El Partido Popular no acaba de creerse el 'no' de Pedro Sánchez a facilitar la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Da igual que los socialistas lleven desde un día después de las elecciones generales del pasado domingo insistiendo en que ni se abstendrán en el pleno de investidura ni mucho menos votarán a favor. Y da igual que Sánchez le trasladase este miércoles a Rajoy este mismo mensaje de forma personal en la Moncloa en su primera toma de contacto tras los comicios. Los conservadores subrayan que "ha llegado la hora de la alta política" y confían en que, con el paso del tiempo, nuevas reuniones y alguna concesión, el PSOE acabe dando su brazo a torcer. "No hemos tirado la toalla, ni mucho menos", subraya a infoLibre un miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP que insiste mucho en que el segundo partido en votos tiene una "enorme responsabilidad" de lo que ocurra en España a partir de ahora.
Precisamente a la "responsabilidad" del PSOE van a apelar desde el PP en todo este proceso. Ya lo dejó claro este miércoles en rueda de prensa su vicesecretario de Organización y Electoral, Fernando Martínez Maíllo: "La responsabilidad en democracia no está sólo en el partido que tiene que formar Gobierno", dijo al mismo tiempo que recalcaba que en este momento "estamos al comienzo del proceso, ante la primera ronda de contactos. Ante el primer no". En el entorno de Rajoy confían en que calen este tipo de mensajes.
Por mucho que desde el PP y el Gobierno en funciones se recuerde que la semana que viene continuarán los contactos con Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos), su plan A era el PSOE y, pese a las negativas de Sánchez lo seguirá siendo. Y lo es porque sin sus 90 escaños las cuentas no les salen.
El PP obtuvo el pasado 20-D 123 escaños, una cifra muy alejada de la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, ubicada en 176 diputados. Los conservadores dan por hecho que Rajoy no saldrá proclamado en la primera votación, precisamente porque se requiere mayoría absoluta. Ni siquiera en la segunda, a partir de la cual ya basta con mayoría simple. Pero sí confían en lograrlo en alguna de las que se produzca en los dos meses de los que dispone la Cámara baja para investir presidente. Agotado este plazo, lo siguiente sería la convocatoria de elecciones.
Los tres elementos
¿Qué lleva a pensar al PP que el 'no' de Sánchez no es definitivo? "Para ellos, sería el mal menor", responde un dirigente nacional. Son varios los elementos que los dirigentes conservadores consultados meten en la coctelera cuando se les pregunta sobre el porqué de su confianza en que los socialistas den un giro. Uno: un pacto con Podemos les dejaría seriamente tocados. Dos: son los menos interesados en un nuevo escenario electoral. Y tres: si la Presidencia de la Generalitat se desbloquea, el desafío soberanista también puede volverse en contra de Pedro Sánchez.
En el PP opinan que un eventual pacto del PSOE con Podemos –sus escaños más los de Iglesias, coaliciones incluidas, sumarían 159, por lo que tendrían que seguir buscando apoyos–, además de no resolver por sí sola la investidura de Sánchez, sería "el fin de su carrera política". "¿Qué pensarían los votantes socialistas? Se sentirían decepcionados pensando que, para ese final, habría sido mejor votar a Iglesias", reflexiona un diputado electo el pasado domingo.
Además, añade, que dado que, a día de hoy, Iglesias no parece dispuesto a ceder en ninguna de sus líneas rojas, el PSOE, el principal partido de la oposición, arriesgaría mucho en imagen cediendo a las peticiones de Podemos. Justificar el acercamiento a Podemos
Una de las líneas rojas de Iglesias, la del referéndum, conecta con el tercero de los puntos: el de la situación en Cataluña. En el PP consideran que si en los próximos días se resuelve la Presidencia de la Generalitat y se da el pistoletazo de salida hacia la anunciada república independiente catalana, el PSOE va a tener muy difícil justificar cualquier gesto encaminado a conseguir el apoyo de Podemos.
