La ruptura del diálogo entre PSOE y Podemos a nivel estatal de cara a la formación de un Gobierno no tendrá reflejo, al menos por ahora, en sus relaciones a nivel autonómico. A fecha de hoy cinco ejecutivos autonómicos liderados por el PSOE tienen apoyo externo de Podemos. En comunidades como la valenciana o Baleares, los líderes del partido morado están satisfechos con la actitud de sus socios. En otras, como Extremadura o Aragón, denuncian incumplimientos. Pero lo cierto es que ni los cargos regionales de la formación de Pablo Iglesias ni las tres federaciones socialistas sondeadas por infoLibre creen que el desencuentro a nivel nacional tenga consecuencias en el escenario autonómico.
La falta de entendimiento entre las direcciones estatales de los partidos de Sánchez e Iglesias quedó este viernes más patente que nunca. Y se reflejó con especial intensidad menos de 24 horas después de la primera cita a tres bandas desde las generales del 20-D: este jueves se sentaron las comisiones negociadoras de PSOE, Podemos y Ciudadanos y, al término de la reunión, se manifestó que los deseos de los tres partidos son incompatibles. El partido de Rivera afirmó que las cosas estaban "bastante claras" y que había "poco espacio para el acuerdo". Fuentes de Podemos consultadas por este diario avanzaron que el escenario era "muy oscuro". Y sólo el PSOE mantuvo cierta esperanza de ver a Sánchez en la Moncloa.
El optimismo de los socialistas se quebró definitivamente este viernes. A primera hora de la mañana compareció el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y anunció que preguntará a las bases de su partido si apoyar el pacto PSOE-Ciudadanos o mantener hasta el final su apuesta, exclusivamente, por una coalición de izquierdas. Iglesias, a preguntas de los periodistas, confimó que en esa consulta votará no al acuerdo de Sánchez y Rivera y sí al Gobierno del cambiono sí, y anunció que asumiría responsabilidades si el resultado no respaldara las tesis de la dirección del partido. Finalmente denunció el "inmovilismo" del PSOE y Ciudadanos, a los que acusó de decir "no a todo". Y se dijo muy "decepcionado" con el transcurso de la reunión a tres bandas.
Minutos después, el portavoz de los negociadores socialistas, Antonio Hernando, cargó contra Podemos: “Hoy Iglesias ha cerrado la puerta al cambio que tanto desean millones de españoles”, acusó. En tono duro, Hernando dijo que Iglesias "nunca ha querido hablar de contenidos ni de políticas" y que "ha estado buscando las elecciones desde el primer día" porque "vive mejor" con un Gobierno del PP. "Gracias por no intentarlo en absoluto, Pablo", remachó el diputado del PSOE que, pese a todo, se negó a aceptar la defunción de la vía 199 y prometió "seguir trabajando" para llevar a Sánchez a la Moncloa. ¿Y con qué partidos hablará ahora el PSOE?, preguntaron entonces los periodistas. Esa incógnita quedó sin respuesta.
Fuentes socialistas consultadas por este diario en Aragón, Comunitat Valenciana y Castilla-La Mancha, por su parte, descartan el riesgo de ruptura en sus respectivos acuerdos de gobierno. En el PSOE aragonés comentan que el nacional y el autonómico son "dos escenarios distintos, con instituciones diferentes" y que avanza a buen ritmo el trabajo "para cumplir los compromisos pactados, resolver los problemas de los ciudadanos y seguir manteniendo las mismas relaciones". "Los acuerdos en Aragón no han variado", insisten los socialistas en esa comunidad. El diagnóstico es similar en las otras dos regiones sondeadas por infoLibre. El PSOE valenciano afirma categóricamente que la ruptura a nivel nacional tendrá "cero influencia" en la estabilidad del Gobierno que encabeza Ximo Puig. "Se ha demostrado ya en estos tres meses largos", agrega, que los vaivenes en la relación entre Sánchez e Iglesias de cara a la formación de Gobierno no tienen efecto en la Comunitat. Esa misma impresión comparten los socialistas castellanomanchegos: "No va a afectar", dicen fuentes de la dirección del partido, que descartan que Podemos vaya a desestabilizar a Emiliano García-Page y que advierten de que, si eso ocurriera, Podemos "tendría muy difícil explicar por qué lo hace".
La vida en los parlamentos autonómicos, por tanto, sigue sus propios derroteros, centrada en el día a día de las respectivas regiones. Cuando han transcurrido más de nueve meses desde que Podemos acordó facilitar la investidura de presidentes socialistas en las citadas cinco comunidades, las relaciones entre ambos partidos son muy diferentes según la comunidad de la que se trate. Al menos así lo valoran distintos dirigentes de la formación morada. Consideran que el entendimiento es muy bueno en lugares como Baleares, pero que prácticamente se han roto los puentes en Extremadura. En la Comunidad Valenciana, pese a que las relaciones son fluidas, Podemos ha pedido recientemente una reunión con sus socios –PSOE y Compromís– para reimpulsar su acuerdo.
