Pedro Sánchez vio cumplido su plan. El exministro de Educación Ángel Gabilondo ya es oficialmente el nuevo candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Como tal lo proclamó este sábado la Comisión Federal de Listas del PSOE, después de que la gestora que dirige el PSM le hubiera elevado el dictamen con una única propuesta: la suya.
La ejecutiva provisional que preside Rafael Simancas tenía que "interpretar" el sentir mayoritario de las agrupaciones. No tuvo que debatir mucho ni escrutar resultados, asamblea por asamblea. Una vez que Tomás Gómez fue ejecutado de manera sumaria por Sánchez el pasado 11 de febrero, en un insólito golpe de mano ya atado con antelación, las direcciones locales se resituaron rápidamente y se alinearon con Ferraz. Hicieron realidad el deseo de la cúpula federal y apostaron por Gabilondo de forma aplastante. La votación se prolongó durante tres días, de miércoles a viernes, en las más de 120 agrupaciones madrileñas. El apoyo al exministro fue abrumador frente al que recibió su único rival, Pedro Zerolo, secretario de Movimientos Sociales del PSOE y presidente por un mes del PSM. La tercera en liza, la exdelegada del Gobierno Amparo Valcarce, lanzada directamente por el tomasismo, se retiró de la pugna a los tres días al mostrar su disconformidad con el proceso puesto en marcha por Simancas y no dar vía libre a unas nuevas primarias.
La dinámica que comenzó a imponerse desde el miércoles se mantuvo hasta ayer mismo, cuando estaban convocadas 73 asambleas. Entre ellas, numerosas como las de Alcalá, Parla, Móstoles, Coslada, Chamartín, Latina, Villaverde o Salamanca. Cada agrupación, tal y como anticipó Simancas, actuó de forma soberana a la hora de expresar su criterio sobre la candidatura a la Presidencia de la Comunidad: unas aprobaron por asentimiento la propuesta de su ejecutiva, otras votaron a mano alzada (algunas incluso en urna, como en Alcobendas o Pozuelo), en otras se tomó nota de las voces de los militantes. Aun con esas variantes, los resultados fueron parejos: victoria del exministro, derrota de Zerolo, participación más bien escasa, aspecto este que ha resaltado el círculo de Gómez, caso de Eusebio González Jabonero o Noelia Martínez Espinosa.
La Comisión Federal de Listas se reunió esta mañana, sobre las doce horas. No acudió la madrileña Maru Menéndez, la que era secretaria de Organización de Tomás Gómez, por discrepar con el método y por no ser "partícipe" del encumbramiento de Gabilondo, según ella misma declaró a infoLibre. También faltaron los representantes andaluces en el órgano, Antonio Pradas y Juan Cornejo, porque ambos acompañaron a Susana Díaz en su gran acto de precampaña en Granada, que arrancó a mediodía. El secretario general de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, miembro de la comisión, comentó el resultado en declaraciones a TVE: "Se ha aprobado por unanimidad de los asistentes y en la propuesta va incluida la decisión de una mayoría de asambleas de Madrid. 117 de 138 han propuesto a Ángel Gabilondo en exclusiva, y en 132 de las 138 iba el nombre de Ángel Gabilondo en las propuestas". Según el comunicado emitido posteriormente por Ferraz [consúltalo aquí en PDF], la nominación de Gabilondo cuenta con el sí del "94,6% de los militantes representados".
Como ya se avanzó, no se han facilitado datos de participación. Ahora, el exministro deberá ser ratificado por el Comité Federal, el máximo órgano de poder del PSOE. De inmediato, fue felicitado por Zerolo y por el aspirante a la Alcaldía, Antonio Miguel Carmona, quien expresó su "satisfacción", tanto "porque los militantes hayan apostado por Gabilondo" como "porque sea Gabilondo el candidato" regional. También le anticipó su ayuda "en todo lo que pueda para que las encuestas" que hay para el Ayuntamiento, que le son favorables, "se repitan" para la Comunidad.
