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El PP encuentra un nuevo enemigo: IU

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En público, el PP resta importancia a la caída del bipartidismo. Saben que es algo que pone en riesgo la histórica alternancia de poder en España. Y les preocupa. Pero optan por hacer valer que pese a la que está cayendo, a la crisis y a las reformas del Gobierno, siguen siendo el partido preferido por los españoles. En privado, analizan los datos más detenidamente e interpretan con preocupación el avance de dos fuerzas: UPyD –su más directa competidora y una inquietud ya clásica en las filas conservadoras– e Izquierda Unida.

¿Por qué Izquierda Unida? El temor llega por vía indirecta. Los conservadores ven cómo parte de los votantes que en su día apostaron por el PSOE ahora votarían a IU. Y están convencidos de que esta tendencia está provocando que los socialistas "radicalicen su discurso" a fin de no seguir perdiendo electorado por la izquierda. 

Este lunes, la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, dejó clara esta tesis cuando, preguntada sobre las últimas encuestas, que apuntan al fin del bipartidismo, manifestó que "hay partidos políticos que todavía no han tenido la responsabilidad de gobernar (por IU); hay quienes toman decisiones en sentido contrario que cuando gobernaban donde gobiernan coaligados (por el PSOE de Andalucía) con IU"

"La marca blanca de IU"

También lo dejó muy claro el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, cuando hace unas semanas acusó a los socialistas de ser "la marca blanca" de IU en el Congreso. El calificativo venía a cuenta de la ley antidesahucios después de que los socialistas hubiesen mostrado en público su apoyo a la iniciativa de la consejera de Vivienda de Andalucía (IU) de expropiar pisos a los bancos.

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El Gobierno está muy molesto por no haber podido llegar a acuerdos con el principal partido de la oposición en temas de gran impacto social como el de las hipotecas o el drama de las preferentes. Los consideran problemas "heredados" de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero y creen que los socialistas se han mostrado de manera "desleal" dando la espalda a las iniciativas del PP. 

En ese sentido, culpan a IU de que el partido liderado por Alfredo Pérez Rubalcaba esté demandando ahora asuntos desde la oposición que jamás se planteó cuando estaban en la Moncloa. 

Hay otros dos asuntos que hacen que el PP tenga a IU en el punto de mira. El primero, su apoyo a los escraches, que en gran parte se están dirigiendo contra diputados de la formación presidida por Mariano Rajoy; el segundo, la querella presentada relaciona con el caso Bárcenas.

En público, el PP resta importancia a la caída del bipartidismo. Saben que es algo que pone en riesgo la histórica alternancia de poder en España. Y les preocupa. Pero optan por hacer valer que pese a la que está cayendo, a la crisis y a las reformas del Gobierno, siguen siendo el partido preferido por los españoles. En privado, analizan los datos más detenidamente e interpretan con preocupación el avance de dos fuerzas: UPyD –su más directa competidora y una inquietud ya clásica en las filas conservadoras– e Izquierda Unida.

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