El PSOE se agarra a un clavo ardiendo. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) no le trajo hoy buenas noticias –estancamiento en el 28% y ampliación de la ventaja del PP a 5,8 puntos–, pero el partido de Alfredo Pérez Rubalcaba estaba obligado a intentar sacar algún rayo de esperanza de un barómetro negro. Óscar López, el secretario federal de Organización, lo hizo esta tarde aferrándose, básicamente, a tres datos: que la distancia que le separaba de los conservadores respecto a las generales de 2011 se ha contraído, que la valoración del secretario general es superior a la de Mariano Rajoy y que la intención de voto directa es mayor a la del PP.
Las tres cifras son ciertas. En 2011, Rajoy ganó con un 44,63% de los votos en los últimos comicios, y sacó 15,87 puntos a los socialistas. Ahora, el PP, según el barómetro de abril de 2013 del CIS, recibiría sólo el 34%, y el PSOE, el 28,2%. O sea, que la ventaja del PP es de 5,8 puntos. A su vez, la valoración del presidente del Gobierno es del 2,44, frente al 3 clavado de Rubalcaba. Y la intención de voto directa del PSOE –lo que los encuestados contestan espontáneamente, antes de que el organismo cocine los datos– se sitúa en el 13,7%, por encima del 12,5% del PP. López incluso aludió a otro porcentaje: el que tiene en cuenta la intención directa de voto y la simpatía que los ciudadanos manifiestan hacia los diferentes partidos: 20,1% para el PSOE y 16,6% para el PP.
"No estamos satisfechos" con la encuesta del CIS, previno López en varias ocasiones cuando fue preguntado en rueda de prensa en la sede del PSOE, para a continuación fijarse en los datos positivos, que el PP "es el que se desploma" y el que cae casi 11 puntos respecto a las últimas generales. El PSOE, asumió, está "estancado", pero "a menos de seis puntos" del partido del Gobierno. Centrándose en los números que "no llevan cocina" del organismo, López se congratuló de que el PSOE sea "la primera fuerza del país", por delante del PP y de IU.
De cualquier modo, el responsable de Organización recordó que "faltan más de dos años" para las siguientes generales y sostuvo que los datos electorales no son "lo más importante" del barómetro del CIS, ya que a juicio del PSOE pesa más el "clima de desconfianza" de los ciudadanos hacia la política y la "falta de esperanza" de los españoles hacia el futuro. Lo ilustró con tres cifras: el 90,9% cree que la situación económica es "mala o muy mala", el 62,6% la ve "peor" que hace un año y el 74% augura que en 12 meses será "igual" o "peor".
"Bueno" que se vea con sindicatos y empresarios
La focalización de estos tres últimos números sirvió también a López para volver a insistir en que lo prioritario ahora mismo, con 6,2 millones de parados, es articular un pacto contra el desempleo, propuesta que llevan repitiendo los socialistas toda esta semana.
El secretario de Organización consideró "bueno" que Rajoy vaya a reunirse el próximo 16 de mayo con sindicatos y empresarios para abordar la situación económica –así lo comunicó esta mañana la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría–, el "anuncio más importante" de la rueda posterior al Consejo de Ministros de hoy, pero le recordó que debe encontrarse "con todos" los partidos de la oposición.
Ver másBarómetro del CIS de abril de 2013
"Debería ser lo más normal del mundo. Está que el Gobierno escuche, pero han pasado casi seis meses desde la última vez que Rajoy se reunió con sindicatos y empresarios. Es bueno que el Gobierno empiece a escuchar porque hasta ahora ha gobernado solo y contra todos y no ha funcionado. Es muy importante que el Gobierno escuche lo mejor de cada uno", aseveró. Los datos "demoledores y desoladores" del CIS, apremió, piden que el Ejecutivo amplíe su abanico de consultas. "Hay que exigir al Gobierno que sea un poquito más humilde, que escuche a todo el mundo".
López recordó a Rajoy que no se trata de pedir "paciencia" a los ciudadanos, como hizo el pasado domingo desde Granada, sino "soluciones y acuerdos". Reiteró que su partido "no ha parado de presentar propuestas" y ha lanzado la idea de buscar un acuerdo para la "gran causa nacional" que es el empleo, porque es una "cuestión de Estado".
El PSOE se agarra a un clavo ardiendo. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) no le trajo hoy buenas noticias –estancamiento en el 28% y ampliación de la ventaja del PP a 5,8 puntos–, pero el partido de Alfredo Pérez Rubalcaba estaba obligado a intentar sacar algún rayo de esperanza de un barómetro negro. Óscar López, el secretario federal de Organización, lo hizo esta tarde aferrándose, básicamente, a tres datos: que la distancia que le separaba de los conservadores respecto a las generales de 2011 se ha contraído, que la valoración del secretario general es superior a la de Mariano Rajoy y que la intención de voto directa es mayor a la del PP.