Gabilondo no es de los que "sale corriendo"
Ahora que ya ha sido proclamado candidato, queda un último paso en esta liturgia anunciada: que Gabilondo comparezca y acepte oficialmente la nominación. Lo hará este domingo, en rueda de prensa a las 11.30 horas en la Fundación Diario Madrid, en el centro de la capital. Él ya dejó entrever el martes pasado, en un desayuno informativo en la capital en el que presentaba al presidente de la Cope, que no es de esos a los que les gusta "salir corriendo" ni esconderse, y que a la propuesta rápida de la militancia daría una respuesta igualmente rápida.
Y eso que en Ferraz y en la gestora se llegó a temer que pudiera dar un paso atrás, vistas las maniobras de Gómez tras su destitución. Se apartó, sí, pero pidió primarias, que se devolviera la voz a los militantes –el órgano de Simancas y la dirección de Sánchez se negaron en redondo–, y desde su entorno lanzaron los nombres de Valcarce y Zerolo. Se sabía que Gabilondo, que no tiene carné del PSOE ni quiere tenerlo, podría arredrarse en caso de ruido interno o de una carrera competida. Su propio hermano, el periodista Iñaki Gabilondo, le había desaconsejado meterse "en la boca del lobo", en un partido deshecho, anteriormente partido en familias y aficionado a la mesa camilla y hoy en horas bajas tras 25 años alejado de la Alcaldía de Madrid y de 20 de la Comunidad.
No era la primera vez que dentro del PSOE aparecía el nombre de Gabilondo para una candidatura. El runrún venía de atrás. A este catedrático de Metafísica (San Sebastián, 1 de marzo de 1949) le acompaña aún el prestigio tras su paso breve por la política. José Luis Rodríguez Zapatero le reclutó para su Gobierno en 2009, para la cartera de Educación que dejaba Mercedes Cabrera. Devoto del consenso, intentó la firma de un pacto de Estado de educación con el PP, tal y como ha reclamado desde siempre el sector, para que la enseñanza no quede al albur de los gobiernos y cambie con cada cambio de color político. Las cosas marcharon bien hasta que, en el último minuto, los conservadores dijeron no. El acuerdo había fracasado, pero esa derrota no se le achacó al ministro.
Primero, clases con sotana
Su paso por Educación no fue más que un breve paréntesis en la trayectoria profesional de Gabilondo. Quinto de una familia de nueve hermanos, se prientó primero hacia la Teología y entró en la orden de los corazonistas. Tras dar años clases con sotana, se salió de la congregación y entró en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) para estudiar Filosofía y Letras. Allí se doctoró con una tesis sobre Hegel, El concepto como experiencia y sistema. Accedió a la cátedra de Metafísica, impartió Hermenéutica y Teorías de la Retórica y Pensamiento Francés Contemporáneo. Entre 1989 y 1992 fue decano de su facultad, en 2002 fue elegido rector de la UAM y, al año siguiente, se hizo con la vicepresidencia de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), entidad que presidió desde 2007 a 2009.
Gabilondo sugiere que será candidato si se lo propone la militancia
Tras su paso por el ministerio, Gabilondo volvió a la UAM, a su puesto como profesor, sin cerrar la puerta a nuevos proyectos. Ahora tiene por delante el reto político más importante de su vida. Intentar reconquistar la Comunidad de Madrid. Convertirse en el nuevo profesor capaz de sacar al PSM de la ruina. Ferraz, cuando destituyó a Gómez, lo hizo por las malas expectativas electorales, porque se corría el riesgo de ser tercera fuerza y de hundirse hasta el 11-12% de los votos. Ese será el listón. Porque si Sánchez pierde su apuesta para el 24-M, su posición como secretario general peligrará.
Para que Gabilondo sea finalmente candidato, no obstante, el PSOE ha tenido que abdicar de su compromiso con la democracia interna, al tirar por la ventana unas primarias y negarse a convocar otras. La decisión de desalojar a Gómez de la candidatura sí conectó con el sentir de otras federaciones, pero el malestar por los tiempos y las formas, por la escenificación del "golpe de autoridad" de Sánchez, también ha sido palpable.
Pedro Sánchez vio cumplido su plan. El exministro de Educación Ángel Gabilondo ya es oficialmente el nuevo candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Como tal lo proclamó este sábado la Comisión Federal de Listas del PSOE, después de que la gestora que dirige el PSM le hubiera elevado el dictamen con una única propuesta: la suya.