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El PP deja una deuda de 77.000 millones en comunidades y grandes ayuntamientos donde perdió

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El Partido Popular y el Gobierno han hecho en estos últimos años de la denuncia de la herencia recibida uno de los ejes de su discurso. No hay sesión de control al Ejecutivo en el Congreso o en el Senado en la que Mariano Rajoy no se haya envuelto en la bandera de la recuperación después de señalar que su hazaña tiene mucho mérito si se tiene en cuenta el panorama que se encontró cuando el PSOE pasó a la oposición. Lo mismo ha ocurrido en las comparecencias y actos de partido. Ahora, tras el 24-M, los conservadores han visto desaparecer todas sus mayorías autonómicas y 2,4 millones de votos en las municipales. Esto ha implicado que dejen de ser el partido de Gobierno en muchos territorios y consistorios. Y que, por tanto, sean ellos ahora los que dejen en herencia, sobre todo a fuerzas de izquierda, los frutos de su gestión.

En el plano autonómico, el partido de Rajoy ha perdido la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Baleares, Aragón, Extremadura y Cantabria. Al cierre de 2010 –las pasadas autonómicas se celebraron en mayo de 2011– todas estas regiones sumaban una deuda de 36.327 millones de euros. Esta misma cifra, en el primer trimestre de 2015, casi se ha duplicado y llega a los 70.352 millones según datos del Banco de España. El porcentaje de incremento es del 93,6%.

Los datos de deuda del total de las 17 comunidades autónomas al cierre del primer trimestre de 2015 fueron de 240.411 millones de euros.

En la esfera municipal, la situación mejora, aunque no de forma significativa. De las capitales de provincia más pobladas que detalla el Banco de España, el partido de Mariano Rajoy ha perdido Madrid, Sevilla  y Valencia. Al cierre de 2010, la deuda de estos  ayuntamientos –sólo la de Madrid era de 6.453 millones– sumaba 7.797 millones de euros. Los datos del primer trimestre de 2015 mejoran en más de 700 millones hasta los 7.089.

Sumando la deuda de las seis comunidades que cambian de manos a las de estos tres ayuntamientos –se han perdido muchos más pero estos son los más grandes–, la cantidad resultante es de 77.441 millones de euros.

A continuación, infoLibre repasa de forma detallada la herencia que deja el PP.

Comunidad Valenciana

A esta comunidad, tradicional feudo conservador, solo la supera en deuda Cataluña. Los últimos datos, del primer trimestre de este año, sitúan la deuda pública en los 37.615 millones. La de Cataluña es de 64.792. La cifra de esta comunidad que hasta el 24-M estuvo en manos de Alberto Fabra es la peor de toda la serie desde el año 2000, cuando la cantidad adeudada estaba en los 6.004 euros.

En términos de Producto Interior Bruto (PIB), el déficit de la Comunidad Valenciana fue en el primer trimestre de 2015 del 37,5%, 17,8 puntos por encima del porcentaje del año 2010.

Junto a Madrid y Baleares, la Comunidad Valenciana ha sido, de las tradicionalmente gobernadas por el PP, de las más insistentes a la hora de reclamar al Gobierno central una reforma en el sistema de financiación. A principios de año, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó claro que habría que esperar a la siguiente legislatura.

Los conservadores de la Comunidad Valenciana achacan en gran parte a la corrupción el haber cedido el testigo a los socialistas en la región. Pero también reparten culpas para el Gobierno central.

El año pasado, desde la Generalitat Valenciana se recordaba que la institución recibía "algo menos de 8.200 millones" para cubrir gastos de sanidad y educación. Unos gastos que, sin contar bienestar social, sumaban 9.200 millones de euros. Según estos cálculos, faltaban al menos 1.000 millones para cubrir las necesidades mínimas.

Pérdida de puestos de trabajo

Datos de Hacienda demuestran que esta comunidad ha sido de las más obedientes a la hora de cumplir con plan de reforma de las administraciones públicas. Al arranque de la legislatura, la Generalitat tenía registradas 82 entidades públicas. El año pasado, ya se habían suprimido la mitad.

El ahorro calculado es de unos 1.400 millones de euros. Pero esto ha implicado también el despido de más de 3.000 trabajadores públicos.

En materia de empleo, la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2011 ubicaba la tasa de paro de esta comunidad en el 24,1%. En el primer trimestre de 2015 fue del 24,3%.

Castilla-La Mancha

De las comunidades que pasan de manos del PP a otras fuerzas políticas, Castilla-La Mancha es otra de las que peor legado deja en lo económico, duplicándose la deuda que María Dolores de Cospedal se encontró cuando ganó las autonómicas de mayo de 2011.

Castilla-La Mancha, que ahora pasará a manos socialistas, cerró el año 2010 con una deuda de 6.110 millones. Y, el mismo dato al cierre del primer trimestre de 2015 se multiplica por dos hasta los 12.865 millones de euros. Al igual que ocurre con la Comunidad Valenciana, el dato es el peor de la serie histórica desde el año 2000.

