21D | Elecciones en Cataluña
Rajoy afronta el anunciado batacazo del 21D con la oposición interna en el PP descabezada
El Partido Popular y el Gobierno afrontan con nerviosismo los días previos al 21D. Con unas encuestas nada favorables, el propio presidente del Gobierno y de la formación conservadora ha decidido echar el resto e incrementar su presencia en Cataluña en la recta final de campaña para hacer una defensa cerrada del "voto útil" y del PP como máximo exponente de ello. Pase lo que pase el jueves en las elecciones en Cataluña, señalan, el Gobierno central seguirá siendo el mismo y eso, defienden en el PP, es una garantía de que se va a seguir respetando la Constitución y, si es necesario, se van a poner en marcha todas las herramientas para que así siga siendo.
Esta implicación de Mariano Rajoy –mayor de la que se anunció en un principio– conducirá a que los resultados del 21D sean también analizados en clave nacional. A ello también contribuirá el hecho de que uno de los ejes de la campaña del PP esté siendo hacer bandera del artículo 155 de la Constitución, una herramienta puesta en marcha por el Gobierno tras haber obtenido el apoyo del PSOE y Ciudadanos en el SenadoSenado.
Desde la dirección nacional del PP preparan ya el terreno y destacan que una victoria del bloque constitucionalista será una victoria de Rajoy como último responsable de la puesta en marcha del artículo 155. Y rechazan que lo que pueda pasar en Cataluña vaya a tener su reflejo en el resto de España en las municipales y autonómicas de 2019 o en las próximas generales. Una cita, está última, a la que Rajoy puso fecha hace poco más de una semana en un desayuno informativo: junio de 2020.
En el PP enmarcan dentro de la "normalidad" la posibilidad de que Ciudadanos intente sacar rédito de un buen resultado en Cataluña con una extrapolación a lo que podría ocurrir en el resto de las comunidades o en España. En este sentido, ven también dentro de la normalidad que en cuadros regionales y autonómicos del partido se analice el mayor o menor empuje de la formación de Albert Rivera. Pero no creen que la situación pueda llegar desbordarse. En estos momentos, en el Partido Popular no hay un sector crítico con fuerza para hacer frente a Rajoy.
Aguirre, González, Aznar...
Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, fue durante antes uno de los principales contrapesos internos al poder de Rajoy. Hoy está fuera de la política. El que fue uno de los hombres fuertes de su Gobierno y sucesor en la Presidencia regional, Ignacio González, también está fuera de juego tras haber pasado por prisión su implicación en el caso Lezo. Tampoco José María Aznar, el hombre que escogió a Rajoy para sucederle al frente del PP, está en la posición ideal para agitar el liderazgo del jefe de los conservadores después de que FAES se desvinculase del partido.
Hasta la fecha, uno de los barones más críticos con Rajoy ha sido el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. Tras las autonómicas de mayo de 2015, cuando el PP perdió gran parte del poder regional y municipal, Herrera le recomendó mirarse al espejo y reflexionar antes de decidir su candidatura a las generales. Ahora está de salida y no repetirá como candidato.
A día de hoy, de los dirigentes que siempre son fijos en las encuestas ante una eventual sucesión de Rajoy –el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núnez Feijóo; la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal– quien más lejos ha ido a la hora de pronunciarse sobre Cataluña ha sido Cospedal.
La también secretaria general del PP ha asegurado este fin de semana en una entrevista concedida a El Mundo que "posiblemente habría que haber actuado de otra manera" en Cataluña. Unas declaraciones que han dejado descolocados a algunos de sus compañeros de partido.
El candidato Albiol
Según la encuesta del CIS del pasado 4 de diciembre el PP se desploma. Si en 2015 fue la penúltima del Parlament con 11 diputados y el 8,5% de los sufragios, ahora se quedaría con 7 escaños y el 5,8% de los votos. En definitiva: el partido menos votado y con menor representación en el Parlament. Tampoco pasa inadvertido que, según este mismo sondeo, el 46% de los votantes del PP en las elecciones catalanas de septiembre de 2015 tiene decidido votar ahora a Cs.
De darse este resultado, los conservadores obtendrían su peor registro, en porcentaje de voto, de los últimos 29 años. Quedarían por detrás de la CUP.
En la dirección nacional del PP y en el PP de Cataluña piden observar los números con prudencia. "En Cataluña siempre hemos ganado a las encuestas", destacan. No obstante, algunos de los dirigentes consultados señalan que un mal resultado de Albiol podría tener consecuencias aunque este siempre podría "repartir culpas al Gobierno y a su partido".
En los días previos a la proclamación de la candidatura de Albiol, sectores del PP debatían si era el mejor candidato. "Gusta a la gente del PP de toda la vida. Pero no atrae un solo voto de gente que no sea del PP", resume uno de los dirigentes consultados.
Los restos: al PP o al independentismo
Los sectores más pesimistas del PP alertan de una posible "doble derrota". A saber: que ganen los independentistas, por lo que Rajoy no podría arrogarse el triunfo del bloque constitucionalista, y que Albiol quede por detrás de la CUP el 21D. Para alertar contra este escenario, los conservadores se están volcando estos últimos días de campaña en el mensaje de que el último escaño en algunas provincias se lo están jugando el PP y los independentistas, bien de la CUP o de ERC. Esto implica, sostienen, que en algunos casos votar a Ciudadanos puede acabar dando el último escaño, por ejemplo a la CUP. "Es una especie de voto indirecto al indepententismo", describe un diputado.
En el argumentario de este lunes, el PP subraya que estamos ante "un momento decisivo". "Nada está decidido aún. El último escaño en tres provincias se lo están jugando el PP, la CUP o ERC", advierten. "Más del 20% de los llamados a votar no han decidido su voto. Es necesario que la gente sepa qué puede pasar con su voto", mantiene un miembro del Comité Ejecutivo Nacional en conversación con este diario.
En un escenario como el catalán, añade la misma fuente, los indecisos se mueven por bloques. Es decir, buscan su opción de voto dentro del llamado bloque constitucionalista o dentro de los independentistas. El último documento interno del PP sobre el 21D destaca que "no es lo mismo" votar a Ciudadanos que votar al PSC. PSC
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Definen a la formación naranja como "un partido que ahora se presenta como federalista y que no apoyó el 155 hasta no ver que tenía el apoyo mayoritario de la población". Y al PSOE como el partido "que quiso pactar con Iglesias para apartar a Rajoy cuando ganó las elecciones".
Como ya ha informado infoLibre, para el PP sería un "mal menor" que acabara gobernando el socialista Miquel Iceta. En clave catalana, que el Govern esté en manos de un no independentista sería ya un "gran avance", consideran. Y en clave nacional, sostienen que una victoria de Inés Arrimadas serviría para dar "aire" a Cs en un momento en el que se aproximan municipales y autonómicas.
El PP hará su primer análisis de los resultados del 21D un día después. A las 12.00 horas del viernes Rajoy ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional de su partido.