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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

El PP de Feijóo vuelve a junio de 2021: Casado ya pedía elecciones anticipadas hace año y medio

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Alberto Núñez Feijóo completó este lunes en el Senado un viaje de nueve meses que le ha llevado de la supuesta disposición a llegar a acuerdos con el Gobierno que exhibió en abril a la petición de elecciones anticipadas. El mismo camino que su antecesor, Pablo Casado, recorrió en año y medio y que le llevó a pedir también elecciones en junio de 2021. ¿El motivo? También Cataluña. Entonces fueron los indultos a los condenados por la declaración unilateral de independencia; ahora es la reforma de los delitos de sedición y malversación.

Casado llegó a la petición de elecciones anticipadas empujado por la necesidad de exhibir fortaleza frente a Vox y azuzado por la derecha mediática. Feijóo también. Y el argumentario utilizado tanto por uno como por el otro es muy parecido.

El anterior líder del PP escenificó su demanda de nuevas elecciones en la sesión de control que el Congreso celebró el 23 de junio de 2021, un día después de que el Gobierno aprobase en Consejo de Ministros el indulto a los condenados por el procés. “Si le queda algo de dignidad, debería dimitir hoy mismo y someter esta decisión [la medida de gracia] al juicio de los españoles, señor Sánchez, porque usted ha engañado en su palabra electoral... ha incumplido su juramento constitucional y está engañando a esta Cámara”, proclamó Casado.

Feijóo utilizó el debate de presupuestos en el Senado para hacer lo mismo. “Si no existe el más mínimo propósito de enmienda que dé marcha atrás en los pactos con ERC o Bildu, que dé marcha atrás en los indultos, en la derogación de la sedición, en la rebaja de la corrupción, en la subida de los impuestos o en las leyes que rompen la independencia judicial, hay que convocar elecciones ya”, sentenció el actual presidente del PP.

Sánchez, argumentó, debe dar “voz a los españoles para que con su voto digan si quieren continuar en esta deriva. Los españoles merecemos pronunciarnos sobre las decisiones que se están tomando y ninguna de ellas tiene el aval de la mayoría social, porque ni las llevaba en su programa electoral, ni las defendió durante la campaña ni se comprometió con ellas como candidato. Lo que prometió fue hacer todo lo contrario. Por eso no tiene el aval para hacer exactamente lo contrario de lo que se comprometió”, remachó repitiendo el argumentario de Casado de hace año y medio.

Engaño a los españoles

En junio de 2021, Casado había sido durísimo con el presidente. “Señor Sánchez, en el debate electoral engañó a millones de españoles”. Feijóo también: “Ha engañado al pueblo, ha engañado a la gente, ha engañado a todos, incluyendo a su partido”.

Loa discursos de ambos son intercambiables. Casado le acusó de llegar “al poder apoyado en una mentira” y de mantenerse en él “con un engaño masivo”. De “pisotear la ley y la Constitución” y de “subastar España en una sala de despiece”.

 Feijóo también le niega legitimidad: “Gracias a sus cesiones, hoy tienen la mayoría parlamentaria, pero olvídense, no tienen la mayoría social. Estoy seguro. Y si creen que me equivoco, demuéstrenlo. Si creen que ustedes tienen la mayoría social, convoquen elecciones generales”. 

Enterrado el supuesto discurso de la moderación, el líder del PP fue tan duro como su predecesor. Le acusó del “ignorar las dificultades de las familias para llegar a fin de mes”, de “arrogancia”, de “falsear los datos”, de “irresponsabilidad”, “falsedad” y “nepotismo”. De no ser un “gobierno honrado, un gobierno honesto”. 

Y una vez más volvió sobre la intervención en la que, también en el Senado, Pedro Sánchez le preguntó si actuaba por “insolvencia o mala fe”, a la vista de que muchas de sus afirmaciones son falsas o se basan en tergiversaciones de la realidad. Es en realidad el Gobierno el que, según Feijóo, actúa por “incompetencia” y por “mala fe”.