En términos de PIB, esta deuda supone ahora el 33,7% frente al 15,6% registrado en el conjunto del año 2010.

Junto a la Comunidad de Madrid, que seguirá estando en manos del PP con Cristina Cifuentes al frente, Castilla-La Mancha ha sido considerado el laboratorio de pruebas de los recortes que después Mariano Rajoy ha aplicado desde el Gobierno central.

Pese a estas políticas, la secretaria general del PP no ha evitado dejar el Gobierno regional con los peores datos de deuda de los últimos quince años.

Desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha siempre se ha insistido en que Cospedal ha gobernado sin desmontar los servicios sociales básicos y que todas las decisiones difíciles que ha tenido que tomar han venido motivadas por la situación en la que se encontró cuando accedió al Gobierno tras derrotar al socialista José María Barreda.

Según un informe del Banco de España publicado en verano de 2013, desde 2007 se ha observado "un incremento generalizado del endeudamiento" en todas las comunidades autónomas. El documento citaba a Castilla-La Mancha y Valencia, además de a Cataluña, como las comunidades "que alcanzaron mayores niveles de deuda en porcentaje de su PIB regional".

Cuando Cospedal llegó al Gobierno, la tasa de paro estaba en el 21,79%. Los datos del primer trimestre de 2015 superan esta cifra hasta el 28,7%

Baleares

El dirigente conservador José Ramón Bauzá, ya en retirada, dejará a la socialista Francina Armengol una deuda en Baleares del 29,5% del PIB, frente al 17% que se encontró al principio de la legislatura. En millones de euros, la cantidad es de 7.948, frente a los 4.458 del cierre de 2010. El incremento ha sido, pues, del 78%.

En porcentaje del PIB, la deuda de Baleares es del 29,5%, sólo superada por la Comunidad Valenciana (37,5%), Castilla-La Mancha (33,7) y Cataluña (32,2%). En 2010, medio año antes de que Bauzá obtuviese la presidencia de las islas, el déficit era del 17%. 

Pocos meses antes de las elecciones, Armengol ya se quejaba de la herencia que podría recibir del Partido Popular. La candidata del PSIB criticó al Gobierno de Bauzá por considerarse «el Govern de los trabajadores» y aseguró que la «herencia Bauzá» son «8.000 millones de deuda pública», «precariedad laboral» y que ha situado a Balears «los últimos en inversión por cápita».

Tras estos datos y tras la debacle del 24-M también ha habido consecuencias internas para el partido presidido por Mariano Rajoy. Ya casi desde la noche electoral, Bauzá fue de los primeros barones del partido en anunciar que daba un paso atrás y que quería que se abriese un proceso para que se le sucediese al frente del partido. Llegó incluso a pedir a Génova, sede nacional del partido, que permitiese celebrar el congreso en el que cederá el testigo este verano.

La dirección nacional del partido, no obstante, no quiere que se abran procesos sucesorios hasta después de las generales. En el caso de Bauzá va a permitir que este abandone sin congreso y que otro dirigente del partido en Balerares –todavía por definir– lo presida de forma transitoria hasta la celebración del cónclave. Bauzá se ha encontrado con un fuerte sector crítico que le ha pedido que se marche ya para no tener paralizada la actividad del partido.

En Baleares, no obstante, la Encuesta de Población Activa (EPA) habla de una ligera mejora. El primer trimestre de 2011 la tasa fue del 25,36%. Los últimos datos, del primer trimestre de este año, son del 22,3%.

Aragón

Como Bauzá y Fabra, Luisa Fernanda Rudi fue otro de los cargos del PP de Rajoy que anunció, tras ver que las cuentas no le salían para gobernar, que no volverá a presidir el partido ni a ser candidata. 

Los datos que deja no son buenos. A finales de 2010, la deuda de Aragón era de 2.901 millones de euros. Ahora, la cantidad crece y se multiplica por dos. Según datos del Banco de España del primer trimestre de este año, Rudi deja a su sucesor, el socialista Javier Lambán, una deuda de 6.064 millones de euros.

En función de su PIB, Aragón presenta ahora una deuda del 18,1, casi diez puntos más que al cierre del año 2010.

El paro también sube pero de forma menos acusada que la deuda. En el primer trimestre de 2011, la EPA ubicaba el paro en Aragón en el 17,95%. Los primeros datos de 2015 apuntan al 18,6%.

Extremadura y Cantabria

Las cantidades de deuda no llegan a los niveles de los apartados anteriores, pero si se comparan las cantidades de estas dos comunidades en las que el PP cede el testigo con las que figuraban al cierre de 2010 los incrementos son muy considerables llegándose casi a duplicarse, como es el caso de Extremadura, o yendo incluso más allá, como ocurre con Cantabria.

José Antonio Monago deja en manos del socialista Guillermo Fernández Vara una deuda de 3.307 millones de euros, casi el 90% más de la cantidad con la que se cerró el año 2010 (1.747 millones). En términos de PIB pasa del 9,7% de 2010 al 19% del primer trimestre de este año.