Aragón
Precisamente en la comunidad donde el recién elegido secretario de Organización morado, Pablo Echenique, lidera Podemos, el pacto bilateral con el PSOE está pasando por un momento delicado. Podemos acordó apoyar la investidura de Javier Lambán como presidente de un Gobierno de los socialistas junto a CHA e IU, si bien quedó al margen del mismo, y ha ido prestando apoyos puntuales al PSOE para sacar adelante las leyes. El último gran acuerdo se produjo con los presupuestos autonómicos para 2016, que Podemos apoyó con muchas reticencias al verse obligado, según declaró Echenique, a elegir "entre lo malo y lo peor".
Eso ocurrió a finales de enero. Pocos días más tarde, en el Pleno de las Cortes de Aragón del 18 de febrero, Lambán abría la puerta a entablar negociaciones con el partido morado para afianzar un pacto de Gobierno para el resto de la legislatura, que podría incluir la entrada de dirigentes de Podemos en el Gobierno. No obstante, la formación contestó con un comunicado firmado por Echenique en el que denunciaba "una importante deuda de compromisos incumplidos", un total de diez, por parte del PSOE.
En este sentido, Lorién Jiménez, secretario de Política de Podemos Aragón, critica la "cicatería" de la que, a su juicio, hacen gala los socialistas aragoneses. "Falta voluntad para cumplir los acuerdos", sostiene el dirigente, que pone varios ejemplos de medidas que se acordaron con el PSOE pero no se han puesto en marcha: no se han reducido los sueldos de altos cargos y cargos públicos, ni tampoco se ha puesto en marcha una auditoría de las cuentas autonómicas, sostiene Jiménez.
El cargo morado también menciona otros incumplimientos que ya venían reflejados en el comunicado hecho público en febrero, como el referente a la promesa de que el Gobierno aragonés no trabajaría con bancos que ejecutasen desahucios. Esta medida, sostiene Jiménez, no se ha llevado a cabo, y tampoco se ha aprobado todavía la ley de "renta social" para aumentar las prestaciones a las familias sin ingresos. El proyecto, asegura, "está redactado desde hace meses", pero inició su tramitación hace pocas semanas. "Básicamente, lo que nosotros denunciamos es que en la relación con el PSOE nos estamos encontrando con dos muros: la relación con los bancos y los privilegios de los altos cargos", resume.
Islas Baleares
Mucho más plácida es la situación en Baleares, donde el cumplimiento de los Acords pel canvi firmados por Podemos, PSOE y Més son evaluados semanalmente por una comisión de seguimiento de los mismos, explica Alberto Jarabo, secretario general del partido morado en las islas. Jarabo asegura que "las medidas más importantes" que contiene ese documento se están poniendo en marcha con el transcurso de los meses, aunque no niega algunas "tensiones" con el Gobierno insular que Podemos respalda desde fuera del Ejecutivo.
"Nos ha costado arrancar las medidas de protección del territorio, que a nosotros nos parecían prioritarias y que tardaron siete meses en ponerse en marcha", explica Jarabo, que también señala que se ha tardado en poner a funcionar la Oficina de Lucha contra la Corrupción –el Gobierno autonómico aprobó su creación hace una semana –. El líder autonómico de Podemos, sin embargo, se felicita por que se esté comenzando a tramitar la puesta en marcha de un subsidio para las familias con bajos ingresos.
El episodio con el que el líder balear de Podemos se muestra más crítico es la aprobación por parte del Ejecutivo liderado por la socialista Francina Armengol de una facultad de medicina en la Universitat de les Illes Balears. Según Jarabo, el PSOE ha "ocultado información" a su socio sobre el coste de estas instalaciones, un proyecto que además no estaba contemplado en los acuerdos de Gobierno que firmaron las tres fuerzas y que tampoco se presupuestó en las cuentas anuales.
Extremadura
Si hay una comunidad donde los puentes entre Podemos y el PSOE se encuentren rotos, esa es Extremadura. Así lo reflejó hace unos días la aprobación de los presupuestos autonómicos, que contaron con el voto favorable de PSOE, la abstención de Ciudadanos y PP, y el rechazo de los seis parlamentarios de Podemos, tras varios meses de negociaciones infructuosas e incluso un primer proyecto que fue devuelto al Gobierno por el desacuerdo entre las formaciones de izquierdas.
"El nivel de cumplimiento del pacto es simplemente nulo", asegura a este respecto Álvaro Jaén, secretario general de Podemos en Extremadura y portavoz del grupo parlamentario regional. Jaén señala que las cuentas aprobadas consignan "168 millones menos que los de [el anterior presidente, el conservador José Antonio] Monago", y que recortan en partidas como la educación –cuatro millones, según el líder extremeño de Podemos–, el i+D –siete millones menos, asegura Jaén– o las ayudas a las pymes.