Vox reta a Feijóo

El papel de Feijóo en el escenario político se parece cada vez más al de Casado, también en la relación con Vox. El defenestrado presidente del PP vio cuestionado su liderazgo en la derecha al negarse a apoyar la moción de censura que la extrema derecha presentó en 2020, lo que marcó un antes y un después en la relación entre los dos partidos. 

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ya ha confirmado que habrá moción de censura a pesar de la negativa de Feijóo a suscribirla, lo que forzará al PP por segunda vez a decidir si va al rebufo de los ultras o si se niega a censurar al Gobierno de Sánchez. “Ante la gravedad de la situación, nosotros actuamos en consecuencia. Nosotros nos creemos lo que decimos, no estamos en un teatrillo ni en un paripé”, acusó Abascal en referencia a la petición de elecciones hecha por Feijóo.

El PP “¿va hacer lo mismo que hace dos años [en referencia al voto del PP en contra de la moción de censura que lideró Abascal] o va a votar a favor?”, preguntó este lunes Abascal en rueda de prensa desde la sede su partido. “¿Va a ponerse al lado de Sánchez o va al menos a apoyar esa iniciativa de los diputados que creemos que tenemos obligación de hacer?”

El apoyo a Feijóo dentro del PP cae a mínimos desde que sustituyó a Casado

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Génova sostiene que, pase lo que pase, mantendrá su decisión de no respaldar una moción de censura condenada al fracaso, porque el Gobierno conserva una holgada mayoría en el Congreso. La exigencia de elecciones anticipadas marca el máximo de hasta dónde está dispuesto a llegar Feijóo en su tarea de oposición, una vez que ya ha dinamitado todos los puentes con el Gobierno y se ha mostrado dispuesto a completar la legislatura manteniendo bloqueada la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional.

El líder del PP está en modo electoral. Su intervención en el Senado incluyó tres compromisos para el caso de que llegue a la Moncloa: auditar los sistemas de contabilidad estadística y encuestas del Estado, someter la tarea de Gobierno a lo que le digan la Airef o el Banco de España y aprobar un límite legal al endeudamiento público “para que ningún gobierno pueda volver a sobrepasar todos los límites de deuda”.

Horas después, en la tradicional cena de navidad del PP madrileño, la primera a la que asiste como líder del partido invitado por Isabel Díaz Ayuso, volvió al discurso electoral para  llamar al partido a movilizarse: “Somos nosotros o Sánchez. Cada voto que no sea para el PP, servirá al PSOE”, avisó.

Alberto Núñez Feijóo completó este lunes en el Senado un viaje de nueve meses que le ha llevado de la supuesta disposición a llegar a acuerdos con el Gobierno que exhibió en abril a la petición de elecciones anticipadas. El mismo camino que su antecesor, Pablo Casado, recorrió en año y medio y que le llevó a pedir también elecciones en junio de 2021. ¿El motivo? También Cataluña. Entonces fueron los indultos a los condenados por la declaración unilateral de independencia; ahora es la reforma de los delitos de sedición y malversación.

Alberto Núñez Feijóo completó este lunes en el Senado un viaje de nueve meses que le hay llevado de la supuesta disposición a llegar a acuerdos con el Gobierno que exhibió en abril a la petición de elecciones anticipadas. El mismo camino que su antecesor, Pablo Casado, recorrió en año y medio y que le llevó a pedir también elecciones en junio de 2021. ¿El motivo? También Cataluña. Entonces fueron los indultos a los condenados por la declaración unilateral de independencia de Cataluña; ahora es la reforma de los delitos de sedición y malversación.

Casado llegó a la petición de elecciones anticipadas empujado por la necesidad de exhibir fortaleza frente a Vox y azuzado por la derecha mediática. Feijóo también. Y el argumentario utilizado tanto por uno como por el otro es muy parecido.

