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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

El PP se conjura contra las encuestas publicadas y sostiene que sigue siendo primera fuerza

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Los dirigentes del Partido Popular convocados este lunes al Comité Ejecutivo Nacional llegaban golpeados por las encuestas que señalan que el partido ha dejado de ser el favorito de los ciudadanos. Una tendencia, que se mantiene desde la bofetada que recibieron en las pasadas elecciones europeas. De hecho, este mismo domingo se desayunaron una muy pesimisma en las páginas del diario El País en la que descienden hasta la tercera posición tras Podemos y el PSOE. Frente a este escenario, Mariano Rajoy dibujó otro más optimista a los suyos.

Según mantuvo ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido, no ha habito trasvase de votos de su electorado hacia otras formaciones. "Muchos están en la abstención", les dijo tras garantizar que en los sondeos que maneja el partido, que reflejan un panorama opuesto a los de los medios de comunicación, ellos son "la primera fuerza política".

En estos mismos estudios demoscópicos, que fueron analizados durante el pasado fin de semana por el núcleo duro del partido junto al sociólogo Pedro Arriola, Podemos, la formación liderada por Pablo Iglesias, ocupa el segundo lugar en un escenario de elecciones generales.

Ya en el turno de ruegos y preguntas, el presidente del PP y del Gobierno volvió a repetir estas mismas ideas cuestionado por Esperanza Aguirre. La presidenta del PP de Madrid y aspirante a encabezar la lista del Ayuntamiento de la capital, mostró su preocupación por la última encuesta publicada por el diario del grupo Prisa. Pero sosstuvo que se quedaba "muy tranquila" al escuchar a Rajoy decir que el presidente sigue siendo la "primera fuerza". Éste asintió.

Sin pistas sobre los candidatos

Una de cal y otra de arena. Pese al mensaje de optimismo que el presidente quiso trasladar a los suyos, gran parte de los asistentes, muchos de ellos barones autonómicos, se marcharon como llegaron: con las manos vacías. Pocos esperaban que de la reunión de hoy saliesen proclamados candidatos a los comicios de mayo. Pero lo que sí se esperaba era un calendario concreto. Y no ocurrió. Rajoy dio órdenes expresas a la secretaria general para que abra ya el proceso de elección de candidaturas. No obstante, no hay fecha aproximada en la que vayan a conocerse candidatos como los de Madrid o la Comunidad Valenciana, que son los que más en vilo tienen al partido. Ni siquiera se sabe si los de Madrid se conocerán antes de la Convención Nacional que se celebrará los días 23, 24 y 25 de enero. Sigue previsto el acto de proclamación de candidaturas. Pero ahora no se sabe si será en febrero, como se anunció, o en marzo.

El único misterio que se desveló fue el de coordinador de campaña. El elegido es Carlos Floriano, responsable del área electoral de su partido. Su proceso de elección ha estado rodeado de cierta polémica interna porque algunos de sus compañeros creen que su trabajo en las europeas no le avalaba para repetir en el cargo.

El objetivo: recuperar 2,8 millones de votos

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En las últimas elecciones generales, 10.866.566 españoles, el 44,63% de los que acudieron a votar, respaldaron al partido que preside Mariano Rajoy. La cifra está muy lejos de la que obtendría ahora tal y como figura en las encuestas –en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) rebajaba el porcentaje hasta el 27,5%–. Pero los conservadores han puesto su objetivo ahora en reconquistar a aquellos electores que en noviembre de 2011 metieron en el sobre la papeleta del Partido Popular y ahora dicen que o no votarán o votarán en blanco. Las fuentes de la formación consultadas recientemente por infoLibre pusieron número a ambos conceptos: 2,3 millones de antiguos votantes conservadores estarían ahora en la abstención y medio millón en el voto en blanco. En total, 2,8 millones.

Los datos facilitados por el PP se parecen bastante a los de la última encuesta del CIS, realizada en octubre. De acuerdo con el CIS, los 10,8 millones de personas que votaron al PP en 2011 se distribuirían ahora de la siguiente manera: 6,0 millones dicen que volverán a votar al PP; 2,5 millones declaran que se abstendrán, votarán en blanco o señalan la opción “no saben/no contestan”, y otros 2,3 millones aseguran que apoyarán a otros partidos. De este último grupo, las principales transferencias de votos se producen hacia el PSOE (unos 685.000 apoyos) y hacia Podemos (unas 665.000 papeletas).

La cifra de aquellos votantes suyos que hoy votarían en blanco, es decir los que no introducirían papeleta alguna en el sobre, supera incluso a la del total de personas que optaron por esta misma opción en 2011. Frente al medio millón que calcula el PP ahora, en las pasadas generales, 333.461 electores, votaron en blanco. Expertos electorales consultados constantan que las previsiones apuntan a que, de celebrarse hoy elecciones, la cifra sufriría un importante incremento. Una subida con la que cuentan los conservadores en sus cálculos.

Los dirigentes del Partido Popular convocados este lunes al Comité Ejecutivo Nacional llegaban golpeados por las encuestas que señalan que el partido ha dejado de ser el favorito de los ciudadanos. Una tendencia, que se mantiene desde la bofetada que recibieron en las pasadas elecciones europeas. De hecho, este mismo domingo se desayunaron una muy pesimisma en las páginas del diario El País en la que descienden hasta la tercera posición tras Podemos y el PSOE. Frente a este escenario, Mariano Rajoy dibujó otro más optimista a los suyos.

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