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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

El PSOE mantiene la segunda plaza en escaños y votos ante Podemos

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Ibon Uría

El PSOE respira aliviado. Con el recuento terminado, los socialistas obtienen 85 escaños y 5.425.000 votos, cinco diputados y unos 120.000 sufragios menos que en diciembre, aunque ganan siete décimas en porcentaje de voto –pasan del 22 al 22,66%–. Pero, sobre todo, los de Sánchez mantienen la segunda plaza en escaños y en votos frente a Unidos Podemos, con una ventaja de 375.000 papeletas y 14 actas en el Congreso.

El número uno del partido siguió el recuento en su despacho de la sede socialista de Ferraz, acompañado por cargos de la dirección socialista. A las once y media de la noche compareció junto a miembros de la ejecutiva y del equipo de expertos que le asesora. "Pese a las dificultades extraordinarias y los malos augurios", proclamó, "el PSOE ha vuelto a reafirmar su condición de partido hegemónico de la izquierda española".

Sánchez pidió al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que "reflexione", pues "tuvo opción de votar a un Gobierno presidido por el PSOE" que pusiera fin al mandato de Rajoy. "Pero la intransigencia y el interés personal por encima del interés de la izquierda ha provocado la mejora de la derecha", apuntó el candidato, quien calificó a Unidos Podemos de "coalición de más de 20 partidos coaligados con el único propósito de ganar al PSOE".

"Los socialistas queríamos ganar estas elecciones y no lo hemos conseguido. No estoy satisfecho, pero con todo somos la primera fuerza política de la izquierda", insistió en su comparecencia, en la que no aclaró si intentará formar un Gobierno alternativo al del PP ni habló sobre posibles pactos. "En diciembre y junio los ciudadanos han reclamado cambio político, y el PSOE es la fuerza más importante del cambio", se limitó a decir.

Aunque como reconoció el propio Sánchez el resultado no es el deseado, el PSOE logró superar el pronóstico de las encuestas y mantenerse por delante de Unidos Podemos, principal reto para los socialistas en esta cita con las urnas. Fuentes del partido, antes de conocer las cifras del recuento, afirmaron que superar a la coalición de izquierdas y obtener 85 parlamentarios en la Cámara baja sería entendido como un éxito.

La campaña tampoco fue sencilla para el PSOE, que una y otra vez se enfrentó a preguntas sobre sus preferencias en cuanto a pactos electorales. Sánchez se limitó a decir que no vetaría a Ciudadanos ni Podemos y que en ningún caso facilitaría un Gobierno del PP ni con un voto a favor ni con una abstención, pero no ofreció más detalles sobre cuál sería su fórmula para poner fin a la etapa de Rajoy en la Moncloa.

Un mapa teñido de azul

En resumen, los socialistas lograron frenar la amenaza del sorpasso que auguraban las encuestas, pero el de este domingo fue su tercer mínimo consecutivo en escaños: 110 diputados en 2011, 90 en diciembre de 2015 y 85 ahora. Además, con respecto a diciembre, el PSOE perdió en esta cita con las urnas las únicas dos comunidades en las que se impuso el 20D, Andalucía y Extremadura.

En la primera de ellas, los socialistas andaluces obtuvieron el 31,24% de los votos frente al 31,5% de diciembre y pasaron de los 22 a los 20 escaños contra los 23 que logró el PP este domingo. En Extremadura, mientras tanto, el PSOE pasó del 35,98% de diciembre al 34,57% en estas elecciones, y perdió el quinto de los diputados logrado hace seis meses, que en esta ocasión fue a parar a la cuenta de los conservadores.

El PSOE es segundo por detrás del PP en otras ocho comunidades. De mayor a menor porcentaje de voto, son Castilla-La Mancha (27,31%), Aragón (24,86%), Asturias (24,84%), La Rioja (24,33%), Castilla y León (23,17%) Canarias (22,54%), Galicia (22,25%) y Murcia (20,29%). Los socialistas, por último, son terceros en la Comunitat Valenciana (20,81%), Baleares (20,1%), Madrid (19,62%), Navarra (17,36%), Cataluña (16,12%) y Euskadi (14,24%).

