Al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el rastreo policial durante 14 horas en la sede de su partido le pilló fuera de casa. Mientras los agentes buscaban información sobre los contratos de la obra del partido y otra documentación relevante y la escaneaban, el líder del Ejecutivo se encontraba en Bruselas, donde acudió a al último Consejo Europeo de 2013.
Visiblemente molesto, el presidente no quiso entrar a valorar el fondo del asunto en la rueda de prensa que ofreció al término de esta cita europea. Una convocatoria informativa en la que el 90% de las preguntas giraron en torno a asuntos nacionales. Mariano Rajoy se limitó a tirar de argumentario y sostuvo que "todos debemos respetar las decisiones judiciales" y "colaborar con la Administración de la Justicia". "Son las instrucciones que he dado: pleno respeto a las decisiones de la Justicia y esperamos su resolución". Rajoy coronó estas declaraciones con un "estamos tranquilos", negando así su temor a la imagen que de su partido está llegando a los ciudadanos.
“Vamos a intentar arreglarlo”, dice Rajoy
Pese a que en ningún momento los informadores que preguntaron a Rajoy sobre este tema se refirieron al episodio de la sede nacional del PP como un "registro", él insistió en que lo ocurrido en Génova durante toda la noche del jueves no tiene nada que ver con esto. "No se ha ordenado un registro. Se ha pedido colaboración y se le ha dado", sostuvo.
No obstante, no quiso entrar a valorar si, dado que algo ha fallado en lo relacionado con la entrega de documentación al juez, baraja abrir una investigación interna en el PP a fin de depurar responsabilidades. En la noche del jueves, pasadas las 00.40 horas, el partido que preside Mariano Rajoy remitió un comunicado a los medios en el que subraya que la formación aportó al juez en su día la documentación que les solicitó.
Fuentes del Gobierno señalan que el presidente estuvo en contacto durante la noche del jueves con su equipo en la sede nacional del partido y al tanto de la entrada de la Policía. A lo largo del viernes se le pudo ver por el edificio donde se celebra el Consejo Europeo siempre pegado a su teléfono móvil.
Al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el rastreo policial durante 14 horas en la sede de su partido le pilló fuera de casa. Mientras los agentes buscaban información sobre los contratos de la obra del partido y otra documentación relevante y la escaneaban, el líder del Ejecutivo se encontraba en Bruselas, donde acudió a al último Consejo Europeo de 2013.