La maquinaria del PSOE ya está activada. A pleno pulmón. En menos de un mes los gallegos irán a las urnas. Pero también toda España estará pendiente de lo que pase esa noche en unos comicios que se van a jugar mucho en clave nacional. Y los socialistas van a echar el resto porque consideran que es la batalla más abierta en esa comunidad en décadas.
“Hay partido”, resumen fuentes de la dirección del partido. La convención política que el PSOE está celebrando este fin de semana en A Coruña está suponiendo de facto una puesta de largo de la candidatura de José Ramón Gómez Besteiro, que fue uno de los ponentes estrella del sábado durante una mesa de diálogo con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero.
Los socialistas ven factible que el PP pierda su mayoría absoluta. Con los datos sobre la mesa, creen que lo pueden conseguir si logran una mayor movilización y cala su mensaje entre los abstencionistas. El análisis que hacen en Ferraz y en el PSdG es que en los comicios gallegos se quedan en casa muchos de los votantes que luego confían en opciones progresistas durante las generales.
Sacar de casa a los abstencionistas
Los estrategas del PSOE tiene muy presentes los datos de participación: en las pasadas elecciones generales se registró un 61,41% en la comunidad autónoma y las opciones progresistas (PSOE, Sumar y BNG) superaron más del 50% de votos (aunque el PP ganó en diputados). En cambio, en las autonómicas de 2020 (en plena pandemia) no se llegó al 50% de participación y en las de 2016 fue del 53,63%, con mayorías absolutas de los populares.
Por lo tanto, los socialistas ven como principal reto lograr aumentar la participación el próximo 18 de febrero y sacar de su casa a muchos de los votantes que se quedan en el sofá en las gallegas y luego les apoyan en las generales. Se han puesto como objetivo movilizar a ese 4-5% de su electorado que no se implica en las autonómicas. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo ha confesado varias veces a los suyos: el cambio es posible pero hay que hacer extender esa “conciencia” a los electores.
Fuentes de la dirección dibujan al hilo: “Alfonso Rueda quería una campaña tranquila. Pero Feijóo con su caravana la quiere convertir en nacional. Nosotros encantados”. En Ferraz sostienen que lo que Génova 13 quiere explotar puede terminar precisamente beneficiando al PSOE. Además, en La Moncloa y en la sede socialista reflexionan que esta cita es una match ball para Feijóo: si pierde, el PP le puede enseñar la casilla de salida.
La implicación de Pedro Sánchez va a ser muy alta en la campaña de las gallegas, y tiene previsto involucrarse en primera línea. Algo que, además, quiere que haga el PSdeG. “Sin complejos”, como señalan los socialistas gallegos, que venderán durante estos días que una Xunta en sintonía con el Gobierno central sería beneficioso para Galicia, que ahora se dedica a confrontar con Madrid.
"El dato mata el relato"
Los ministros también se van a volcar con Besteiro durante estas semanas. El propio candidato durante sus intervenciones ha alabado a los miembros del Gobierno y ha vendido que quiere aprovechar su conexión para mejorar la comunidad. En especial, ha puesto el foco en el potencial de Luis Planas (al frente de Agricultura) y de Jordi Hereu, hombre fuerte ahora en el Ministerio de Industria. Además, frente a las críticas de Rueda, el socialista reivindica con fuerza medidas impulsadas por el Ejecutivo como la condonación de la deuda autonómica, algo que agradeció personalmente a María Jesús Montero durante su acto conjunto en la convención.
Los socialistas gallegos criticarán durante la campaña que Galicia va por detrás de sus posibilidades, con hechos como la salida de jóvenes, la pérdida de población y la falta de ejecución de fondos europeos. “El dato mata el relato”, subrayan en el PSOE gallego. También asocian a la Xunta con el Gobierno de la “mentira”, por el caso de los pellets. De hecho, creen que está calando entre los ciudadanos lo que ha pasado: inacción y “gestión tibia” de Rueda con el escándalo de los microplásticos. Denotan los socialista nervios dentro del Partido Popular por las apelaciones a Vox a no presentarse. El baile de los últimos escaños puede hacer perder esos 38 escaños de mayoría absoluta.
