"Pretender explicar la historia del PP dividiéndonos entre duros y blandos es como intentar explicarla dividiéndonos entre altos y bajos o entre rubios y morenos. Se pretende crear la idea de que el problema del PP se expresa en una tensión entre radicalidad y moderación, entre halcones y palomas. Pero yo no estoy de acuerdo. No sólo porque no me reconozca en ninguno de esos dos perfiles, sino porque ese es un debate falso".
El presidente del Partido Popular ha pronunciado este mismo discurso en dos ocasiones en lo que va de año ante la Junta Directiva Nacional de su formación. La primera vez, el 13 de enero cuando el Gobierno de Pedro Sánchez ya empezaba a dar sus primeros pasos tras cerrar la coalición con Unidas Podemos. La segunda, no hace ahora tanto, el pasado 8 de junio. La insistencia del jefe de los conservadores en mensajes como este lleva implícita la idea de que este debate sobre el posicionamiento ideológico del principal partido de la oposición sigue abierto. No está resuelto. Y por si hubiera dudas, se ha intensificado en los últimos días después de que Alberto Núñez Feijóo, uno de los máximos exponentes del ala moderada del partido, consiguiera su cuarta mayoría absoluta en las elecciones a la Presidencia de la Xunta de Galicia.
Los 41 escaños que el PP gallego ocupará en la nueva legislatura autonómica cuestionan la estrategia más dura de la dirección nacional de los conservadores y da aire a las voces que piden discursos más moderados. Y esto se contrapone a los resultados en el País Vasco, donde la coalición PP+Cs se ha hecho con cinco escaños, perdiendo cuatro respecto a las últimas elecciones autonómicas, cuando la lista encabezada por Alfonso Alonso, ya fuera de la política, se hizo con nueve actas.
No puede negarse que ambos resultados no son extrapolables porque es complicado comparar una comunidad en la que el PP es hegemónico con otra en la que camina hacia la irrelevancia. Pero tampoco puede obviarse que los conservadores presentaban a las citas con las urnas del 12J a representantes de esas dos almas del PP cuya existencia niega Casado al considerarlo un "debate falso".
Feijóo es visto por sus compañeros como un ejemplo a seguir y a exportar más allá de los límites de su comunidad autónoma por su moderación y por haber logrado mantener a raya a Vox y Ciudadanos, que todavía no han encontrado hueco en el Parlamento gallego. Carlos Iturgaiz, candidato del PP a la Presidencia del País Vasco, es considerado de perfil más conservador, más cercano a la actual dirección nacional del PP y al aznarismo. Que el fuese candidato fue una decisión atribuible en exclusiva a la dirección nacional del partido después de que Alfonso Alonso se plantase por las condiciones impuestas por Ciudadanos en el acuerdo de la coalición PP+Cs.
Ya en el centro... gracias a Ciudadanos
Este miércoles, Casado ha convocado en la sede nacional una reunión del Comité Ejecutivo Nacional. Se prevé que la cita sirva para analizar los resultados de las elecciones del 12J. Aunque algunos de quienes están llamados a asistir ya se han posicionado al respecto en las últimas horas apuntado a la "moderación" como una de las claves del éxito de Alberto Núñez Feijóo, el tema podría volver a ser objeto de debate, aunque cada vez menos miembros de este órgano de partido toman la palabra por temor a que después su contenido sea filtrado a los medios. Conscientes de que los resultados del 12J iban a resucitar el debate sobre el tono de oposición desplegado desde el PP, la dirección nacional de los conservadores ha ido preparando el terreno al asegurar que, precisamente en Euskadi, campaña diseñada por Génova, el PP hizo con Cs "una alianza con un partido que se denomina centrista". "En esa estrategia de aglutinar el voto, si alguien ha mirado al centro y la moderación, ha sido el PP", destacó el secretario general del PP, Teodoro García Egea la misma noche electoral.Teodoro García Egea
En una línea similar, este martes, a 24 horas del Comité Ejecutivo Nacional, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, Javier Maroto, mantuvo que Ciudadanos es un partido que "reclama el centro político" y destacó que la coalición PP+Cs ha mirado "hacia el centro y la moderación" en las elecciones vascas del pasado domingo. A su entender, es "un hecho bastante evidente".
Pese al empeño de la dirección nacional del PP a la hora de negar dos discursos diferentes en el seno del partido, los hechos y las declaraciones de dirigentes a los que se les incluye en uno u otro bloque ponen en cuarentena esta tesis.
De Casado a Iturgaiz pasando por Álvarez de Toledo y Ayuso
Uno de estos dirigentes es el propio Pablo Casado. El líder del PP ha sido uno de los dirigentes de la oposición más críticos con el Gobierno central en los meses del estado de alarma. Además de haberse distanciado de Pedro Sánchez en las últimas prórrogas del estado de alarma, una opinión no compartida por el grueso de los barones territoriales del partido, el jefe de los conservadores ha acusado con insistencia al Ejecutivo de mentir con las cifras de los fallecidos por covid-19, de ocultar los datos. No obstante, no pasa inadvertido que las encargadas de facilitar esta información al Gobierno son las propias comunidades autónomas. Y que su partido, el PP, gobierna en Madrid, Región de Murcia, Andalucía, Castilla y León y Galicia.
