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El PSC afronta su congreso en plena crisis con Ferraz

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Beatriz Pérez | Barcelona

Despejada la incógnita sobre el liderazgo del partido tras unas primarias en las que Miquel Iceta se reafirmó como líder del partido, el PSC celebrará este viernes, sábado y domingo su XIII Congreso. Lo hará sumido en la peor crisis del socialismo español en la historia de la democracia porque, tras el rechazo de los catalanes la semana pasada a investir presidente a Mariano Rajoy –que supuso la ruptura de la disciplina de voto dentro del PSOE–, un nuevo marco de relaciones parece perfilarse entre ambas organizaciones hermanas.

El malestar en Ferraz es manifiesto, y prueba de ello es que la gestora ha estado debatiendo a lo largo de esta semana si tener o no alguna presencia en un congreso donde el PSC reafirmará, inequívocamente –pues así lo recoge la ponencia marco–, su perfil federalista y catalanista. Una de las opciones que se barajó desde Madrid fue enviar a la calle de Nicaragua –donde se encuentra la histórica sede del PSC en Barcelona y donde se celebrará el congreso– a un dirigente de segundo nivel y que, de este modo, la presencia del PSOE fuera puramente testimonial. Porque, como confirmaron fuentes de la dirección del PSOE, ni el presidente de la gestora, el asturiano Javier Fernández, ni el portavoz de la misma, el andaluz Mario Jiménez, irán a Barcelona. Finalmente, no habrá representación alguna de la actual cúpula socialista.

Sí acudirán en cambio dirigentes territoriales afines al ex secretario general Pedro Sánchez: la presidenta de Baleares, Francina Armengol; la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia, y el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca.

"Es mejor la simbiosis"

Pese a que la ponencia marco del congreso no hace alusión alguna a ello, son diversas las voces –sobre todo en el seno del PSOE– que piden revisar los vínculos entre Ferraz y Nicaragua. "Romper las relaciones no conviene a nadie", asegura el exdiputado del PSC por la provincia de Barcelona Joan Ferran. "Sin Cataluña, el PSOE no volverá a ganar nunca más en España. Y sin el PSOE, el PSC perdería un porcentaje clásico de votantes que se identifican con la etapa que va desde Felipe González a Rubalcaba. Es mejor la simbiosis", explica Ferran.

La hermandad entre los socialistas catalanes y los del resto de España se remonta al año 1978, cuando en Cataluña existían tres colectivos (Federación catalana, PSC-Congrés y PSC-Reagrupament) que se fusionaron para conformar lo que actualmente es el PSC. Ese mismo año se firmó un protocolo de relaciones entre este y el PSOE. Sin dicho acuerdo, el PSOE difícilmente hubiera sido la primera fuerza política en Cataluña entre los años 2003 y 2010.

"A lo largo de nuestra historia hemos tenido debates sobre esta relación. Podemos revisarla para ganar más independencia o podemos estrecharla más. Pero la mayoría coincide en que ha sido buena y fructífera", opina por su parte Ferran Pedret, diputado del PSC en el Parlament de Cataluña. "Es más –añade–, la inmensa mayoría de los militantes no quiere una ruptura de relaciones".

Todas las personas consultadas por este diario coinciden en que de ninguna de las maneras del próximo congreso del PSC saldrá una ruptura con Ferraz, si bien internamente existe el debate sobre si estrechar lazos o ganar autonomía con respecto a Madrid. "El protocolo del 78 sigue vigente y, si acaso hubiera que cambiarlo, deberían decidirlo los dos partidos. Por nuestra parte, no hay ninguna voluntad. Y mi opinión es que eso no interesa a nadie", confirman fuentes socialistas en el Parlament.

Enfado en Ferraz

Ese acuerdo de 1978 [ver en PDF] es el que permite que el PSC tenga miembros dentro de la ejecutiva y del Comité Federal del PSOE. Muy al contrario, el PSOE no tiene a nadie en la ejecutiva del PSC, por eso algunos, dentro del partido estatal, consideran que el PSC tiene privilegios. Si el protocolo del 78 se rompiera, que es lo que ciertos sectores del socialismo español desean, los catalanes estarían automáticamente expulsados del partido estatal.

