No hay tregua en las urnas. España arranca la semana que viene una nueva campaña electoral rumbo a los comicios europeos del 9 de junio. Los resultados en Cataluña del pasado domingo han dado total brío al PSOE, que se ve fuerte para dar la vuelta a los sondeos que sitúan por delante al PP. La maquinaria ya está en plena ebullición en la calle Ferraz para impulsar a la lista liderada por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera.
El PSOE se volcará con un discurso muy de izquierdas y progresista, como señalan fuentes de la sala de máquinas socialista. No se trata de centrarse en buscar el votante del centro sino de movilizar al electorado propio para que no se quede en casa en una cita que teóricamente interesa menos al electorado.
Ahí está la ecuación mágica para el PSOE: sacar a los votantes que los apoyan en las generales y luego no van a los colegios en las europeas. Hay confianza en la figura de Teresa Ribera, que aglutina por un lado un discurso progresista que puede atraer a votantes de Sumar con un fuerte componente ecologista pero que también tiene un perfil muy institucional (vicepresidenta tercera, buenas conexiones en Europa y alta funcionaria del Estado).
Ribera vs. Montserrat
Además, en el PSOE están totalmente convencidos de que Ribera se impondrá en los debates y en la campaña a su gran rival, la popular Dolors Montserrat. En la familia socialista creen que el perfil de la vicepresidenta tercera es mucho más atractivo que el de la exministra de Sanidad, que durante estos años en Bruselas se ha movido para poner al Gobierno español contra las cuerdas de la mano del PPE de Manfred Weber.
Montserrat ha sido también uno de los grandes azotes del Gobierno allende los Pirineos por la ley de amnistía. Pero en el PSOE creen que no será un problema después de las elecciones catalanas, en las que el PSC se ha impuesto de manera holgada con 42 escaños mientras que el independentismo ha perdido su histórica mayoría absoluta en el Parlament. Por ello, en La Moncloa y en Ferraz ven que la arriesgada hoja de ruta de Sánchez ha sido respaldada por los ciudadanos y se puede presentar como un aval de hecho durante las europeas.
El núcleo duro de la candidatura socialista vaticina que el PP hará una campaña de "manipulación emocional", centrada en el ecologismo y el campo e intentarán atacar a Ribera como un "dogmática". Además, creen que volverán a sacar temas nacionales como la amnistía, pero la aspirante del PSOE frenará estos golpes poniendo sobre la mesa los grandes debates europeos. Y los socialistas prevén un debate muy ideológico al estilo del 23 de julio: "¿Más derechos y libertades? ¿Poder mantener proyectos como los fondos Next Generation?". Con la idea de que serán esenciales estos cinco años en la UE, más con la posibilidad de que llegue en noviembre Donald Trump de nuevo a la Casa Blanca. Por eso, tienen que luchar contra el fantasma de la abstención, siempre más alta en las continentales (la participación suele ser inferior al 50%). "Que la gente vaya a votar y no a la playa", señalan en la cúpula del partido.
Las plazas que decidirán el resultado
En el PSOE, además, ven esenciales tres comunidades para ganar las europeas: Cataluña, Madrid y Andalucía. Sostienen en Ferraz que será allí donde se juegue principalmente el resultado en una cita que es de circunscripción única. Eso se nota en el propio diseño de esta precampaña, que arranca este mismo miércoles con la presentación de la candidatura de Ribera en Sevilla. Además, este sábado se ha convocado un gran acto en Barcelona, donde estarán juntos Pedro Sánchez, Salvador Illa y la propia vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica. La 'número uno' de la plancha socialista volverá el domingo a Andalucía para estar en Cádiz junto al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
En el PSOE también sostienen que será muy importante el voto joven. Ese sector fue clave, junto a las mujeres y el colectivo LGTBi, para resistir el pasado 23 de julio. En esta campaña también se centrarán mucho en los nuevos votantes, a los que atrae mucho el discurso ecologista.