Jaén también se queja de que el Gobierno regional vetase en diciembre del año pasado varias propuestas de Podemos relativas al "rescate ciudadano", que pretendían paliar problemas como la pobreza energética. En este caso concreto, los socialistas explicaron que la medida trastocaba el presupuesto regional. Y también se ha negado el Gobierno extremeño, asegura el líder regional de Podemos, a iniciar una auditoría de la deuda pública de la comunidad autónoma.
Comunidad Valenciana
El pasado marzo, el líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, trasladó públicamente a sus homólogos del PSOE y Compromís –Ximo Puig y Mónica Oltra, presidente y vicepresidenta de la Generalitat, respectivamente– la necesidad de "revisar" el Pacto del Botánico, el acuerdo que vertebra un Gobierno autonómico que Podemos también apoya desde fuera y que sus líderes a nivel estatal ponen como referencia para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Fuentes de la dirección valenciana de Podemos sostienen que la convivencia de los tres partidos que sostienen el Ejecutivo valenciano es buena y aseguran que los objetivos del pacto que lo vertebra se están cumpliendo razonablemente bien. No obstante, Montiel señaló varios puntos a revisar el pasado mes de marzo, entre los que se cuentan el endurecimiento de la legislación con respecto a las llamadas "puertas giratorias", la calendarización de la reapertura de Canal Nou o "el diseño de un plan de recuperación de las concesiones administrativas en la Sanidad".
No obstante, tal y como señaló Montiel entonces y confirman las fuentes de la dirección consultadas, la principal reivindicación de Podemos en la Comunidad Valenciana es la de la mejora de la financiación de la comunidad. La exigencia no es al Ejecutivo autonómico, sino al central, y de hecho los tres socios la comparten. "La falta de financiación funciona como argamasa del acuerdo", señalan estas fuentes, que también abundan en el hecho de que puntos como la puesta en marcha de la nueva Radio Televisión Valenciana necesitan un nuevo "impulso".
Castilla-La Mancha
El apoyo de Podemos sustenta también el Gobierno socialista de Emiliano García Page, aunque la capacidad de influencia del partido morado en Castilla-La Mancha es mucho menor que en lugares como la Comunidad Valenciana, ya que Podemos cuenta con 2 diputados por los 15 del PSOE. Page fue investido presidente tras firmar un acuerdo con hasta trece puntos con fecha límite de cumplimiento, y si bien existen asuntos que llevan retraso, la relación entre ambos partidos es fluida y los compromisos van avanzando.
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Así lo reconoce María Díaz, secretaria de Organización de Podemos en Castilla-La Mancha, que asegura que "el pacto va saliendo adelante aunque con algunas reticencias". "Hay que tirar del PSOE continuamente", sostiene Díaz, que no obstante resalta como compromisos cumplidos del acuerdo la recuperación de la tarjeta sanitaria universal o la implantación de un programa de "rescate ciudadano" dotado con 629 millones de euros –en el pacto de investidura se planteaba una dotación de 500 millones–.
Entre los acuerdos a cumplir, la dirigente menciona, fundamentalmente, las medidas de "rescate habitacional" dedicadas a solucionar el problema de los desahucios. "Sigue habiendo un agujero sobre todo en la alternativa habitacional", es decir, en las viviendas para familias desalojadas de las suyas. Según Díaz, el problema en Castilla-La Mancha no viene tanto por la falta de un parque de vivienda pública sino por su escaso mantenimiento, que provoca que "la mayoría de las viviendas no estén en condiciones".
Además, la secretaria de Organización de Podemos Castilla-La Mancha pide un mayor impulso en otros aspectos del pacto, como son la recuperación de servicios públicos externalizados –la fecha límite para iniciar el proceso era noviembre de 2015, según el acuerdo– o la auditoría de la deuda pública –planteada para la misma fecha–. La reforma tributaria a nivel autonómico, sostiene por el contrario Díaz, está siendo retrasada con el acuerdo de ambos partidos hasta conocer los planes económicos del nuevo Gobierno central, pese a que en el pacto se establecía que debía incluirse en los presupuestos que se están tramitando actualmente.
La ruptura del diálogo entre PSOE y Podemos a nivel estatal de cara a la formación de un Gobierno no tendrá reflejo, al menos por ahora, en sus relaciones a nivel autonómico. A fecha de hoy cinco ejecutivos autonómicos liderados por el PSOE tienen apoyo externo de Podemos. En comunidades como la valenciana o Baleares, los líderes del partido morado están satisfechos con la actitud de sus socios. En otras, como Extremadura o Aragón, denuncian incumplimientos. Pero lo cierto es que ni los cargos regionales de la formación de Pablo Iglesias ni las tres federaciones socialistas sondeadas por infoLibre creen que el desencuentro a nivel nacional tenga consecuencias en el escenario autonómico.