alejado de Génova, considera que la respuesta de la dirección nacional a este escándalo, dimitida ya Aguirre, no ha sido nada contundente.
"Con las explicaciones de Catalá y la comparecencia de Nieto tenemos que dar el caso ya por zanjado. O ponemos cortafuegos, o la oposición va a seguir apuntando hacia arriba, hacia Rajoy", sostiene un parlamentario que se muestra partidario de "responder" a los "ataques" de la oposición, sobre todo de Podemos. "No tenemos por qué aguantar que se nos llame 'mafia' y 'corruptos", añade.
En un sentido similar, un dirigente provincial se queja, en conversación con infoLibre, de la ausencia de una "estrategia" desde el Gobierno para responder a este escándalo.
El presidente del Gobierno ha esquivado la operación Leza estos días en Brasil, donde viajó en visita oficial.
C's no condicionará los presupuestos a que Rajoy asuma responsabilidades por la corrupción generalizada en el PP
¿Presupuestos a salvo?
El PP lleva haciendo en los últimos días una llamada a la responsabilidad del resto de partidos para que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) salgan adelante. En el partido no niegan que los partidos de la oposición vayan a poner sobre la mesa los escándalos de corrupción como elemento de crítica en las negociaciones. Pero confían en que, al final, "por responsabilidad" saldrán adelante.
Rajoy puede disolver las Cortes a partir del 3 de mayo para la convocatoria de unas nuevas elecciones. En su entorno se muestran convencidos de que sigue queriendo agotar la legislatura.
La dimisión de Esperanza Aguirre deja al presidente del PP y del Gobierno desprotegido. Así se pudo comprobar este mismo martes escuchando a los partidos de la oposición, que creen que la marcha de la lideresa no es suficiente y que debe marcar el paso a Rajoy. A ello se suma el "desasosiego y la preocupación brutal" que según las fuentes consultadas se han instalado en el partido tras el estallido, hace una semana, de la operación Lezo. Un escándalo que está poniendo en el punto de mira a algunos miembros del Consejo de Ministros, como los titulares de Justicia o Interior.