Ni la presión social ni la de una parte del partido pudieron evitarlo. El PSOE se hizo este viernes, y en medio de una enorme expectación, con el bastón de mando de Ponferrada (León). Prosperó, como se esperaba, la moción de censura promovida por PSOE e Independientes Agrupados de Ponferrada (IAP) contra el actual alcalde, el conservador Carlos López Riesco, lo que dio la alcaldía al socialista Samuel Folgueral. Se sumaron los 13 votos de PSOE e IAP contra los 12 del PP. No hubo abstenciones. Pero la polémica residía en la identidad de los protagonistas, ya que el líder de IAP es Ismael Álvarez, el exalcalde ponferradino del PP que en 2002 tuvo que dimitir de su cargo tras ser condenado por acoso sexual a la concejala Nevenka Fernández. Folgueral y su hoy aliado político han venido subrayando la dejadez de López Riesco al frente del Ayuntamiento.
El caso Nevenka saltó en 2001 cuando el entonces alcalde del PP fue denunciado por su concejal. Un año después, tras meses cosechando críticas del PSOE y apoyos desde el PP, el regidor fue condenado y dimitió pero, cumplida la pena, volvió a la política en 2011 al frente de IAP. Y ha sido ahora cuando los socialistas se apoyan en él para desbancar al PP. La justificación dada por Folgueral es que Álvarez deja su acta de concejal.
La dirección federal del PSOE dio total cobijo a ese argumento y al desbancamiento de López Riesco. Óscar López, el secretario federal de Organización, se felicitó de lo ocurrido hoy en el Consistorio berciano: "Hay un acosador menos en política". El número tres recalcó que el acuerdo para que los concejales de IAP respaldaran la moción incluía "la condición taxativa" de que Álvarez abandonara la política, "y así se ha confirmado durante el pleno del Ayuntamiento". López añadió que el municipio "llevaba meses paralizado por la incapacidad para gobernar del PP y las luchas internas de la derecha", por lo que el partido "consideró que debía asumir la responsabildad de sacar adelante la ciudad".
"Alcalde rehén"
En su discurso, previo a la votación, el ya alcalde Folgueral hizo mención a los reducidos medios económicos que tiene el Ayuntamiento en la actualidad por lo que apostó por el ahorro y la eficiencia como conceptos claves en la nueva etapa del municipio. El socialista prometió trabajar para convertir a Ponferrada en un "espacio maravilloso", como punto de partida y como máxima ambición del nuevo programa de gobierno. Y terminó su intervención repitiendo la frase de Confucio de que "las decisiones importantes en la vida se deben de tomar con la mente fría, el corazón caliente y la mano tendida" y ha confiado en estar a la altura del anterior regidor del PSOE, Celso López Gavela.
El segundo en hablar fue López Riesco, que volvió a poner en entredicho la moción de censura aprobada. Folgueral, dijo, será un "alcalde rehén" ya que el pueblo de Ponferrada sabe con quién va a gobernar. "Allá usted si ha caído en la trampa en la que ha caído, le espetó. El ya exalcalde defendió la labor llevada a cabo por su equipo de Gobierno con "gran dinamismo" a pesar de la crisis económica "salvaje" actual y sin haber tenido la necesidad de "tocar los bolsillos de los ciudadanos".
Álvarez fue el tercero en intervenir. Anunció que mañana sábado entregará su acta como concejal. Una dimisión que calificó de "personal" y que tomó "convencido" de que es el mejor servicio que puede prestar a Ponferrada. "Me parece muy injusto e incoherente que un mismo tema se le ponga color blanco cuando conviene verlo blanco y gris cuando conviene verlo gris. He cumplido mi condena con más amplitud que la que nos fue impuesta", defendió. Tras los discursos, se procedió a la votación de la moción por orden alfabético del apellido de los concejales. 13 votos a favor, doce en contra y cero abstenciones dieron finalmente la alcaldía a Fogueral.
La moción se debatió en un salón de plenos abarrotado y las intervenciones se vieron interrumpidas en varias ocasiones por un grupo de mineros que pedían apoyo para su sector y por los simpatizantes de conservadores y socialistas. Los del PP exhibieron fotografías que mostraban el apretón de manos entre Folgueral y Álvarez. Y los del PSOE llamaron "esquirol" al portavoz conservador y exmilitante socialita, Reiner Cortés. Varias meces la mesa que presidía el pleno pidió silencio ante los murmullos y aplausos, pero no hubo más incidentes.
Carme Chacón: "Es insoportable"
La alianza del PSOE con Álvarez no sentó nada bien en una parte del PSOE. Máxime cuando la moción se consumaba hoy, 8 de marzo, Día de la Mujer. Este viernes, a primera hora la exministra Carme Chacón escribía en su cuenta de Twitter: "Es insoportable como socialista que cualquier día, pero sobre todo hoy, vayamos a gobernar Ponferrada por el voto de un acosador sexual. Yo, contraria".
Precisamente Óscar López estaba contestando a las críticas de Chacón cuando salió a defender la actitud de Folgueral y sus ediles. En la misma línea que el número tres se había pronunciado la diputada Ángeles Álvarez, que si bien dejó claro en Twitter que el regidor del caso Nevenka le "repele", estaba "satisfecha de que un acosador deje la política".
No escondió su discrepancia la mayor federación socialista, el PSOE de Andalucía. Su presidenta, Amparo Rubiales, tachó en Twitter de "vergüenza inadmisible" que el partido haya recabado "el apoyo del acosador de Nevenka" para gobernar el municipio leonés. En varios comentarios evidenció su malestar: "No puede ser, no todo vale, lo siento de veras. Estoy anonadada, qué desastre, qué manera de despreciar el trabajo de años por la igualdad. Estoy muy triste".
Más de 350 militantes del PSOE de la provincia de León habían suscrito un manifiesto en contra de la moción de censura. Los firmantes recordaron que los principios fundamentales, base de la ideología del partido, sobre los que debe erigirse toda la acción política han sido, a lo largo de su historia, la igualdad entre géneros y la defensa por la dignidad de las víctimas, "fuera cual fuera el delito". "La lucha contra la violencia de género, en todas sus formas, ha de entenderse como una batalla más en el compromiso con las víctimas y los colectivos más vulnerables", concretaban los firmantes socialistas en un comunicado de prensa remitido a Europa Press.
Ni la presión social ni la de una parte del partido pudieron evitarlo. El PSOE se hizo este viernes, y en medio de una enorme expectación, con el bastón de mando de Ponferrada (León). Prosperó, como se esperaba, la moción de censura promovida por PSOE e Independientes Agrupados de Ponferrada (IAP) contra el actual alcalde, el conservador Carlos López Riesco, lo que dio la alcaldía al socialista Samuel Folgueral. Se sumaron los 13 votos de PSOE e IAP contra los 12 del PP. No hubo abstenciones. Pero la polémica residía en la identidad de los protagonistas, ya que el líder de IAP es Ismael Álvarez, el exalcalde ponferradino del PP que en 2002 tuvo que dimitir de su cargo tras ser condenado por acoso sexual a la concejala Nevenka Fernández. Folgueral y su hoy aliado político han venido subrayando la dejadez de López Riesco al frente del Ayuntamiento.