Por segunda vez en un mismo día, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se refirió a los escándalos de corrupción a los que su partido ha tenido que hacer frente en esta legislatura. Por la mañana, lo hizo en la rueda de prensa que ofreció en el palacio de La Moncloa tras el Consejo de Ministros en el que se convocaron elecciones generales para el próximo 20 de diciembre. Por la noche, en la entrevista que concedió a TVE. "Creo que la corrupción nos ha perjudicado mucho y creo que más que la propia situación económica. Fue muy duro, [...] la corrupción es algo que hace mucho daño, que a la gente le molesta, le irrita y le agrede y con razón [...] Hemos tomado medidas", respondió a la periodista Ana Blanco. Pese a todo lo dicho, minutos después aseguraría que "en absoluto" tiene miedo a que estos escándalos le estropeen la campaña. Y que "salga lo que salga" actuará "exactamente igual" que como había actuado hasta ahora.
"Salga lo que salga actuaré exactamente igual que hice hasta ahora. Los tribunales tomarán las decisiones que tengan que tomar y contarán con el apoyo del Gobierno", sostuvo.
El presidente del Gobierno, gracias a la mayoría absoluta de su partido en el Congreso de los Diputados, ha evitado comparecer en reiteradas ocasiones en la Cámara para rendir cuentas de los escándalos que afectan al Partido Popular. Y, pese a que presumió en la entrevista de que los corruptos ya están fuera del partido, la actuación de la dirección nacional en este asunto no siempre ha sido ágil. Sirva como ejemplo el caso de Luis Bárcenas, extesorero del partido y exsenador. O el de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.
"La corrupción lo que nos pide fundamentalmente es que vayamos hasta el final. Estamos dando respuesta [...] Creo sinceramente que las cosas van a ir mucho mejor en España en el futuro", respondió a la primera de las ciudadanas que le preguntaron en esta entrevista con un formato similar al espacio Tengo una pregunta para usted.
En defensa del bipartidismo
Igual que había hecho en la rueda de prensa de horas antes, el presidente esquivó como pudo las preguntas sobre los pactos postelectorales. Dijo que se trataba de un debate que ahora "no tiene mucho sentido" y que "serán los ciudadanos los que tengan que decidir". Sí señaló, no obstante, que más que cuestión de partidos, los pactos son cuestión de "programas". "Lo más importante es que haya un programa", insistió poniendo el énfasis en que, a su juicio, lo importante es que haya "estabilidad".
¿Cuál es su principal rival? Pese a que los argumentarios del PP marcan que éste es el PSOE de Pedro Sánchez, Rajoy optó por no citar a ninguno de sus adversarios. Hasta el punto de señalar que su principal adversario es él mismo. Él, que tiene que explicar a los ciudadanos en lo que resta hasta las elecciones todo lo que ha hecho en estos años y por qué es necesario que no se invierta el rumbo, explicó.
Rajoy es un férreo defensor del bipartidismo. Y así lo volvió a reconocer en TVE. "Lo he defendido muchas veces", sostuvo. Según comentó, en los países en los que hay más "riqueza" se alternan dos grandes partidos en el poder. Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido fueron los ejemplos que citó.
A vueltas con el "plasma"
Los ciudadanos que preguntaban al presidente del Gobierno habían dejado sus cuestiones grabadas. En una de ellas se intentaba indagar el motivo por el que el presidente se escondió tras "el plasma". Rajoy no pudo negar la evidencia de que en los primeros años de legislatura estuvo poco cercano y se dejó ver poco en público. "La primera parte de la legislatura la tuve que dedicar a plantar cara a lo que teníamos por delante. España estuvo a punto de ser rescatada...", dijo, para después admitir que "puede ser" que el "plasma" le distanciara de los ciudadanos.
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Entre datos económicos y promesas de que todavía queda mucho por mejorar, el presidente del Gobierno dio muestras de nuevo de que su relación con Aznar es bastante mejorable cuando admitió que no tenía ni idea de si iba a participar en su campaña. "Pues no lo sé", respondió. Y con la misma ilusión sostuvo que él, de todos modos, le parecería "bien". Porque "es un activo importante dentro del partido".
Pese a que nadie puede negar que ahora el presidente del Gobierno pisa más la calle su cambio de estrategia no va a llegar a que se le vea bailando, como sí ha ocurrido ya con su vicepresidenta. "Nadie se espera que yo me ponga a bailar", sentenció.
Al cierre del programa, el presidente del Gobierno fue invitado a elegir imágenes buenas y malas de su legislatura. Se atascó en las malas. "A veces, nos castigamos de una manera injusta", señaló.
Por segunda vez en un mismo día, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se refirió a los escándalos de corrupción a los que su partido ha tenido que hacer frente en esta legislatura. Por la mañana, lo hizo en la rueda de prensa que ofreció en el palacio de La Moncloa tras el Consejo de Ministros en el que se convocaron elecciones generales para el próximo 20 de diciembre. Por la noche, en la entrevista que concedió a TVE. "Creo que la corrupción nos ha perjudicado mucho y creo que más que la propia situación económica. Fue muy duro, [...] la corrupción es algo que hace mucho daño, que a la gente le molesta, le irrita y le agrede y con razón [...] Hemos tomado medidas", respondió a la periodista Ana Blanco. Pese a todo lo dicho, minutos después aseguraría que "en absoluto" tiene miedo a que estos escándalos le estropeen la campaña. Y que "salga lo que salga" actuará "exactamente igual" que como había actuado hasta ahora.