A las 11.30 horas la princesa Leonor juró la Constitución en el Congreso, como manda la Constitución, en un acto que emuló al de su padre en 1986, pero con la ausencia de los grupos nacionalistas e independentistas y escasa presencia de miembros de Sumar y Podemos.
De esta manera, la heredera formalmente ya puede ser reina de España en cualquier momento si su padre falleciese, fuese incapacitado o abdicara en su figura. Un acto al que la Casa Real y el Gobierno le han dado un gran simbolismo como garantía del sistema de Estado.
El acto fue una sesión conjunta de las Cortes Generales (Congreso y Senado) para materializar el artículo 61 de la Carta Magna, pero también tuvo un alto componente militar, una cuestión que mima la Casa Real. La propia heredera ha comenzado sus estudios superiores como militar, con una formación de tres años en Zaragoza, por delante de una carrera universitaria.
Los honores militares
El evento arrancó a las 11 horas con la llegada de la Familia real a la Carrera de San Jerónimo. Escoltada por un escuadrón de la Guardia Real y recibida por el Batallón Mixto de Honores (con miembros de los ejércitos de Tierra y de Aire y Espacio). Antes de entrar en el Hemiciclo, se rindieron honores militares y el rey pasó revista al Batallón de Honores.
El Congreso se engalanó como en las ocasiones más especiales (como la apertura solemne de las Cortes). Símbolo de ello fue el despliegue del baldaquino (de 1902, de la época de Alfonso XIII). Está compuesto por dos piezas, el paño central, con escudo en el centro, y el bando frontal donde están representadas las provincias, que tiene un peso de 215 kilos y ocupa una superficie de 147 metros cuadrados, para cubrir todo el atrio de la Puerta de los Leones.
Para la ocasión, el Congreso se transformó, colocándose un estrado, donde habitualmente están la tribuna de oradores, Y allí se situaron el rey, la reina, la princesa Leonor y la infanta Sofía, además de los presidentes del Congreso, Francina Armengol, y del Senado, Pedro Rollán. También en ese espacio estaban el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, y los presidentes del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial. Los miembros de las Mesas de las Cámaras completaron el escenario.
La única persona que pronunció unas palabras fue Armengol durante la sesión solemne, a la vez que pidió a los parlamentarios que se pusieran en pie para el juramento de la Constitución por parte de la heredera.
"Muestra el compromiso de la princesa con la ciudadanía"
Armengol, durante su discurso, subrayó: "Este acto histórico muestra el compromiso de la princesa heredera con nuestra ciudadanía. Porque el juramento de doña Leonor de Borbón y Ortiz es la expresión pública del respeto a nuestra Constitución y del respeto al resto de nuestro ordenamiento jurídico".
"En estos 45 años nuestra sociedad ha cambiado y nuestras instituciones se han ido adaptando a las transformaciones, tal y como debe seguir sucediendo. Esto nos ha permitido llegar hasta el día de hoy como una democracia consolidada, moderna, anclada en una Carta Magna que ha alumbrado el periodo de mayor progreso y estabilidad de nuestro país", indicó.
Para añadir este mensaje: "Somos hoy una España plural, abierta y europea que, desde la diversidad, afronta los retos de un mundo en profunda mutación y aquejado de conflictos que no pensábamos presenciar en este siglo XXI".
Armengol lanzó palabras en catalán, gallego y euskera, al citar a los literatos Xohana Torres. Vicent Andrés Estellés y Felipe Juaristi. Y citó como retos de la sociedad la lucha por el cambio climático y contra la violencia de género, además de perseguir un empleo digno y acabar con las desigualdades sociales.
La presidenta remarcó: "Este país somos hoy. Un país cohesionado, respetuoso, consciente y orgulloso de su diversidad. Un país abierto y próspero, donde la paz social permite la convivencia y donde se persigue el bienestar de la ciudadanía. Un país cuya sociedad es un ejemplo de tolerancia y solidaridad, que confía en la ciencia, en la innovación, en la educación, en la formación para conseguir un futuro mejor y en la cultura para construir libertad, belleza, memoria e identidad".
"La Princesa Leonor es digna representante de este país moderno y abierto al mundo. Una mujer joven, cercana al sentir mayoritario de su generación. Una juventud consciente de que el país próspero y moderno que somos tiene importantes retos por delante. Retos que son colectivos y que han de estar presentes en cada paso que demos como sociedad", apostilló.
La princesa, tras el discurso, juró la Constitución, provocando un enorme y largo aplauso de los presentes en la Cámara Baja (además de parlamentarios, estaban los presidentes autonómicos o los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
Las ausencias nacionalistas: "No participaremos en la legitimación"
En el Hemiciclo no estaban los miembros del PNV, BNG, Blldu, ERC, Junts y Podemos. A pocas horas de que arrancara el acto emitieron un comunicado los miembros de Esquerra, de la izquierda abertzale y de los nacionalistas gallegos, que sentenciaron que no participaban "del enésimo intento de perpetuar una institución arcaica, opaca, que ha amparado sistemáticamente la corrupción y que resulta contraria a los intereses populares como es la monarquía".
"No participaremos en la jura de la constitución de la princesa Leonor. No participaremos de la legitimación de la casa real y sus privilegios, ni de la legitimación de la propia Constitución española que ni reconoce ni respeta los anhelos presentes y futuros de las mayorías sociales de nuestras naciones", sostuvieron en el texto.
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Por parte de Sumar, sólo acudieron la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la portavoz parlamentaria, Marta Lois, y la diputada Esther Gil, que forma parte de la Mesa del Congreso. No acudieron las ministras en funciones de Igualdad, Irene Montero, y de Derechos Sociales, Ione Belarra.
"Pido a los españoles que confíen en mí"
Tras el acto en el Congreso, la familia real, el Gobierno y partes de los invitados se trasladaron hasta el Palacio Real, donde se produjo la entrega de la orden de Carlos III, concedida por el Ejecutivo. Entonces, la princesa hizo un breve discurso: "Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad".
"Les pido que confíen en mí, como yo tengo puesta toda mi confianza en nuestro futuro", lanzó ante los asistentes al Palacio Real, donde también afirmó: "Observaré un comportamiento que merezca el reconocimiento y el aprecio de los ciudadanos".
A las 11.30 horas la princesa Leonor juró la Constitución en el Congreso, como manda la Constitución, en un acto que emuló al de su padre en 1986, pero con la ausencia de los grupos nacionalistas e independentistas y escasa presencia de miembros de Sumar y Podemos.