Este mismo miércoles, Pedro Sánchez, sin citar a Podemos, sostuvo que "frente a las líneas rojas que plantean algunos", ellos "van a tender puentes": "Los españoles quieren cambio, que dialoguemos y nos entendamos. Y el voto de los españoles nos vale. Repetir elecciones es la última de la opciones", recalcó. Cuando el secretario general de los socialistas dice que "repetir elecciones es la última de las opciones" en el PP creen que, efectivamente, lo dice muy convencido.
En el cuartel general de los conservadores aseguran que, ante un eventual escenario de repetición de elecciones, Podemos sería uno de los grandes beneficiados. Porque se haría con gran parte del voto de los socialistas. "El PSOE tiene que tener mucho cuidado estos meses. Porque se va a retratar y si intenta competir con Iglesias, a lo mejor la gente cree que habría sido mejor votar a Iglesias", añade un dirigente regional.
Una nueva convocatoria electoral conllevaría que el PSOE tuviese que celebrar primarias para la elección del candidato. Y Sánchez no ha salido precisamente reforzado este 20-D como para que no le surgiesen rivales internos.
El PP dice también no querer elecciones. "No es un escenario previsto, ni previsible", sostuvo Maíllo en la rueda de prensa. No obstante, son conscientes de que sin el apoyo del PSOE lo tienen muy complicado para desatascar las negociaciones. En este caso, las fuentes consultadas creen que, junto al PSOE, el otro gran perjudicado sería Albert Rivera. Sin pasar por alto que cabe la posibilidad de que en sectores conservadores se abriese el debate de si realmente Rajoy debería repetir como candidato.
El papel del PNV
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El propio Rajoy no ha ocultado que sus prioridades a la hora de negociar son el PSOE y Ciudadanos, fuerza con la que el camino está más abonado. Pero el PP no va a cerrarse ninguna puerta, aprovechando sobre todo estos días previos a que el 13 de enero se constituyan las Cámaras. La batalla más inmediata es la de la presidencia del Congreso, la del Senado y la de la configuración de las Mesas, los órganos de Gobierno de ambas Cámaras. Sánchez ya dejó claro a Rajoy este miércoles su intención de pelear para que su partido acabe ostentando la Presidencia del Congreso. El partido de Rajoy dice no renunciar a ello, pero insiste en que "está algo más importante en juego que el reparto de sillas". En todo caso, insisten en que la Mesa es un reflejo del resultado electoral y que ahí, por muy plural que sea, debe verse que el PP ha sido la fuerza más votada.
Es en este contexto en el que el PP podría iniciar contactos con formaciones como el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Si nos atenemos a las declaraciones que la noche electoral hizo el cabeza de lista del PNV al Congreso por Bizkaia, Aitor Esteban, hay poco margen para que sus seis escaños acaben sirviendo al PP. "Lo que quieren" los vascos, dijo, "es que haya un cambio en el Gobierno de Madrid". Pero los conservadores no lo dan todo por perdido. "Hay temas del futuro de Euskadi en los que podríamos encontrar puntos comunes", señala una de las fuentes consultadas por este diario.
La Mesa del Congreso de los Diputados está compuesta por nueve miembros: una presidencia, cuatro vicepresidencias y cuatro secretarías. En la legislatura que culmina cinco de estos nueve puestos, Presidencia incluida, los ha ocupado el PP. Tres fueron a parar al PSOE y uno a CiU.
El Partido Popular no acaba de creerse el 'no' de Pedro Sánchez a facilitar la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Da igual que los socialistas lleven desde un día después de las elecciones generales del pasado domingo insistiendo en que ni se abstendrán en el pleno de investidura ni mucho menos votarán a favor. Y da igual que Sánchez le trasladase este miércoles a Rajoy este mismo mensaje de forma personal en la Moncloa en su primera toma de contacto tras los comicios. Los conservadores subrayan que "ha llegado la hora de la alta política" y confían en que, con el paso del tiempo, nuevas reuniones y alguna concesión, el PSOE acabe dando su brazo a torcer. "No hemos tirado la toalla, ni mucho menos", subraya a infoLibre un miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP que insiste mucho en que el segundo partido en votos tiene una "enorme responsabilidad" de lo que ocurra en España a partir de ahora.