Las listas de Sánchez pierden apoyos en cuatro regiones con respecto al 20D: son Extremadura (1,41 puntos), Castilla-La Mancha (1,05 puntos), Andalucía (0,26 puntos) y Murcia (0,03 puntos). En las restantes comunidades mejoran entre tres décimas y 1,8 puntos, siendo los avances más destacados los de Madrid (1,82 puntos), Aragón (1,81 puntos), Baleares (1,79 puntos), Navarra (1,84 puntos) y Asturias (1,55 puntos).

Si se pone el foco en los resultados provinciales, circunscripción a circunscripción, el PSOE sólo cosechó este domingo triunfos en tres demarcaciones, todas ellas andaluzas: Huelva, Jaén y Sevilla. En comparación con los datos de hace apenas seis meses, los socialistas perdieron en esta cita con las urnas la primera plaza en Cádiz, Córdoba y también en Badajoz, en todos los casos a manos del PP.

También en comparación con el 20D, las listas de Sánchez mejoraron ligeramente sus resultados en las diez principales ciudades españolas. Hace seis meses el PSOE fue la segunda fuerza en dos, la tercera en tres y quedó relegada a la cuarta plaza en hasta cinco de las diez urbes más pobladas. Este domingo, en cambio, fue el segundo más votado en tres ciudades, el tercero en cinco y sólo fue cuarto en dos.

Si se observan los porcentajes de voto, los mayores avances se produjeron en Las Palmas de Gran Canaria –del 20,43% al 23,06%–, Zaragoza –del 20,25% al 22,86%– y Madrid –del 16,97% al 19,04%–. Si se amplía el foco, en la provincia de Madrid el PSOE logró un séptimo diputado por esta circunscripción, de modo que el vasco Eduardo Madina, que en diciembre se quedó fuera del Congreso, si logró acta en esta cita con las urnas.

Lectura en clave interna

El PSOE cierra la campaña sin aclarar su política de pactos y con el reto de frenar el 'sorpasso'

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De puertas adentro, las elecciones de este domingo vinieron precedidas en el PSOE por meses en los que la presidenta de la Junta de Andalucía y líder de los socialistas en esa comunidad, Susana Díaz, amagó con dar un paso adelante y disputar a Sánchez el liderazgo del partido en el próximo congreso federal, que debe celebrarse en los próximos meses y que la dirección federal apuesta ahora por adelantar al máximo. 

En campaña el PSOE exhibió unidad interna y Díaz fue la encargada de presentar a Sánchez en su proclamación oficial como candidato y de protagonizar junto a él el último acto. La líder andaluza, no obstante, marcó terreno propio: presionó al secretario general con el reto de ganar las elecciones y proclamó que el PSOE andaluz estaba en disposición de sumar la quinta victoria desde que ella asumiera el mando de la federación.

Las urnas, en cambio, depararon un resultado opuesto: por primera vez desde que Díaz se convirtiera en la secretaria general del PSOE andaluz, el PP se impuso en unas elecciones en esa comunidad. En el caso de unas elecciones generales, los conservadores sumaron este domingo su segunda victoria. El PP sólo había ganado unos comicios al Congreso en 2011. 

El PSOE respira aliviado. Con el recuento terminado, los socialistas obtienen 85 escaños y 5.425.000 votos, cinco diputados y unos 120.000 sufragios menos que en diciembre, aunque ganan siete décimas en porcentaje de voto –pasan del 22 al 22,66%–. Pero, sobre todo, los de Sánchez mantienen la segunda plaza en escaños y en votos frente a Unidos Podemos, con una ventaja de 375.000 papeletas y 14 actas en el Congreso.

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