"Si Fabra dice que no le parece bien, será a él, pero a mí y a otros cuarenta y tantos compañeros sí nos lo parece". Esta frase, pronunciada el martes por el diputado del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes valencianas Andrés Ballester contiene la esencia de lo que para los conservadores significa puertas adentro del partido el hecho de que el 85% de sus diputados en Les Corts hayan firmado a favor del indulto del exalcalde de Torrevieja (Alicante) Pedro Hernández Mateo: un reto al presidente Alberto Fabra que busca exhibir su debilidad y desautorizarle.
La semana pasada, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) citó a Hernández Mateo, para entregarle la orden de ingreso en prisión en cumplimiento de la sentencia que le condenó a tres años de cárcel por los delitos de falsedad documental y prevaricación en la adjudicación en 2004 del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos de la localidad. En ese momento, se inició una campaña de recogida de firmas para solicitar el indulto que también llegó a la reunión del Grupo Parlamentario Popular. Fue precisamente Ballester el que comunicó al resto de compañeros diputados la existencia de esa iniciativa. "Yo lo que hice fue comunicarlo a los compañeros del grupo parlamentario, pero a nadie le di un papel para que firmase, ni forcé a nadie para que firmara", insistió este martes, días después de conseguir que 45 de los 54 parlamentarios de la formación liderada por Alberto Fabra firmaran a favor.
Pese a que desde el equipo de Fabra niegan que existiese consigna interna alguna tanto para no firmar como para firmar a favor del indulto, las fuentes consultadas apuntan a que ninguno de los tres consellers que gozan de escaño en la cámara regional ni el president se sumaron a la campaña de firmas. "Su núcleo duro ha dado la espalda a la iniciativa, pero son clara minoría y esa es la foto que queda", subraya un diputado regional.
Esta exhibición de poder del grueso del Grupo Parlamentario Popular frente a su jefe de filas vuelve de nuevo el foco hacia la extrema debilidad y las fisuras internas en el PP valenciano, una formación que Fabra heredó de Francisco Camps y en la que los campistas se resisten a perder cuotas de poder. De hecho es en Les Corts donde resisten junto al propio expresident, que mantiene su escaño.
Con el visto bueno de Mariano Rajoy, Camps elaboró unas listas electorales en las pasadas autonómicas en las que había hueco para diez implicados –cuatro imputados– en escándalos de corrupción. El propio expresident estaba entre ellos. A día de hoy, son ocho los parlamentarios del PP de Fabra que se sientan en un escaño de Les Corts. Rafael Blasco, también imputado, figura en el grupo de los no adscritos al haber sido expulsado en el marco del escándalo del caso Cooperación. La intención del presidente de la Generalitat valenciana es que en el futuro no se presenten listas con candidatos con causas pendientes con la Justicia. Es en este contexto en el que sus fieles entienden la última rebelión interna. "Hay mucho miedo a perder el sillón en las próximas autonómicas y se busca erosionar a Fabra", reflexiona un parlamentario.
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En el PP no ha pasado inadvertido que esta última polémica llega pocos días después del cierre de Canal 9 y que la decisión de Fabra de echar el cierre a la cadena autonómica volvió a poner en pie de guerra al sector crítico a Fabra en la formación regional. Tampoco pasa inadvertido que el presidente de la Generalitat Valenciana se enfrenta a encuestas nada optimistas de intención de voto. La dirección nacional del partido maneja sondeos en los que el PP pierde tanto la comunidad como el ayuntamiento, dos feudos tradicionales para la formación que preside Mariano Rajoy.
Justo en medio de la polémica de la tele pública, Fabra se dio por candidato confirmado para las próximas autonómicas. Pero días después, la secretaria general le paró los pies en rueda de prensa al señalar que hasta la fecha no existe una decisión fijada sobre las candidaturas.
El próximo martes, el presidente de la Comunitat Valenciana protagonizará un desayuno informativo en Madrid. Le presentará Rajoy. Un gesto que en el partido es interpretado como de apoyo a su gestión.
"Si Fabra dice que no le parece bien, será a él, pero a mí y a otros cuarenta y tantos compañeros sí nos lo parece". Esta frase, pronunciada el martes por el diputado del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes valencianas Andrés Ballester contiene la esencia de lo que para los conservadores significa puertas adentro del partido el hecho de que el 85% de sus diputados en Les Corts hayan firmado a favor del indulto del exalcalde de Torrevieja (Alicante) Pedro Hernández Mateo: un reto al presidente Alberto Fabra que busca exhibir su debilidad y desautorizarle.