El Partido Popular aprovechó este jueves para hurgar en la herida del veto de ERC al socialista Miquel Iceta. Los conservadores, a los que el rechazo a que el líder del PSC sea designado senador por el Parlament les echa por tierra ese argumento de que Pedro Sánchez está rendido a los independentistas, desplegaron una doble estrategia: de un lado, no se acaban de creer el veto y creen que hay que entenderlo en un contexto de campaña electoral. De otro, creen que lo ocurrido en la Cámara catalana debería hacer reflexionar a Sánchez sobre su investidura y poner el foco en acercarse a Ciudadanos.
En plena competición por el liderazgo de la derecha con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en Génova creen que un acercamiento del PSOE al partido naranja les dejaría a ellos gran parte del espacio ideológico. Sólo les quedaría restar fuerza a Vox, que ya está experimentando un importante desgaste en las encuestas para el 26M.
La encargada de exponer en primer lugar las dudas del PP sobre lo ocurrido en el Parlament fue la cabeza de lista del PP a las elecciones europeas y portavoz en el Congreso, Dolors Monsterrat. En una entrevista concedida a la cadena Cope, la dirigente conservadora calificó de "trampa de trileros" lo que considera "un divorcio fingido entre Sánchez y los independentistas".
"Es puro postureo y teatro electoral entre el PSOE y los independentistas para obtener rédito electoral", señaló convencida de que tras las elecciones "llegará la reconciliación y el pacto" entre los socialistas y los independentistas.
Recurso ante el TC
¿Está alimentando el PP con esto la posibilidad de que Iceta, pasados los comicios del próximo 26 de mayo, vuelva a intentar ser nombrado senador por designación del Parlament? Las fuentes consultadas aseguran que en política todo es posible. Pero no niegan que los socialistas tendrían que elegir ahora a un nuevo presidente del Senado y que, después, este renunciase, lo que también sería arriesgado en términos de imagen para la persona designada, sin pasar por alto el desgaste que supondría seguir teniendo a Iceta en el foco.
El jefe de los socialistas catalanes tendría que volver a ser propuesto como senador del PSC por designación autonómica ya con la garantía de que la iniciativa fuese a salir adelante. "Estamos ante una situación inédita: el PSC tendrá que nombrar al sustituto del senador José Montilla una vez fracasado el intento con Iceta. Pero tampoco hay que perder de vista que el caso va a acabar en manos del Constitucional, por lo que la situación podría volver a la casilla de salida", explican fuentes parlamentarias.
De momento, ni Iceta parece dispuesto a aceptar llegar a la Presidencia del Senado una vez arrancada la legislatura ni el PSOE a proponer un candidato al Senado por el Parlament hasta que el TC se pronuncie, según informa Europa Press. Las sesiones constitutivas de Congreso y Senado serán el martes de la semana que viene.
En 2002, Esperanza Aguirre renunció a la presidencia del Senado para ser candidata del PP a la Comunidad de Madrid. La sustituyó en la Cámara Baja el expresidente de la Comunidad de Madrid Juan José Lucas. No sería, pues, inédito que el presidente de esta institución cambie arrancada ya la legislatura.
Contexto de campaña electoral
Más allá de este escenario, la esencia de lo que pretende trasladar el PP es que el PSOE no ha roto para nada su relación con los independentistas. Y que, por ahora, Iceta ha pagado el precio de que estamos en plena campaña electoral.
"Hemos visto los primeros pasos en la danza de la seducción entre socialistas e independentistas, lo que ahora es un 'no' es 'no' después de las elecciones será 'sí' es 'sí'", dijo de otra forma Esteban González Pons, número dos del PP al Parlamento Europeo durante un acto en Las Palmas.
El dirigente conservador consideró que los españoles asisten "sorprendidos a un paripé entre socialistas e independentistas, que no es más que un juego de seducción para la investidura de Sánchez con los votos de Bildu y ERC".
Feijóo habla de "señuelo"
En una línea similar, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, consideró que el veto se podría deber a "un señuelo más" del PSOE para "distanciarse" de los independentistas.
Según sostuvo el único barón autonómico del PP que gobierna con mayoría absoluta personas "que conocen muy bien" la política en Cataluña "están advirtiendo de que esto es un señuelo del Partido Socialista para que, durante la campaña, haya un distanciamiento con el mundo independentista".
"Mi opinión definitiva se la daré cuando finalicen las elecciones. Si es verdad que el PSOE quiere nombrar al señor Iceta presidente del Senado o si, por el contrario, este lío hay que montarlo para pensar que el PSOE y los independentistas no van a gobernar juntos", valoró antes de añadir que esto último, "naturalmente, no se lo cree nadie".
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"Otras fuerzas constitucionalistas"
Mientras, Casado desplegó un mensaje que, a tenor de los de otros dirigentes de su partido, podría parecer contradictorio. A su juicio, lo ocurrido en el Parlament con Iceta "condiciona" la investidura de Pedro Sánchez. Por ello le recomendó que "explore otras fórmulas constitucionalistas". Se refería a Ciudadanos, pero no mencionó al partido naranja de forma expresa.
A ojos del jefe de los conservadores, el presidente del Gobierno en funciones se ha "equivocado en el fondo y en la forma" al proponer a Iceta.
El Partido Popular aprovechó este jueves para hurgar en la herida del veto de ERC al socialista Miquel Iceta. Los conservadores, a los que el rechazo a que el líder del PSC sea designado senador por el Parlament les echa por tierra ese argumento de que Pedro Sánchez está rendido a los independentistas, desplegaron una doble estrategia: de un lado, no se acaban de creer el veto y creen que hay que entenderlo en un contexto de campaña electoral. De otro, creen que lo ocurrido en la Cámara catalana debería hacer reflexionar a Sánchez sobre su investidura y poner el foco en acercarse a Ciudadanos.