Y es que los socialistas quieren poner en primera línea la importancia que tiene Bruselas y la incidencia de sus decisiones en el propio día a día de los ciudadanos. Todo en un momento en el que las derechas soplan con fuerza en todo el continente y ante un horizonte inédito hasta el momento: el PPE empieza a abrirse a pactos con la ultraderecha y ya no está asegurada la tradicional alianza entre conservadores y socialdemócratas que ha vertebrado las instituciones.
El PSOE no ve transferencia de voto: fidelidad al estilo del 23J
En la sede federal del PSOE se fijan mucho en estos momentos en los microdatos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, que indican que la fidelidad del voto ha subido más de seis puntos y vuelve a estar a la altura de las elecciones del 23 de julio. Asimismo, en la dirección socialista subrayan la fuerza que sigue teniendo como activo Pedro Sánchez, que sigue siendo la opción favorita para ser presidente (aumentando 2,5 puntos en un mes). En cambio, la figura de Alberto Núñez Feijóo cae durante estos días. Otro de los puntos que analizan es que Yolanda Díaz también está bajando en preferencias de los ciudadanos. En el PSOE creen que pueden llevarse algo también de Sumar, aunque comentan que a esta opción le beneficia que sean unos comicios de circunscripción única.
Los socialistas reflexionan además que el contexto ha dado la vuelta. El PP estaba muy crecido tras las elecciones gallegas, pero ahora los populares han encadenado dos cuartos puestos en Euskadi y en Cataluña. En cambio, los socialistas han ido de menos a más. Hacen este cómputo en Ferraz de lo que va de competición electoral en las tres autonomías durante este años: el PSOE ha obtenido 63 escaños y el PP 62 (con un diferencial a favor de los socialistas de 90.000 votos).
Otro de los mitos que el PSOE intenta neutralizar con las encuestas es la idea de que hay una transferencia relevante de votos hacia el Partido Popular.
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Desde Ferraz se afanan en advertir de que Feijóo tratará una “operación de maquillaje” durante estas semanas para presentarse a las elecciones europeas como un partido de derechas homologable a algunos de sus socios europeos: “Nada más lejos de la realidad. El PP se ha fusionado con VOX en sus políticas y discurso, y lo hemos podido ver en las pasadas elecciones en Cataluña. El líder del PP solo habló de inmigración, okupas y marcos usados por la ultraderecha".
La "operación maquillaje de Feijóo"
Según los socialistas, Feijóo ha ordenado a sus delegaciones en Castilla y León, Comunidad Valenciana y Aragón “aparcar las leyes de desmemoria hasta después de las elecciones europeas”. “Tienen miedo a que el electorado castigue su deriva hacia la ultraderecha, y hacen bien en tenerlo. Los españoles no van a permitir semejantes leyes propias de tiempos oscuros en nuestro país. Tendrán que recular, como lo harán en Madrid, con su ataque a la cultura de nuestro país, eliminando los nombres de Paco Rabal y Asunción Balaguer del callejero”. Ponen el foco también los socialistas en que el PP está aplazando a después del 9 de junio un acuerdo con los de Abascal en el Ayuntamiento de Sevilla: “Feijóo debería tener la gallardía de ir de cara ante los españoles y no esconder bajo la alfombra la suciedad política que ha propiciado desde su llegada abriendo de par en par las puertas a los ultras en las instituciones”.
En el PSOE se ven con muchas posibilidades de ganar la cita de las europeas. Y, además, dejan claro que no hay ninguna intención de adelantar las elecciones generales. “Eso es lo que querría la derecha”, sostienen fuentes de La Moncloa y de Ferraz respecto a las elucubraciones que lanzan durante estas horas desde ámbitos políticos y mediáticos conservadores. “A esta legislatura le quedan tres años como poco”, enfatizó la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, donde también descartó un apoyo del PSC a Carles Puigdemont para ser presidente de la Generalitat: “Hay cuestiones sinceramente que no cuelan. es que no las compra nadie”.
No hay tregua en las urnas. España arranca la semana que viene una nueva campaña electoral rumbo a los comicios europeos del 9 de junio. Los resultados en Cataluña del pasado domingo han dado total brío al PSOE, que se ve fuerte para dar la vuelta a los sondeos que sitúan por delante al PP. La maquinaria ya está en plena ebullición en la calle Ferraz para impulsar a la lista liderada por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera.