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El PSC negocia gobernar Barcelona junto a Ada Colau en un intento por conseguir mayor visibilidad

Ibon Uría

El PSC negocia su entrada en el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau. Este mismo viernes, el primer secretario del partido, Miquel Iceta, mencionó esa posibilidad. Tras ganar las elecciones municipales en mayo de 2015 Colau fue investida alcaldesa precisamente con el apoyo de los socialistas catalanes, ERC y parte de la CUP, además de con los votos de su propia lista, Barcelona en Comú. Ya entonces dejó abierta la puerta a la posible entrada del PSC o ERC, pero hasta la fecha su Gobierno municipal es monocolor.

De confirmarse la maniobra Colau lograría mayor estabilidad, pero aún dependería de otros partidos. El nivel de fragmentación en el Pleno es tal que Barcelona en Comú, primera fuerza, sólo tiene 11 de los 41 concejales. CiU, segunda fuerza, logró diez actas. Ciudadanos cinco, ERC otras cinco, el PSC cuatro –en 2007 ganó con 14, en 2011 cayó a 12 y en 2015 ni siquiera llegó al 10% de votos–, el PP tres y la CUP otras tres. En la práctica, cualquier proyecto requiere del apoyo de hasta cuatro formaciones.

Fuentes socialistas indican a infoLibre que la negociación está aún en una fase inicial y que no se ha conversado sobre los puestos que podrían ocupar los ediles del PSC. Para abordar esa cuestión antes habría que pactar, añaden estas fuentes, otras dos grandes cuestiones: los presupuestos de la ciudad y un plan de acción municipal con el que el equipo de Jaume Collboni, líder de los socialistas en Barcelona, sostiene que se pueden crear 30.000 empleos en cinco años. La cuestión de los cargos, insisten, sólo se abordaría en tercer y último lugar. "Si falla alguna de esas dos cuestiones no habrá acuerdo", dice el PSC.

A preguntas de este diario fuentes del PSC afirman que el acuerdo es "posible", pero subrayan que no tienen "ninguna prisa por cerrar un pacto con Colau". "Las cosas tienen que estar claras y bien hechas antes de decir sí. Si entramos será porque se logra un buen acuerdo", añaden. A principios de marzo Collboni aseguró que era partidario de que la negociación de los presupuestos municipales formase parte de un "acuerdo global" para un plan y composición del Gobierno, aunque apostó por abordar la cuestión con tanto tiempo como fuera necesario.

Por ahora los socialistas han acordado con Barcelona en Comú comenzar el proceso para modificar los presupuestos vigentes. Fuentes municipales apuntan que es una buena señal, pero niegan que el acuerdo para entrar en el Ejecutivo municipal esté cerrado: "Sólo se ha pactado el inicio de la tramitación del presupuesto, y seguimos negociando la aprobación definitiva", expresan desde el PSC. Los socialistas calculan que eso será a finales de abril, y reiteran que hasta que las cuentas no estén claras no se seguirá negociando su posble entrada.

Casi sin opciones

Preguntado por los peligros de compartir Gobierno municipal con Ada Colau, un dirigente próximo al primer secretario del partido, Miquel Iceta, admite que "entrar tiene sus riesgos". El problema, opina esta fuente, es que el PSC no tiene muchas alternativas en la situación actual. "Estamos pillados", resume gráficamente. "Ahora mismo estamos apoyando desde fuera a Colau y estamos estabilizando su proyecto sin sacar réditos", añade. En un intento por lograr visibilidad e influencia a nivel municipal, el partido ha pactado recientemente con Convergència en Girona y con Unió y Ciudadanos en Lleida.

En este sentido, fuentes cercanas a la dirección del PSC agregan: "Si tensamos mucho la cuerda y hacemos una oposición dura, acabaríamos generando una víctima a ojos de la opinión pública". En el partido recuerdan que según encuestas como el CIS postelectoral Colau es una de las regidoras mejor valoradas y tienen la impresión de que están "condenados a acordar y apuntalar" a la alcaldesa sea desde la oposición o entrando en el Gobierno de la Ciudad Condal porque, en palabras de un cargo de la dirección del partido, "en este mandato no hay alternativa". "Es o Colau o el bloqueo de la ciudad", coincide otra fuente.

Tampoco ayuda, señalan estas mismas voces, "el poder mediático de Colau". "Pone cualquier cosa en Twitter –la alcaldesa tiene casi 390.000 seguidores, el PSC unos 75.000 y su número uno municipal, Collboni, ronda los 12.700– y se convierte en la portada de todos los periódicos, dice algo que suena bien y todo el mundo compra la idea, y la prensa se olvida de hacer seguimiento... incluso si se paraliza la gestión, la gente se queda con los gestos", lamenta un dirigente.

Imagen de buena gestión

En palabras de otro cargo, sólo hay dos opciones para que el PSC "saque un poco la cabeza": "La primera –relata– es hacer una oposición dura a Colau, pero eso es muy difícil en la situación actual. No la podemos dejar caer porque no hay una verdadera alternativa, la gente busca estabilidad y a la ciudad le hace falta. No se puede paralizar toda la gestión del Ayuntamiento". "La segunda –agrega– es intentar llevarnos parte del mérito de una buena gestión".

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La idea de los socialistas catalanes pasa por lograr competencias bien definidas en el Gobierno municipal que les permitiera visibilizar el éxito de su gestión. En el partido afirman que el de Barcelona es "un Ayuntamiento solvente que podría hacer mucho más para paliar los efectos de la crisis" e impulsar "el crecimiento y el empleo" en la ciudad, y que esos serán sus dos objetivos si finalmente se cierra el acuerdo para gobernar junto a Colau.

Fuentes de la dirección del PSC afirman, además, que Collboni –a quien definen como "un pragmático"– y su equipo tendrán el "100% de autonomía para tomar la decisión final". "Tenemos en el ADN el principio de autonomía municipal: si Jaume [Collboni] cree que es buen aportar estabilidad y se ponen de acuerdo en el programa, todo el partido lo respaldará", asegura un cargo de la ejecutiva del PSC, que insiste en que "la decisión no dependerá de cálculos electorales".

Finalmente, los socialistas catalanes son conocedores de que la regidora de Barcelona en Comú negocia en paralelo con ERC. Fuentes del partido no vetan a Esquerra, pero aseguran que mantendrán una "posición clara y nítida": toda cuestión vinculada a la independencia de Cataluña deberá quedar "fuera" de cualquier hipotético pacto a tres bandas, y el PSC se posicionará en contra en el Pleno si llegara a votación alguna moción a favor de la secesión de Cataluña.

El PSC negocia su entrada en el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau. Este mismo viernes, el primer secretario del partido, Miquel Iceta, mencionó esa posibilidad. Tras ganar las elecciones municipales en mayo de 2015 Colau fue investida alcaldesa precisamente con el apoyo de los socialistas catalanes, ERC y parte de la CUP, además de con los votos de su propia lista, Barcelona en Comú. Ya entonces dejó abierta la puerta a la posible entrada del PSC o ERC, pero hasta la fecha su Gobierno municipal es monocolor.

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