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Puigdemont juega su última carta antes de propiciar una investidura viable o ir a nuevas elecciones

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El periodo de incertidumbre abierto en Cataluña tras las elecciones del pasado 21 de diciembre afronta su recta final. Si el próximo 22 de mayo, en 19 días, la Generalitat sigue sin tener presidente, habrá nuevos comicios. Serían los quintos en poco más de siete años. La primera fecha clave hasta entonces tiene lugar este jueves, cuando está convocado en el Parlament la primera de dos jornadas de pleno para abordar la propuesta de JxCat, la candidatura en la que se integran los herederos de la antigua Convergència, de reformar la Ley de la Presidencia para posibilitar la investidura a distancia a Carles Puigdemont. 

Sin embargo, esa es una vía muerta dado que el Tribunal Constitucional ya ha decretado que el expresident no puede ser investido de forma telemática. Precisamente hace una semana el pleno del tribunal admitió a trámite la impugnación que el Gobierno había presentado en enero contra su candidatura a distancia y la convocatoria de un pleno para elegirle y advirtió de que un nuevo intento de "reproducir" esta investidura supondría contravenir esta suspensión y tendría consecuencias penales.

Además, el Consejo de Garantías Estatutarias, cuyos dictámenes son preceptivos pero no vinculantes, también ha dicho que la investidura a distancia contraviene la Constitución, el Estatuto y el reglamento del Parlament porque ese es un acto "de naturaleza esencialmente personal y presencial". No se espera que ni JxCat ni ERC vayan a actuar contraviniendo estas resoluciones pues ambas formaciones se han mostrado contrarias a tomar cualquier decisión que implique la desobediencia, algo que sí reclama la CUP. 

La realidad es que buena parte de las miradas estarán puestas a más de 1.800 kilómetros de distancia del Parlament, en Berlín, donde Puigdemont ha citado el sábado a los diputados de JxCat con los que quiere valorar los "pasos a seguir" en la formación del Govern, según información de la agencia de noticias ACN.

Sobre la mesa está la posibilidad de que sea en esa cita en la que comunique el nombre de un cuarto candidato que desbloquee la situación tras los intentos de frustrados de él mismo, Jordi Sànchez y Jordi Turull. En esta ocasión se trataría de un candidato que esté en España y en libertad, pues JxCat ha descartado sobrepasar nuevas líneas rojas que pongan en peligro a más dirigentes independentistas. 

Vía abierta  

La posibilidad de elegir a un nuevo candidato que ponga fin a la parálisis que se arrastra desde hace meses en Cataluña ha resultado favorecida por la decisión de la Mesa del Parlament de aprobar la delegación del voto tanto de Puigdemont como del exconseller Toni Comín, huido en Bruselas. En su momento, ni el Gobierno ni los grupos no soberanistas decidieron dar la batalla legal contra la posibilidad de que el expresident votara a distancia, una facultad de la que hizo uso por primera vez el pasado 5 de abril.

Sin embargo, en los últimos días el Gobierno, por boca de Mariano Rajoy, sí ha anunciado que estaba estudiando "acciones legales" contra la delegación de voto de Comín. En el caso de que el Ejecutivo llevara esta cuestión al Tribunal Constitucional, supondría su suspensión inmediata y el parlamentario no podría votar a distancia.

Por su parte, Ciudadanos se adelantó este miércoles al anunciar su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, que este mismo jueves recurrirá ante el citado tribunal las delegaciones de voto tanto de Comín como de Puigdemont. En todo caso, al promover ese recurso diputados de una formación y no el Gobierno, la suspensión no es automática

La posibilidad de voto a distancia de ambos diputados permite a los independentistas cuadrar los números, pues sumarían 66 votos frente a los 65 del resto. Eso sí, sería necesaria la abstención de los cuatro parlamentarios de la CUP, algo que se da por hecho dado que esta es la posición que han mantenido desde las elecciones del 21-D. Los anticapitalistas han insistido en que sólo se plantearían votar a favor de una hipotética investidura de Puigdemont pues, a su juicio, es el único que podría plantear un "embate democrático al Estado". De hecho, ya frustraron con su abstención la investidura de Turull, en la que no pudieron votar ni Puigdemont ni Comín. 

Candidatos 

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No obstante, este escenario de mayoría parlamentaria para JxCat y ERC podría cambiar en el caso de que hubiera novedades en las causas judiciales abiertas contra Puigdemont y Comín. Si se levantaran las medidas cautelares impuestas a ambos podrían decaer las actuales delegaciones de voto, pues ambas se basan en que no pueden acudir en persona al Parlament porque están sometidos a la jurisdicción de otros países. En consecuencia, los independentistas podrían encontrarse con menos diputados y, por tanto, con menos votos de los que cuentan en la actualidad. En ese caso, el de la CUP se haría imprescindible para desencallar la situación. 

Respecto a los hipotéticos candidatos, uno de los nombres que más suenan en los últimos días es el Elsa Artadi, portavoz de JxCat y mano derecha de Puigdemont. La diputada cuenta también con el aval de ERC, cuyo adjunto a la presidencia, Pere Aragonès, dijo este miércoles en una entrevista en Catalunya Ràdio que lo importante es "formar Gobierno lo antes posible". También Jordi Sànchez, expresidente de la ANC, mostró su respaldo a Artadi. "Ella sabe que tiene todo mi apoyo", dijo en una entrevista a ACN contestada por escrito desde la cárcel de Soto del Real, donde está internado desde el pasado 16 de octubre. 

Otra de las incógnitas abiertas es si Puigdemont pretende seguir adelante con la idea de mantener el cargo simbólico de president desde el extranjero aunque sea elegido otro candidato. El pasado febrero ya propuso seguir ostentando el poder desde Bruselas a través de la puesta en marcha de un sistema institucional paralelo en ese país, pero esta propuesta se acabó diluyendo tras la negativa de la CUP, que estimó que era un planteamiento de "sumisión a la legalidad española"

El periodo de incertidumbre abierto en Cataluña tras las elecciones del pasado 21 de diciembre afronta su recta final. Si el próximo 22 de mayo, en 19 días, la Generalitat sigue sin tener presidente, habrá nuevos comicios. Serían los quintos en poco más de siete años. La primera fecha clave hasta entonces tiene lugar este jueves, cuando está convocado en el Parlament la primera de dos jornadas de pleno para abordar la propuesta de JxCat, la candidatura en la que se integran los herederos de la antigua Convergència, de reformar la Ley de la Presidencia para posibilitar la investidura a distancia a Carles Puigdemont. 

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