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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Vox pincha el globo de Moreno: o logra mayoría absoluta o tendrá que aceptar a Olona como vicepresidenta

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Toda la estrategia del PP para conservar la Junta de Andalucía pasa por forzar a los demás partidos a reconocer el supuesto derecho del partido más votado a gobernar en solitario. El gobierno de la lista más votada es una de las ideas que el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, repite con más frecuencia, a pesar de ser contraria a la Constitución y a las leyes españolas, que consagran un modelo parlamentario en el que los ejecutivos nacen de la formación de mayorías en el Congreso o en las asambleas autonómicas. Y a pesar de que el propio PP la incumplió en todas partes en 2018 y 2019.

Es lo mismo que el PP intentó sin éxito en Castilla y León. No lo consiguió, pero en Andalucía pretenden justificarlo en una mayoría más amplia, parecida a la que obtuvo Isabel Díaz Ayuso en Madrid en mayo de 2021.

El problema, para el PP, es que Vox insiste en que no pasarán por menos que en Castilla y León. Y recuerdan que, si no consiguen entrar en el Gobierno de la Junta de Andalucía, su decisión de votar en contra de la investidura de Moreno es firme.

Con el viento de las encuestas soplando a favor, convencidos de que el PSOE no se recuperará y de que Vox está lejos de representar una amenaza para el PP, en Génova dan por seguro que el 19 de junio, cuando acabe el recuento de papeletas, estarán muy cerca de la mayoría absoluta. Así que ya trabajan en la construcción de un relato que les sirva para presionar a Vox —y al PSOE— en busca de las abstenciones que necesitarían para que Juanma Moreno superase la investidura.

La campaña electoral empieza el viernes y el PP se prepara para darlo todo. Esta semana irán los barones autonómicos convocados a visitar Andalucía (el murciano Fernando López Miras y el castellano y leonés Alfonso Fernández Mañueco ya lo han hecho y este martes será el turno de la madrileña Isabel Díaz Ayuso), pero el equipo de Juanma Moreno no quiere que vuelvan. Y aunque la campaña propiamente dicha girará en torno al candidato, el partido cree que puede sacar rendimiento al llamado efecto Feijóo, así que ha diseñado una caravana propia para el líder del PP, que en quince días visitará seis provincias andaluzas: Málaga, Granada, Cádiz, Jaén, Almería y Sevilla. Moreno y Feijóo coincidirán, de momento, sólo un día: en el acto central de campaña programado para el día 11.

La posición de los ultras

Pero Vox no se abstendrá y eso desmorona toda la estrategia del PP, porque con una “mayoría amplia” Moreno no puede conseguir la investidura. Los de Santiago Abascal quieren gobernar, igual que en Castilla y León. Su portavoz, Jorge Buxadé, advirtió este lunes que votarán en contra de la investidura de Moreno si no cuenta con ellos para un ejecutivo de coalición: “El PP tendrá que decidir, no vamos a dar ni un voto gratis, ni siquiera una abstención”. “Queremos decidir las políticas del Gobierno de la Junta, ya no nos conformamos con que haya un nuevo gobierno con caras y siglas nuevas”; “En el supuesto de que gane, el PP tendrá que aclararse: con el PSOE o con Vox”, concluyó.

El propio Abascal había insistido horas antes en la misma idea en un acto en Almería en apoyo de su candidata, Macarena Olona. “Si el PP tiene más escaños que la izquierda y necesita los escaños de Vox, que no piense que los va a obtener gratuitamente o que va a obtener una abstención”. Se ha “terminado” ese “debate”: si el PP "no cuenta con nuestras ideas, nuestras convicciones y el programa que traemos a Andalucía, en cada votación, tendrán un ‘no’ detrás de otro”.

Oficialmente, el PP asegura que le gustaría repetir el gobierno de coalición con Ciudadanos, porque “ha funcionado”. Pero si no es posible —algunas encuestas adelantan la práctica desaparición de los naranjas— buscarán un gobierno “en solitario”, explicó este lunes en rueda de prensa en la sede madrileña del PP Elías Bendodo, coordinador general de la dirección de Feijóo y número dos de Juanma Moreno.

El PP confía en que la estrategia de Feijóo consolide y amplíe su poder municipal y autonómico

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En realidad, según fuentes del PP, lo que esperan es un resultado lo suficientemente amplio —más escaños que la suma de todos los partidos de la izquierda— como para apoyar su exigiencia de una abstención primero de Vox y después del PSOE. 

El candidato del PSOE, Juan Espadas, confirmó hace un mes en una entrevista concedida a infoLibre que no tiene intención de facilitar un gobierno del PP en solitario. “Yo no voy a facilitar con mi abstención que gobierne un señor que, al día siguiente de que lo pongamos como presidente, pacte todas las políticas con Vox”, señaló entonces Espadas. “Si hablamos del apoyo a la lista más votada o de cordones sanitarios tiene que ser con seriedad y por escrito. A la extrema derecha no se le puede dar un día la mano y al otro pretender gobernar solo”, advirtió. 

Instalado en la ola de las encuestas, Moreno no quiere aclarar nada. “Yo aspiro a una mayoría amplia, voy a luchar por un gobierno en solitario, y de ahí no me va a bajar nadie. Voy a dejarme la piel para convencer al máximo número de ciudadanos andaluces de que la única opción viable para gobernar es la nuestra”. ¿Pactará con Vox si lo necesita?, le preguntaron. “Estamos a 20 días” de la votación y no hace “hipótesis”, alegó.

Toda la estrategia del PP para conservar la Junta de Andalucía pasa por forzar a los demás partidos a reconocer el supuesto derecho del partido más votado a gobernar en solitario. El gobierno de la lista más votada es una de las ideas que el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, repite con más frecuencia, a pesar de ser contraria a la Constitución y a las leyes españolas, que consagran un modelo parlamentario en el que los ejecutivos nacen de la formación de mayorías en el Congreso o en las asambleas autonómicas. Y a pesar de que el propio PP la incumplió en todas partes en 2018 y 2019.

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