El anterior líder del PP escenificó su demanda de nuevas elecciones en la sesión de control que el Congreso celebró el 23 de junio de 2021, un día después de que el Gobierno aprobase en Consejo de Ministros el indulto a los condenados por el procés. “Si le queda algo de dignidad, debería dimitir hoy mismo y someter esta decisión [los indultos] al juicio de los españoles, señor Sánchez, porque usted ha engañado en su palabra electoral... ha incumplido su juramento constitucional y está engañando a esta Cámara”, proclamó Casado.

Feijóo utilizó este lunes el debate de presupuestos en el Senado para hacer lo mismo. “Si no existe el más mínimo propósito de enmienda que dé marcha atrás en los pactos con ERC o Bildu, que dé marcha atrás en los indultos, en la derogación de la sedición, en la rebaja de la corrupción, en la subida de los impuestos o en las leyes que rompen la independencia judicial, hay que convocar elecciones ya”, sentenció el actual presidente del PP.

Sánchez, argumentó debe dar “voz a los españoles para que con su voto digan si quieren continuar en esta deriva. Los españoles merecemos pronunciarnos sobre las decisiones que se están tomando y ninguna de ellas tiene el aval de la mayoría social, porque ni las llevaba en su programa electoral, ni las defendió durante la campaña ni se comprometió con ellas como candidato. Lo que prometió fue hacer todo lo contrario. Por eso no tiene el aval para hacer exactamente lo contrario de lo que se comprometió”, remachó repitiendo el argumentar de Casado de hace año y medio.

En junio de 2021 Casado había sido durísimo con el presidente. “Señor Sánchez, en el debate electoral engañó a millones de españoles”. Feijóo también: “Ha engañado al pueblo, ha engañado a la gente, ha engañado a todos, incluyendo a su partido”.

Loa discursos de ambos son intercambiables. Casado le acusó de llegar “al poder apoyado en una mentira” y de mantenerse en el “con un engaño masivo”. De “pisotear la ley y la Constitución” y de “subastar España en una sala de despiece”.

 Feijóo también le niega legitimidad: “Gracias a sus cesiones, hoy tienen la mayoría parlamentaria, pero olvídense, no tienen la mayoría social. Estoy seguro. Y si creen que me equivoco, demuéstrenlo. Si creen que ustedes tienen la mayoría social, convoquen elecciones generales”. 

Enterrado el supuesto discurso de la moderación, el líder del PP fue tan duro como su predecesor: le acusó del “ignorar las dificultades de las familias para llegar a fin de mes”, de “arrogancia”, de “falsear los datos”, de “irresponsabilidad”, “falsedad” y “nepotismo”. De no ser un “gobierno honrado, un gobierno honesto”. 

Y una vez más volvió sobre el la intervención en la que, también en el Senado, Pedro Sánchez le [preguntó] si actuaba por “insolvencia o mala fe”, a la vista de que muchas de sus afirmaciones son falsas o se basan en tergiversaciones de la realidad. Es en realidad el Gobierno el que, seguía Feiojóo, actúa por “incompetencia” y por “mala fe”.

El papel de Feijóo en el escenario político se parece cada vez más al de Casado también en la reacción con Vox. El defenestrado presidente del PP vio cuestionado su liderazgo en la derecha al negarse a apoyar la moción de censura que la extrema derecha presentó en 2020, lo que marcó un antes y un después en la relación entre los dos partidos. 

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ya ha confirmado que habrá moción de censura a pesar de la negativa de Feijóo a suscribirla, lo que forzará al PP por segunda vez a dercdiir si va al rebufo de los ultras o si se niega a censurar al Gobierno de Sánchez. “Ante la gravedad de la situación, nosotros actuamos en consecuencia. Nosotros nos creemos lo que decimos, no estamos en un teatrillo ni en un paripé”, acusó Abascal en referencia a la petición de elecciones hecha por Feijóo.

El PP “¿va hacer lo mismo que hace dos años (en referencia al voto del PP en contra de la moción de censura que lideró Abascal) o va a votar a favor?”, pregunto Abascal. “¿Va a ponerse al lado de Sánchez o va al menos a apoyar esa iniciativa de los diputados que creemos que tenemos obligación de hacer?”

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