Y el acuerdo inminente para hacer a Pedro Sánchez presidente del Gobierno no se materializó. Ni jueves ni viernes. Las conversaciones entre el PSOE y Junts han encallado y los dos partidos siguen sin resolver los flecos de la futura ley de amnistía, con los socialistas empezando a asumir que la investidura planeada para la semana que viene podría demorarse.
La negociación continúa y las dos formaciones siguen con el ánimo de llegar a un acuerdo, según fuentes de los dos partidos. Pero los escollos sobre la ley de amnistía ha hecho que todo se ralentice. Desde la delegación socialista se desliza que se están produciendo “discusiones muy complejas” y que hay textos “muy avanzados, pero no cerrados”.
Por eso, los borradores que se intercambian son revisados por juristas, ya que el PSOE quiere la máxima finezza jurídica para que el futuro texto no acabe siendo tumbado por el Tribunal Constitucional, donde será revisado por los recursos anunciados por la derecha. Y, por lo tanto, la luz verde del acuerdo está costando en las últimas horas.
"Hasta el día 27 hay tiempo"
“No nos ponemos plazos ni presión”, indican fuentes socialistas. De esta manera, se vislumbra la posibilidad de que no sea la semana que viene ese Pleno de investidura. Ferraz había metido presión a sus interlocutores con la intención de que Pedro Sánchez llegara elegido presidente a la cumbre de los socialistas europeos que se celebrará en Málaga los días 10 y 11 de este mes. “Hasta el día 27 hay tiempo”, comentan en el PSOE, que continúa con la intención de atar los votos para que sea en una primera votación en el Congreso.
Tras estos dos días con los focos públicos encima y los periodistas detrás de los negociadores en Bruselas, los socialistas quieren que impere e nuevo la “discreción”. Las conversaciones están siendo pilotadas en Bruselas por parte del número tres del partido, Santos Cerdán, con el apoyo jurídico de Félix Bolaños en Madrid.
Junts también emitió a lo largo del día la sensación de que el pacto necesita más tiempo. Así lo hizo saber Jordi Turull, secretario general, que envió una nota a los miembros de la Junta de su partido criticando el acuerdo alcanzado por el PSOE y Esquerra, en tanto que auguró que quedan “horas y días de presión”. En el documento plasmó las ideas de que “no dejarán” a “ningún soldado tirado”: “No haremos una amnistía para vips”. Por ello, pidió “calma” y “confianza”. Fuentes posconvergentes subrayaron que las diferencias no son “cuantitativas” en la ley, sino “cualitativas”.
Los socialistas habían planeado cerrar la agenda catalana durante esta semana, pero al final sólo se ha sellado el pacto con Esquerra Republicana. Los republicanos asimismo han acelerado con la consulta a sus bases, que se saldó el viernes por la tarde con un resultado mayoritario del 89% a favor de la investidura de Sánchez.
Acuerdo con el BNG
El PSOE tenía la intención de que la fecha para la investidura estuviera ya fijada por Francina Armengol durante este viernes, coincidiendo con el día en el que se juntaba la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces. Pero el calendario sigue sin punto rojo. Lo que sí han podido cerrar es un acuerdo con el BNG para el sí a la investidura, gracias a un acuerdo por el que se creará una red de Cercanías en Cataluña, se activará la comisión para terminar diferentes transferencias y se eliminará el peaje en las autopistas gallegas, además del compromiso de financiación similar a Cataluña.
La idea del PSOE era precisamente continuar con el resto de formaciones el cierre de pactos tras los catalanes. También se negocia con mucha discreción con EH Bildu y con el PNV, pero no ha trascendido todavía ningún acuerdo ni el contenido del mismo.
Durante estas horas los socialista también se enfrentan al ataque del PP para criticar el acuerdo entre el PSOE y ERC para condonar 15.000 millones de euros de deuda de la Generalitat con el Estado. Pero desde el actual Gobierno se subraya que no se trata de algo unilateral, sino que es un instrumento legal del que se podrán beneficiar todas las autonomías con el mismo criterio de contabilización (aunque todavía no ha hecho públicas las cifras para cada comunidad).
A la espera de la consulta del PSOE
Mientras se producen estas negociaciones, el PSOE está consultando internamente sobre el acuerdo con Sumar y sobre las conversaciones con otros grupos para alcanzar la investidura. Como un guiño a la militancia, Pedro Sánchez votó este viernes telemáticamente y distribuyó las imágenes. Este sábado se podrá emitir sufragio presencialmente y el domingo se conocerá el resultado final.
Sánchez ultima con Junts el alcance de la amnistía tras asegurarse el apoyo de ERC
La voz más dura dentro del PSOE es la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, aunque en el Comité Federal de la semana pasado dijo que acataría el resultado. Este viernes también se echó encima de Junts: “Puigdemont tiene intención de humillar al Estado todo lo que pueda”.
"¿Es legítimo que quieran la independencia? Sí. Lo que no es legítimo es que lo hagan de cualquier manera y saltándose el derecho. Y cuando se han saltado el derecho, les conviene, lo cambian. Cambian el derecho. La Constitución obliga a la igualdad de todos los españoles. Por tanto, una excepción al principio constitucional de igualdad ante el derecho de todos los españoles tiene que tener alcance y reflejo constitucional. Pero es una tesis personal", reflexionó.
Desde el PP siguen alentando para que Page protagonice una crisis interna y se vuelva en contra de la investidura de Pedro Sánchez. Los populares de Castilla-La Mancha se han ofrecido a pagar la multa de 600 euros que le pondrían al diputado nacional y secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez, "por saltarse la disciplina de voto para que vote en conciencia con España y con los castellanomanchegos".
Y el acuerdo inminente para hacer a Pedro Sánchez presidente del Gobierno no se materializó. Ni jueves ni viernes. Las conversaciones entre el PSOE y Junts han encallado y los dos partidos siguen sin resolver los flecos de la futura ley de amnistía, con los socialistas empezando a asumir que la investidura planeada para la semana que viene podría demorarse.