Sus defensores destacan que la actitud de Casado, por el contrario, siempre ha sido leal al Gobierno. Pero que no puede confundirse esa lealtad con el silencio o la complicidad. "Hemos ofrecido acuerdos, pactos de Estado... pero a nadie se le escapa que a Pedro Sánchez le ha interesado dibujarnos como un partido que está en la confrontación". Así, recuerdan que este martes Casado demandó un plan jurídico y un marco legal "eficaz" ante los rebrotes de coronavirus, sin que haya que recurrir al estado de alarma, y tendió la mano al Gobierno para "acordarlo cuanto antes".
"El discurso de Casado es más bien cambiante porque tan pronto ataca con dureza al Gobierno, a veces con decibelios de más, y otras veces se compromete a liderar un PP centrado y firme"
Bastante duro también ha sonado estas semanas el discurso de Carlos Iturgaiz, el candidato a las elecciones vascas. En más de un acto electoral, el expresidente de los conservadores de Euskadi, que aspira ahora a volver ocupar el cargo, consideró que el Gobierno quiere "cargarse la monarquía" y dar la "independencia" a Cataluña y Euskadi. "Además de lo duro y antiguo que pueda sonar su discurso a veces, el problema de Carlos Iturgaiz es que no conecta con el electorado", analiza un dirigente regional.
La portavoz parlamentaria del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, es claramente incluida por sus compañeros de partido en el sector más conservador del partido. De hecho, recuerdan la oposición interna que acompañó a su designación como voz en la Cámara Baja, sobre todo entre los barones territoriales.
Fuera de la campaña gallega y también de la vasca, una de las últimas polémicas protagonizadas por Álvarez de Toledo antes del arranque de la recta final hacia los comicios fue el rifirrafe que mantuvo con el vicepresidente Pablo Iglesias, al que llamó "hijo de terrorista" en el Pleno de la Cámara. Un episodio que mereció los reproches en público de presidentes autonómicos como Feijóo y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
Como Iturgaiz y Álvarez de Toledo, la presidenta de la Comunidad de Madrid es una apuesta personal de Casado, que la próxima semana cumplirá dos años al frente del PP. Isabel Díaz Ayuso ha hecho de la confrontación directa con Pedro Sánchez una de las señas de identidad de su Gobierno en los últimos meses.
"Las mayorías absolutas llegan de la mano de la moderación y de la búsqueda del centro"
Desde la llegada de Casado al PP, a medida que el nuevo líder del partido iba construyendo un equipo a su medida y rodeándose de perfiles muy próximos a la Faes de Aznar, otras voces del partido alertaban de la importancia de no abandonar el centro político porque el PP, siempre que ha tenido grandes mayorías absolutas, lo había hecho mirando hacia el centro político.
Este domingo, nada más conocerse el resultado de Feijóo, barones regionales como Mañueco o Juanma Moreno (Andalucía) pusieron al gallego con ejemplo de gestión y de victoria electoral.
Ver másCasado se enreda en la "moderación": la reivindica ante Feijóo pero advierte de que no cambiará su oposición a Sánchez
"Galicia gana con Feijóo. Su experiencia, equilibrio y moderación son el mejor aliado para afrontar con seguridad un futuro exigente. Enhorabuena por una nueva y merecida mayoría absoluta", escribió Moreno en Twitter.
"Enhorabuena a Feijóo y a todo el PP de Galicia por esta cuarta mayoría absoluta. Esta noche ganan todos los gallegos, gana la centralidad, la experiencia y la eficacia en la gestión. Hacer bien las cosas, pensando en mejorar la vida de las personas, siempre da resultado", mantuvo en la misma red social el presidente de Castilla y León.
Las fuentes consultadas por este diario esperan que Casado lance este miércoles un mensaje sobre las prioridades del partido de cara a los próximos meses. Hay incluso quienes se muestran muy optimistas y creen que verbalizará una apuesta por la moderación. Pero también los hay pesimistas que creen que Casado puede llegar incluso a hacer una defensa de la moderación y la centralidad, pero que no pasará de verbalizarlo. "No va a cambiar nada porque Casado parece no ver el problema", coinciden estas voces.
"Pretender explicar la historia del PP dividiéndonos entre duros y blandos es como intentar explicarla dividiéndonos entre altos y bajos o entre rubios y morenos. Se pretende crear la idea de que el problema del PP se expresa en una tensión entre radicalidad y moderación, entre halcones y palomas. Pero yo no estoy de acuerdo. No sólo porque no me reconozca en ninguno de esos dos perfiles, sino porque ese es un debate falso".