Nunca hay que descartar sorpresas de última hora, pero por el momento todo el camino parece asfaltado ya para proclamar como candidata socialista a la Junta a Susana Díaz, sin pasar siquiera por votación. Por la vía directa y gracias al apoyo de los poderes orgánicos del PSOE andaluz.
Este miércoles, 17 de julio, a las 20 horas, acabará el plazo para la presentación de los avales de cada uno de los cuatro aspirantes: Díaz, la clarísima favorita desde el principio; Luis Planas, consejero de Agricultura; José Antonio Rodríguez Salas, alcalde de Jun (Granada), y Marco Antonio Encinas, un militante de base de Torrox (Málaga). Necesitan 6.860 firmas, el 15% de un censo de 45.733 afiliados. Anoche, en los equipos de los tres primeros precandidatos y en la ejecutiva regional se daba por bastante seguro que la titular de Presidencia e Igualdad sería la única en superar ese listón, y por bastante margen: las apuestas indicaban que pondrá sobre la mesa "más de 15.000 avales y menos de 20.000".
Planas y Rodríguez Salas reconocían ayer que no tenían aún todos los apoyos necesarios. En teoría, según sus declaraciones, el alcalde de Jun iría por delante: le faltarían "entre 500 y 600" rúbricas. "Los dos lo tenemos difícil, pero él va peor", apuntaba el regidor en declaraciones a infoLibre. En el equipo del consejero se negaron a dar cifras, como siempre han hecho: "Nos vamos a quedar cerca. Vamos a intentar que la mañana dé algunos resultados, y lo intentaremos hasta el último momento. Pero lo diseñado era que hubiese una sola candidatura y si es así, no habrá primarias. Primarias es votar. Nosotros hemos tenido que ir a ciegas, sin saber quiénes eran militantes socialistas que nos podían firmar el aval".
De siete a ocho secretarios provinciales
Díaz partía con ventaja desde el principio del proceso, antes incluso de que el Comité Director del PSOE andaluz del pasado 2 de julio lo pusiera en marcha. La consejera era la señalada implícitamente por el actual presidente, José Antonio Griñán, la dirigente a la que arropaban la ejecutiva regional y varios miembros del Gobierno. Tenía también a su favor, al comienzo de la carrera por los avales, a siete de los ocho secretarios provinciales y a la mayoría de cuadros intermedios del partido.
Faltaban los críticos, el sector contrario a Griñán que en el congreso regional de 2012, en Almería, representaba a un 30%. Su fuerza radicaba, sobre todo, en Jaén, la poderosa agrupación liderada por Francisco Reyes y cuyo presidente de honor no es otro que Gaspar Zarrías, el lugarteniente de Manuel Chaves de toda la vida. Otros grupos de críticos, más minoritarios, se encontraban en Cádiz, Almería, Málaga o Sevilla.
Díaz sabía que en Jaén tenía el agujero más grande. Así que propició el acercamiento con Reyes y Zarrías y lo culminó en una comida en Jaén hace dos semanas. "Ella fue la que llamó, pero lo importante es que había voluntad por las dos partes de llegar a un acuerdo", aseguraba un cargo de primer orden de la agrupación jiennense. La paz se visualizó el viernes pasado, en un acto de la candidata con Reyes y con la exconsejera Micaela Navarro, a la que los críticos incluso soñaron con situar como rival de Díaz. Los dos firmaron el aval. El gesto ya era definitivo. Aunque el secretario general de Jaén había predicado la "neutralidad", su posicionamiento a favor de la delfín de Griñán suponía que las cúpulas de las ocho provincias cerraban filas con ella. Chaves conoció la aproximación de Jaén, la "comprendía" pero no la refrendó, según sus colaboradores.
Un "espacio" en el proyecto regional
No sólo fueron Reyes y Navarro. También Francisco González Cabaña (crítico de Cádiz) o Antonio Gutiérrez Limones (regidor de Alcalá de Guadaíra y rival de Díaz en su disputa por el liderazgo de Sevilla, que ella ganó en 2012) apostaron por la número dos de la Junta.
Según indicaron fuentes próximas a Díaz y a Zarrías, el apoyo no se traducía en "puestos o cargos" para los jiennenses. No por ahora. La oferta es de un "espacio" en el proyecto regional. "Empieza un tiempo nuevo en Andalucía, y no podíamos quedarnos descolocados. Griñán se va, en el partido ya no están los santones que antes estaban en primera línea (Chaves, Felipe González, Alfonso Guerra, Luis Pizarro) y hay una nueva generación de dirigentes que no pueden estar hipotecados por el pasado. Debemos sumar por el partido en un momento difícil", indicaban en el entorno de Zarrías.
Visión que suscribe la otra parte, que también entendía que las hostilidades con Jaén no podían mantenerse mucho tiempo más. "Al final, de estas primarias vamos a salir más cohesionados de lo que entramos. Las ocho provincias, toda Andalucía, está con Susana, y eso es muy positivo", indicaba un dirigente provincial defensor de Díaz desde el principio. "No creo que haya mayor unidad que la que tenemos en Andalucía. No tiene nada que ver con los últimos tiempos, y eso es muy bueno para el PSOE federal", apuntalaba un miembro del aparato regional.
Especialmente significativa es la rehabilitación de Navarro, presidenta de la agrupación jiennense. La exconsejera salió muy debilitada por su apoyo a Alfredo Pérez Rubalcaba en el congreso federal de 2012 –la dirección andaluza apoyaba a las claras a Carme Chacón– y por el cónclave regional que reeligió a Griñán. El apoyo de Navarro a Díaz "no implica su vuelta al Gobierno" de la Junta, pero todo "se irá viendo", como también se verá si la mayoría de Jaén se integra en la ejecutiva del PSOE-A.
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Planas, sin apoyo del mayor sector crítico
El abrumador respaldo orgánico a la favorita despeja una de las dudas que se suscitaron cuando Planas lanzó su candidatura el pasado 1 de julio: detrás de él no están los gerifaltes de Jaén.
Los movimientos de las últimas semanas, la recomposición de los poderes orgánicos, las quejas de los aspirantes, han definido la carrera por los avales, que concluye hoy. Si nadie más que Díaz supera el listón de las cerca de 7.000 firmas, ella será proclamada automáticamente candidata a la Junta. Si al final hay sorpresas y Planas o Rodríguez Salas entregan sus rúbricas, habría campaña y urnas el 29 de julio.
Nunca hay que descartar sorpresas de última hora, pero por el momento todo el camino parece asfaltado ya para proclamar como candidata socialista a la Junta a Susana Díaz, sin pasar siquiera por votación. Por la vía directa y gracias al apoyo de los poderes orgánicos del PSOE andaluz.