Cuando el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, fue ascendido a coordinador general del partido en el XVIII Congreso Nacional sus compañeros destacaban de él que en desde su llegada a la dirección nacional había actuado de "bombero", de "apaga fuegos". Eso es lo que le volvió a tocar este martes. A primer hora de la mañana se desplazaba a Murcia para presidir el Comité de Dirección del PP regional. El guion estaba escrito desde la noche del lunes: Pedro Antonio Sánchez iba a anunciar su dimisión en un Consejo de Gobierno previo a la reunión del partido, una cita en la que Martínez-Maillo iba a respaldar el gesto del presidente saliente, su sacrificio, para librar a Murcia y a los murcianos de un tripartito PSOE-Podemos-Ciudadanos en manos del socialista González Tovar, al que "no quieren ni en su partido".
Tras una breve introducción de Pedro Antonio Sánchez en la que aseguró que el lunes por la noche ya tuvo "claro" que el tripartito estaba consumado, Martínez-Maillo trató de justificar por qué su partido, que mantiene que un cargo público no debe apartarse hasta la apertura de juicio oral, ve bien ahora que el presidente murciano se eche a un lado. "Pedro ha tomado la peor de las decisiones para él, pero la mejor de las decisiones para Murcia y para el PP", sostuvo. Hasta este martes, el PP de Murcia parecía dispuesto a sostener a su presidente incluso a riesgo de perder el Gobierno. Pero es algo a lo que Mariano Rajoy no ha estado dispuesto.
El número tres del PP hiló un discurso en el que hizo una defensa cerrada del presidente saliente plagado de alusiones a que lo que le está ocurriendo "no es justo". "Se está cometiendo una grave injusticia. No es justo lo que está pasando", sentenció. Pero o era eso. O se daba paso a un escenario en el que Murcia iba a pasar a estar gobernada por alguien "que no ha ganado las elecciones". "Eso no lo podíamos permitir", añadió.
Martínez-Maillo circunscribió el paso dado por Pedro Antonio Sánchez a una decisión "puramente personal" que la dirección del partido respeta. En los últimos días, a medida que las cosas se ponían cada vez más negras para el dirigente murciano, el PP empezó a preparar este escenario asegurando que no les iba a hacer falta exigirle la dimisión porque él, "hombre de partido", no iba a hacer nada que perjudicase al partido.
La "presunción de culpabilidad"
También incluyó en su discurso alusiones a la presunción de inocencia a la que tanto ha apelado el PP a la hora de defender a Pedro Antonio Sánchez. "En este país, la presunción de inocencia es un artículo de la ley que provoca melancolía", sostuvo. A su juicio, lo que hay hoy es "presunción de culpabilidad".
A su juicio, no se puede dejar en manos de los partidos políticos la interpretación de cuándo un político tiene que dejar su cargo. Y tampoco puede haber una acusación popular en manos de los partidos.
Además, intentó insuflar ánimo en el partido pidiéndoles que transformen "la mezcla de dolor y rabia" en "energía". En este punto, pidió apoyo tanto para el presidente saliente como para su sustituto, Fernando López Miras.
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"Vivitos y coleando"
"Quiero que deis una lección a los justicieros, a los que no son capaces de esperar a las resoluciones judiciales, y los pongáis en su sitio", mantuvo, en alusión a una victoria electoral por mayoría absoluta en las autonómicas de 2019.
"Algunos hoy puede que sonrían y digan que lo han conseguido, pero queda la segunda parte del partido por jugar. El partido no ha acabado. Estamos vivitos y coleando. Y el PP lo va a ganar porque sois grandes y hay mucha gente en Murcia que es capaz de superar estas dificultades sobreponiéndose y ganando las próximas elecciones de 2019. Os pido que lo hagáis por dignidad, es una cuestión de dignidad del propio partido y de las personas a la que representamos", añadió.
Cuando el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, fue ascendido a coordinador general del partido en el XVIII Congreso Nacional sus compañeros destacaban de él que en desde su llegada a la dirección nacional había actuado de "bombero", de "apaga fuegos". Eso es lo que le volvió a tocar este martes. A primer hora de la mañana se desplazaba a Murcia para presidir el Comité de Dirección del PP regional. El guion estaba escrito desde la noche del lunes: Pedro Antonio Sánchez iba a anunciar su dimisión en un Consejo de Gobierno previo a la reunión del partido, una cita en la que Martínez-Maillo iba a respaldar el gesto del presidente saliente, su sacrificio, para librar a Murcia y a los murcianos de un tripartito PSOE-Podemos-Ciudadanos en manos del socialista González Tovar, al que "no quieren ni en su partido".