Han pasado cinco semanas desde que Irene Lozano, hasta entonces diputada de UPyD, abandonara el partido de Rosa Díez y fichara por el PSOE como número cuatro de la lista por Madrid. La ahora candidata socialista, que en esta legislatura se destacó como uno de los azotes del bipartidismo desde su escaño en el Congreso, apenas ha aparecido en actos de partido desde esa fecha y tampoco ha protagonizado intervenciones en público.
Fuentes del equipo de campaña socialista admiten que no hay "demasiado interés" en exponer a Lozano en la recta final hacia el 20-D. También confiesan que no hay muchas peticiones de las federaciones para que la exparlamentaria magenta aparezca en sus eventos de campaña. Un portavoz de Ferraz, en cambio, manifiesta que "es una habitual de los actos del partido en Madrid" y que "asiste con normalidad" a las convocatorias. Menciona, por ejemplo, que estuvo presente en el minuto de silencio por los atentados de París al que acudió Pedro Sánchez en Getafe el pasado domingo.
A la incorporación de Lozano, que provocó hace semanas un profundo malestar en la federación socialista madrileña, se refirió este miércoles la secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández: "En primer lugar, quiero desmentir la condición de tránsfuga de Irene Lozano", dijo. Agregó que está "trabajando duramente" y se felicitó por su incorporación pues, a su juicio, significa que Lozano ve "ahora" una "opción atractiva" en el PSOE.
Fichaje polémico
La operación Lozano se conoció en la noche del pasado jueves 15 de octubre. Ese mismo día la parlamentaria había cobrado la que sería su última nómina como diputada de UPyD. Apenas unas horas más tarde, se presentaba como integrante del comité de sabios que asesoraba a Sánchez en la confección del programa electoral, como encargada de elaborar las propuestas en materia de regeneración democrática.
Ya el viernes se anunció que Lozano se convertía en la número cuatro de la candidatura por Madrid. Para hacerle hueco, Pedro Sánchez decidió a última hora sacar de la lista a una de las mujeres de su máxima confianza: la secretaria de Empleo del PSOE Luz Rodríguez, una leal colaboradora que fue relegada y colocada como número uno por Guadalajara en un gesto que varios dirigentes tildaron de "humillación" para ella.
Ese mismo día, la Comisión Federal de Listas del partido ratificó las candidaturas. Varios gestos evidenciaron la tensión interna provocada por el fichaje. Entre otros, que el secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo, se ausentara de la votación de la plancha por Madrid. Lo hizo, según explicó a infoLibre, porque no estaba dispuesto a "avalar la candidatura de una señora [Lozano] que ha insultado a los votantes del PSOE".
El movimiento, promovido personalmente por Pedro Sánchez, quedó sellado de esta forma. El domingo, sólo tres días después de que saltara la noticia, el propio secretario general presentó a sus candidatos en un gran acto público. A su llegada, Lozano evitó pedir disculpas a los socialistas por sus críticas en el pasado. Durante las intervenciones, la exdiputada de Rosa Díez se sentó separada del resto de candidatos por Madrid.
Aunque la dirección federal y el candidato a la Presidencia siempre tienen influencia directa en la composición de la lista por la capital, fuentes de la dirección socialista manifestaron que hay dos cosas complicadas de digerir en los fichajes de Lozano y también en el de la excomandante del Ejército Zaida Cantera, número seis por la capital reclutada igualmente por Sánchez: que en lugar de incluirse los nombres con "sutileza" se anunciara incluso con cierto "espectáculo" y que los miembros del PSOE-M quedaran relegados a posiciones retrasadas en la lista.
Sin agenda pública
En el calendario de Lozano –que se ha incorporado como independiente y no se ha afiliado al PSOE– estaba previsto presentar su aportación al programa electoral socialista en un acto público el pasado lunes 9 de noviembre. El evento, sin embargo, se canceló según el partido por la situaciónde tensión política en Cataluña: ese mismo día se celebró el Pleno del Parlament catalán que aprobó la resolución independentista donde se declaraba el inicio del proceso de desconexión con España.