El paro, utilizando los datos de la EPA también ha subido en esta legislatura. Poco antes de llegar al poder en la Junta de Extremadura el conservador Monago, en el primer trimestre de 2011, la tasa de paro era del 25,06%. El mismo periodo de este año ofrece una cantidad cinco puntos por encima: 30,02%

En Cantabria, la deuda se ha incrementado el 153% entre 2010 y el primer trimestre de 2015. Ha pasado de los 992 millones de euros a los 2.517. En porcentaje del PIB, pasa del 7,7 al 20,4%. De los 2.517 millones, 1.517 son deuda bancaria.

Esta misma semana, Ignacio Diego, el presidente saliente, comparó la deuda generada por su Gobierno frente al último de PRC-PSOE entre 2007 y 2011. Según sostuvo, de los 2.517 millones de euros, 1.819 se acumularon durante el Gobierno de coalición de regionalistas y socialistas. "La deuda que dejó el anterior Gobierno era, hasta mayo de 2011, de 1.293 millones, pero a esa cifra hay que sumar 326 millones de facturas en los cajones y 200 millones de financiación estructurada que empezaron a computar en 2012", dijo. En este contexto, subrayó que la deuda atribuible a su Gobierno, hasta 31 de marzo de 2015 —última cifra oficial conocida—, es de 698 millones de euros", la "necesaria" para "sufragar los déficits contraídos" por el Ejecutivo.

Miguel Ángel Revilla (Partido Regionalista de Cantabria) (Partido Regionalista de Cantabria)volverá a presidir esta comunidad en la que dejó una tasa de paro del 16,37% respecto a la población activa y se la encontrará en el 18,5%, más de dos puntos por encima.

Ayuntamientos: Madrid, Sevilla y Valencia como ejemplo

En el ámbito municipal, la situación mejora respecto al panorama autonómico. De las capitales de provincia más pobladas que detalla el Banco de España en su apartado destinado a las corporaciones locales, el partido de Mariano Rajoy ha perdido Madrid, Sevilla y Valencia. Al cierre de 2010, la deuda de estos ayuntamientos –sólo la de Madrid era de 6.453 millones– sumaba 7.797 millones de euros. Los datos del primer trimestre de 2015 mejoran en más de 700 millones hasta los 7.089.

De los seis grandes ayuntamientos de España –Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza– el de Madrid, que el PP ha cedido a Manuela Carmena (Ahora Madrid), sigue siendo el campeón de la deuda. Al cierre del primer trimestre de 2015, la cantidad ascendía a los 5.892 millones, el grueso de la deuda que suman las seis ciudades que refleja el Banco de España en sus estudios. Y es que, la deuda de Madrid sumada a la de Barcelona, Málaga, Sevilla, Zaragoza y Valencia es de 9.431 millones de euros. Es decir, que el Ayuntamiento que tiene en sus manos Carmena aglutina el 62,47% de la deuda de los ayuntamientos de capitales de provincia con más de 500.000 habitantes. Y es muy superior a la suma de la deuda del resto de capitales de provincia españolas: 4.634 millones de euros hasta marzo de 2015.

Pese a lo importante de la cantidad, el Ayuntamiento de Madrid ha ido mejorando sus registros de deuda en los últimos años, con Ana Botella al frente del Ayuntamiento. La peor cifra de toda la serie se corresponde con los 7.757 millones que presentó en el primer trimestre de 2013.

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Fue Alberto Ruiz-Gallardón, que después cedería el testigo a Botella al marchar al Gobierno, el alcalde que embarcó a la ciudad en estos compromisos de deuda. Las obras más destacadas de sus años al frente del consistorio son el soterramiento de la M-30 y la reforma del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento.

La deuda de Madrid representa más de 1.800 euros por habitante.

También Sevilla y Valencia cambian de manos y dejan unas cuentas municipales más saneadas que al cierre del año 2010. Rita Barberá se marcha del consistorio valenciano con una deuda de 765 millones de euros frente a los 890 con los que se cerró el año anterior a las municipales de 2011. Y Juan Ignacio Zoido, por su parte, se despide del ayuntamiento de Sevilla con la deuda más baja de todos los ayuntamientos de su grupo: 432 millones.

El Partido Popular y el Gobierno han hecho en estos últimos años de la denuncia de la herencia recibida uno de los ejes de su discurso. No hay sesión de control al Ejecutivo en el Congreso o en el Senado en la que Mariano Rajoy no se haya envuelto en la bandera de la recuperación después de señalar que su hazaña tiene mucho mérito si se tiene en cuenta el panorama que se encontró cuando el PSOE pasó a la oposición. Lo mismo ha ocurrido en las comparecencias y actos de partido. Ahora, tras el 24-M, los conservadores han visto desaparecer todas sus mayorías autonómicas y 2,4 millones de votos en las municipales. Esto ha implicado que dejen de ser el partido de Gobierno en muchos territorios y consistorios. Y que, por tanto, sean ellos ahora los que dejen en herencia, sobre todo a fuerzas de izquierda, los frutos de su gestión.

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