El cantautor catalán Lluís Llach no será nombrado hijo adoptivo de Vitoria tras el rechazo por parte del grupo municipal socialista, al que se unió el PP. El alcalde, el nacionalista Gorka Urtaran, anunció en noviembre que propondría a la corporación esa distinción al cantautor catalán por "haber sabido recoger el sentimiento de los vitorianos" tras los sucesos del 3 de marzo de 1976, en los que la Policía Armada lanzó gases lacrimógenos para desalojar a los trabajadores que estaban reunidos en asamblea en la iglesia de San Francisco de Asís, situada en el barrio obrero de Zaramaga, y disparó contra los concentrados. Cinco trabajadores resultaron muertos y más de 150 fueron heridos de bala.
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El cantautor catalán escribió al día siguiente de la matanza la ya mítica canción Campanades a morts Campanades a mortsen homenaje a las víctimas. Treinta años después, la interpretó (ver vídeo) en un emotivo concierto en el pabellón Fernando Buesa Arena de Vitoria.
El PSE ha explicado en una nota de prensa que su formación "no cree que sea prudente ni oportuno que un político en activo" reciba ese reconocimiento, en referencia a que en la actualidad Llach es diputado en el Parlament catalán por Junts pel Sí.
Tras el rechazo de los socialistas y conservadores, la iniciativa del nombramiento de Llach, que se llevará al pleno ordinario del día 24 de febrero, no cuenta con el apoyo necesario de los dos tercios de los concejales. La decisión Urtaran se produjo a raíz de una iniciativa ciudadana, que solicitó al Ayuntamiento que otorgara a Lluís Llach "una distinción" con motivo de la conmemoración del 40 aniversario de este suceso.
El cantautor catalán Lluís Llach no será nombrado hijo adoptivo de Vitoria tras el rechazo por parte del grupo municipal socialista, al que se unió el PP. El alcalde, el nacionalista Gorka Urtaran, anunció en noviembre que propondría a la corporación esa distinción al cantautor catalán por "haber sabido recoger el sentimiento de los vitorianos" tras los sucesos del 3 de marzo de 1976, en los que la Policía Armada lanzó gases lacrimógenos para desalojar a los trabajadores que estaban reunidos en asamblea en la iglesia de San Francisco de Asís, situada en el barrio obrero de Zaramaga, y disparó contra los concentrados. Cinco trabajadores resultaron muertos y más de 150 fueron heridos de bala.