El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, considera que pitar el himno de España, como se hizo en la final de la Copa del Rey, pone de manifiesto una "intolerancia" como la xenofobia y convierte a sus autores en "energúmenos".
En declaraciones en el Congreso, Hernando ha señalado que los que pitaron el himno, que ha recordado que no fueron todos los presentes en el estadio, "perpetraron un grave caso de intolerancia" hacia los sentimientos de la mayoría de los españoles. "Esta intolerancia demuestra la enfermedad de quienes consideran lícito atacar los símbolos nacionales que comparten muchos ciudadanos", ha añadido.
Y si se ha logrado erradicar de los estadios otras "intolerancias" como la xenofobia u el racismo, el PP espera que también se acabe con esta intolerancia hacia los símbolos nacionales.
Hay que esperar al expediente abierto
Para ello, confía en las que medidas que adopte el Comité de Competición y las autoridades deportivas pero ya avisa de que, si la legislación no es suficiente, promoverá una reforma de la Ley de Deporte.
A su juicio, por una u otra vía, hay que garantizar que se pueda actuar contra quienes incitan a las personas a "comportarse como energúmenos" en los estadios de fútbol.
PSOE: está amparada por la libertad de expresión
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, ha rechazado este martes que la Comisión antiviolencia en el deporte imponga sanciones por la pitada al himno porque, a su juicio, esta protesta está amparada en el derecho a la libertad de expresión y es "muy difícil", por tanto, sancionar estos comportamientos.
Hernando ha reiterado que su partido ha condenado esa pitada porque la considera una falta de respeto a un símbolo nacional, pero ha recordado que los tribunales ya han dicho que la libertad de expresión ampara estas protestas.
También ha rechazado la idea del PP de impulsar un cambio legislativo para castigar estas actitudes porque "no es bueno legislar en caliente" y sería "muy complicado" hacerlo para controlar estos comportamientos.
"Hay que dimensionar el tema en su justa medida y no utilizarlo a favor de determinadas dinámicas electorales", ha apostillado Antonio Hernando.
IU-ICV ve "patética" la reacción del Gobierno
La Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) ve "patética" la reacción del Gobierno ante la pitada y le recomienda que estudie las causas de esa protesta en lugar de intentar "reprimirla".
"Rajoy haría bien en preocuparse por la problemática que de verdad afecta a los ciudadanos, porque lo que pone en riesgo la convivencia y la cohesión no son estas protestas contra los símbolos nacionales sino los parados sin prestación o un partido gobernante hasta las cejas en casos de corrupción y con un presidente que huye de dar explicaciones", ha comentado el portavoz adjunto de la coalición en el Congreos, Joan Coscubiela.
De hecho, a su juicio el Ejecutivo ha convertido este asunto en su "principal preocupación" únicamente por su "talante antidemocrático" y su "voluntad de desviar la atención" de temas como el "la pobreza, la desigualdad o la podredumbre del PP", que son los que deberían "obsesionarle".
El Govern apoyará a las entidades sancionadas por la pitada al himno
"Una parte no se ve representada por el himno"
Por su parte, el portavoz parlamentario de IU-ICV-CHA, José Luis Centella, considera que cuando "todo un estadio", y no sólo sectores aislados, protestan al unísono "alguien se debería preguntar" el por qué.
"El problema no es reprimir la protesta, sino el fondo de la misma. Es evidente que una parte importante del Estado no se ve representada ni por el himno ni por el monarca", interpreta el diputado, para quien la pitada no sólo iba dirigida contra el himno sino también contra el Rey Felipe VI, presente en el partido y a quien la gente recibió de esta manera un año después de su proclamación porque "no está tan asentado como dicen" y "sigue sin tener legitimidad".
El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, considera que pitar el himno de España, como se hizo en la final de la Copa del Rey, pone de manifiesto una "intolerancia" como la xenofobia y convierte a sus autores en "energúmenos".