Fuentes de la dirección del PSOE agregaron que esa presentación se pospuso inicialmente al día 11 y que, finalmente, quedó sin fecha. Los socialistas aprobaron su programa electoral el pasado sábado. Aunque inicialmente se organizó una Conferencia Política donde debía debatirse y votarse el texto final, los atentados de París obligaron a modificar el plan: la Conferencia se suspendió y el documento se validó "por aclamación" de los presentes en el acto.
Desde el partido no supieron precisar, a preguntas de este diario, la agenda que tendrá Lozano en campaña. Aseguraron que Ferraz "ha recibido peticiones" para que intervenga en actos de cara al 20-D, aunque no las concretaron: "Aún es pronto, por ahora todavía se está cerrando la agenda", manifestaron fuentes de la Ejecutiva Federal. "El PSOE-M también le hará parte de la agenda de campaña", agregaron desde el partido.
Actos a puerta cerrada
Este miércoles Lozano participó, junto a la coordinadora del programa electoral socialista Meritxell Batet, en una reunión con una decena de colectivos a los que se informó de las propuestas en materia de regeneración democrática de los socialistas. A la cita acudieron Civio, Politikon, Más Democracia, APRI, Calidad y cultura democráticas, Poletika, Ciecode, AccessInfo, Hay Derecho, OsOigo y Qué hacen.
El partido informó del encuentro en una nota en la que únicamente recogió declaraciones de Batet –"el PSOE se compromete claramente a favorecer una mayor participación política de los ciudadanos", dijo la dirigente socialista– y en la que desgrana algunas de las medidas del programa. Entre ellas figuran, por ejemplo, limitar el mandato del presidente del Gobierno a dos legislaturas o la imposición de primarias a la Presidencia del Ejecutivo.
El PSOE también apuesta por una reforma del sistema electoral que desbloquee las listas, elimine el voto rogado para los residentes en el exterior y abra "el debate sobre el voto a mayores de 16 años". Igualmente, el programa para el 20-D incluye medidas como la prohibición de los indultos en casos de corrupción o la retención de "toda subvención pública" a los partidos que no remitan sus cuentas al Tribunal de Cuentas.
Un encaje difícil
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Al margen de su participación en la elaboración de estas propuestas, fuentes del partido admiten que la incorporación de Lozano planteó algunas dificultades desde el inicio. La aproximación del PSOE a la exdiputada de UPyD se efectuó por iniciativa del secretario general Pedro Sánchez, quien encargó a su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, que contactara con Lozano. La entonces parlamentaria magenta no descartó la idea de unirse a las filas socialistas, pero advirtió desde un primer momento que su modelo de Estado no coincide que la posición oficial del PSOE: la Declaración de Granada.
Ese texto reivindica el federalismo "con todas las consecuencias" como "único punto de encuentro posible para restablecer el consenso territorial". Entre los pasos a dar apuesta por clarificar el reparto de competencias, reformar el Senado para convertirlo en una "verdadera Cámara de representación autonómica", reconocer los hechos diferenciales de diversos territorios y cambiar el sistema de financiación de las comunidades. En suma, una renovación de la Constitución muy alejada del modelo de UPyD que, entre otras cuestiones, plantea que el Estado central recupere las competencias en Educación, Sanidad y Justicia.
Así las cosas, Lozano accedió con reservas a una reunión con Pedro Sánchez. Dirigentes del PSOE conocedores de esa conversación aseguran que el secretario general le explicó que ese documento del PSOE es un primer borrador sujeto a la negociación con el resto de las fuerzas políticas: un punto de partida abierto a las conversaciones con otros grupos para la reforma constitucional. En cualquier caso, y para evitar mensajes discrepantes, Sánchez y Lozano pactaron que esta sólo hablaría de cuestiones de regeneración democrática. En todo lo demás, se remitirá siempre a la posición oficial del partido.
Han pasado cinco semanas desde que Irene Lozano, hasta entonces diputada de UPyD, abandonara el partido de Rosa Díez y fichara por el PSOE como número cuatro de la lista por Madrid. La ahora candidata socialista, que en esta legislatura se destacó como uno de los azotes del bipartidismo desde su escaño en el Congreso, apenas ha aparecido en actos de partido desde esa fecha y tampoco ha protagonizado intervenciones en público.