En la campaña se ha ofrecido a ayudar el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, cuyas intervenciones públicas fueron determinantes antes de las elecciones generales para movilizar al electorado progresista y dar energía a los cargos y militantes. El partido ya tiró de él para inaugurar la propia convención en la tarde del viernes, donde volvió a enloquecer al público y se convirtió en el más firme defensor de las políticas de Pedro Sánchez frente a las críticas que lanza Felipe González.
En el PSOE se fijan mucho en Pontevedra (donde esperan arañar restos para sumar escaños), A Coruña (buscan ganar peso en el electorado urbano) y en Lugo. Según sus análisis, el BNG ya habría tocado techo, por lo que ellos son los que tienen más margen para crecer en esta recta final hacia el 18F. Con una máxima: “Si dan los números, habrá Gobierno progresista. Da igual quién arriba y quién abajo”. En todas las encuestas el BNG aparece por encima de los socialistas, pero el entendimiento es bueno y no habría ningún problema en pactar.
Además, los socialistas gallegos esperan aprovechar el tirón de alcaldes como Inés Rey (A Coruña) y Abel Caballero (Vigo). Otro de los temas que consideran en el PSdG que puede hacer cambiar la situación es la preocupación por la sanidad pública en estos momentos con las críticas, por ejemplo, a las esperas en la atención primaria. Con otro punto que pretenden explotar: la imagen “presidenciable” de Gómez Besteiro.
EL PSE-EE, a por votantes del PNV y "huérfanos" de la izquierda
Los socialistas asimismo aprovechan su convención política para dar empaque a Eneko Andueza, el candidato del PSE-EE para las elecciones vascas, que serán las siguientes en el calendario. En el PSOE calculan que esa cita será el 21 de abril. El olfato del partido les indica que será una campaña “plana” por parte del PNV y de EH Bildu, que tirarán más de marca que de aspirante. Por eso el PSOE quiere aprovechar para poner sobre la mesa un “discurso transformador”.
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En el PSE-EE están convencidos de que las actuales encuestas (donde dan por delante a PNV y EH Bildu) infravaloran a los socialistas, poniendo como ejemplo lo que pasó en las pasadas generales en Euskadi, donde fueron los más votados aunque ningún sondeo lo predijera. Sostienen que pueden llevarse voto de electores del PNV, que ven un “partido agotado” y que quieren frenar al independentismo. A la vez que esperan captar en el caldero de “huérfanos de la izquierda no independentista por la fractura de Podemos y Sumar”. También en la campaña mantendrán su promesa de no gobernar con EH Bildu.
En su programa le darán mucha importancia a temas laborales y de educación. Los jóvenes serán clave y creen que lograrán un alto respaldo a pesar de que EH Bildu está muy fuerte en las nuevas generaciones. Fuentes del PSE-EE comentan que se acercan muchos jóvenes a afiliarse, algo que se vio durante el 23J.
Como pasará en las gallegas, el PSE-EE ve en el Gobierno central un activo para la campaña. Por eso, han pedido la implicación de Ferraz. “Existe una valoración más alta del Ejecutivo central que del Gobierno vasco”, remachan en el PSE-EE, donde señalan que, por ejemplo, la amnistía ha sido bien entendida en su comunidad . “No es casualidad el resultado del PSOE el 23J en Euskadi y Cataluña. Somos el pegamento”, concluyen los socialistas vascos, que salen con buen sabor de boca de la convención después de la ovación en pie a Andueza de todo el partido. El candidato a lehendakari hizo una petición directa a sus compañeros cuando el PP les llame “filoetarras”: “Rebelaros, por favor. Levantar la cara y mirarles fijamente para decirles que si ha habido un partido que ha luchado contra el terrorismo y ha sido protagonista de la conquista, ha sido el PSOE”.
La maquinaria del PSOE ya está activada. A pleno pulmón. En menos de un mes los gallegos irán a las urnas. Pero también toda España estará pendiente de lo que pase esa noche en unos comicios que se van a jugar mucho en clave nacional. Y los socialistas van a echar el resto porque consideran que es la batalla más abierta en esa comunidad en décadas.