Los mensajes de tranquilidad lanzados desde las filas del PSC contrastan con las tiranteces manifiestas en el seno del PSOE. El que no asistan miembros destacados de este último en el cónclave de este fin de semana en Barcelona es solo una prueba más. Joan Ferran no descarta que el PSC pague en el próximo congreso del PSOE, que se celebrará en el 2017 –la fecha aún está por determinar, pero la gestora y Susana Díaz cierran la puerta al congreso urgente que pide Sánchez–, el haber roto la disciplina de voto del partido con su enérgico no a Rajoy. "Algún sector del PSOE puede tener la tentación de no dejar votar al PSC en el congreso estatal como castigo por haber sido díscolo", opina Joan Ferran.

Autonomía

Pero aunque las relaciones entre PSC y PSOE no se rompan, los socialistas catalanes, sin lugar a dudas, mostrarán su independencia de Ferraz en este congreso. Prueba de ello es su apuesta (que recoge la ponencia marco) por una alianza electoral futura con, entre otros, el partido de izquierdas que Ada Colau presentará en marzo. "Nosotros en Cataluña tenemos una larga historia de colaboración con las izquierdas", explica Ferran Pedret. "No nos produce urticaria Ada Colau. Existen múltiples coincidencias con ella, aunque haya también desacuerdos. Pero dialogar no es claudicar", añade.

Para Joan Ferran, una posible alianza entre el PSC y Colau sería parecido a "lo que siempre ha existido entre el PSC e ICV". "No veo una lista conjunta –matiza–. Pero sí creo que podemos ser compañeros de viaje". En el PSC son conscientes de que las épocas de mayorías absolutas ya han quedado atrás y que, por tanto, habrá que pactar sí o sí. De hecho, todas las fuentes consultadas coinciden en que la experiencia de gobierno conjunto en ciudades como Barcelona (donde Colau tiene 11 concejales y el PSC, cuatro) es "positiva" y "pacífica".

La 'vía candiense'

Junto a la de una posible alianza con Colau, una de las polémicas más sonadas de este XIII Congreso fue la ponencia de la vía canadiense. Posteriormente se redactó de nuevo y se eliminaron las alusiones a Canadá. En un inicio, los redactores plantearon que, en caso de que la reforma constitucional fuera rechazada por los catalanes, se debían poner sobre la mesa instrumentos democráticos alternativos como "por ejemplo una ley de claridad como la canadiense". Implícitamente fue entendido como que el PSC respaldaría un referéndum como el de Québec.

Así, ¿se hablará este fin de semana de la vía canadiense? "Sí se hablará, porque se hablará de todo. Pero una cosa es hablar y otra, tomar las opiniones por mayoría", explican fuentes del PSC en el Parlament. Ferran Pedret tiene claro que el PSC debe "difundir la idea federal" en toda España. Y aunque llevar a cabo una medida tan ambiciosa requiere también de la aprobación de los partidos conservadores, se muestra confiado. "La derecha que ahora gobierna tampoco apoyó en su momento la organización territorial de las autonomías, ni la ley del divorcio, ni la del matrimonio igualitario", dice Pedret. Según él, hay encuestas que revelan que existe un destacado sector de ciudadanos de derecha y de centro-derecha que no verían con malos ojos un modelo federal.

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Roj@s, el ala izquierda del PSC

El pasado miércoles, un grupo de militantes presentó Roj@s, una nueva corriente interna dentro de los socialistas catalanes que se define como "el ala izquierda del PSC". Roj@s, cuyo ideólogo es Xavier Marín (también miembro del consejo nacional), dice nacer con la vocación de ser mayoritario en el PSC y de instar a "propiciar" pactos con la izquierda plural de Cataluña. Además, la nueva corriente izquierdista se inclina por una modificación de la Constitución en sentido federal y apuesta nítidamente por la república frente a la monarquía.

"Lo que esperamos de este congreso es avanzar en las apuestas por la justicia social y por hacer que la estructura del PSC sea más horizontal, democrática y útil", explica Xavier Marín. El ideólogo de Roj@s alude a la normativa de fiscalidad progresiva y a un proceso de "democratización de la organización" que, entra otras cosas, limite los mandatos a dos años como ejes en los que se deberán mover los socialistas catalanes.

Despejada la incógnita sobre el liderazgo del partido tras unas primarias en las que Miquel Iceta se reafirmó como líder del partido, el PSC celebrará este viernes, sábado y domingo su XIII Congreso. Lo hará sumido en la peor crisis del socialismo español en la historia de la democracia porque, tras el rechazo de los catalanes la semana pasada a investir presidente a Mariano Rajoy –que supuso la ruptura de la disciplina de voto dentro del PSOE–, un nuevo marco de relaciones parece perfilarse entre ambas organizaciones hermanas.

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