Rajoy calla sobre Aznar y presume de discurso único en toda España

Y. G.

El Partido Popular quiere desviar el foco de su último enfrentamiento con el expresidente del Gobierno José María Aznar a cuenta del plantón que el Ejecutivo y la dirección del partido escenificaron el pasado jueves en la presentación de su último libro en Madrid. Esto es, al menos, lo que se desprendió este sábado de la intervención de Mariano Rajoy en la clausura de la Interparlamentaria que el PP había celebrado durante dos días en Córdoba.

El presidente del Gobierno dedicó su media hora de discurso a hacer un repaso de la situación económica, a defender la unidad de España ante el desafío soberanista de Cataluña y, ligado a este último punto, a presumir de que su partido, a diferencia del PSOE, "es un partido de ámbito nacional, que dice las mismas cosas en todos los territorios del país".

Se trata, esta última, de una afirmación que chirría si se tiene en cuenta los enfrentamientos en el seno del PP que ha destapado el denominado déficit asimétrico o 'a la carta' para las comunidades autónomas. O el hecho de que, mientras el Gobierno insiste en que no se pueden bajar impuestos, barones como el madrileño, Ignacio González, hayan decidido abanderar este tipo de medidas con el consiguiente enfando del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y de otros presidentes autonómicos de su mismo partido.

Recuerdo a las víctimas

En La Moncloa son muy conscientes de que la primera reacción del presidente del Gobierno a la sentencia de Estrasburgo contra la doctrina Parot fue un error que no se puede repetir. Que las primeras palabras que vertiera Rajoy sobre este fallo que provocará que decenas de etarras salgan a la calle en los próximos meses fueran "llueve mucho" irritó a las víctimas del terrorismo y a un importante sector del electorado del PP. Y sirvió para que Aznar lanzara un puyazo al líder del Ejecutivo.

Este sábado, lo primero que hizo Rajoy nada más ocupar el atril fue mostrar su solidaridad con las víctimas del terrorismo. Sólo un día antes, la Audiencia Nacional, sin esperar el pronunciamiento del Tribunal Supremo, había dispuesto la excarcelación de 9 terroristas. Domingo Troitiño, uno de los autores del atentado de Hipercor, está entre ellos.

"Son momentos duros y difíciles, especialmente para las víctimas [...] Yo quiero decirles que, más que nunca, estamos con ellas. Estoy convencido de que esta batalla la va a ganar la Justicia y las personas de bien", arrancó el presidente del Gobierno.

Acto seguido, tras insistir en la importancia de Andalucía para el partido que preside, dedicó la segunda parte de su intervención a la situación económica. El resumen de lo dicho en este campo está en esta frase: "Podemos decir a los españoles que hemos salido de la Unidad de Vigilancia Intensiva". "Os aseguro que veremos en España crecimiento sostenible y estable y creación de empleo [...] y que podremos decir cuando nos presentemos a las elecciones que estamos infinitamente mejor que en 2011", se comprometió ante diputados, senadores y otros cargos públicos del partido.

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Fue refiriéndose al desafío soberanista de Cataluna cuando el presidente del Gobierno presumió de discurso único, a diferencia de los socialistas. Y tomó prestada una frase que horas antes había pronunciado Enric Millo, portavoz del PP de Cataluña en el Parlament: "En la Unión Europea no entraron 17 comunidades autónomas, entró España".

Rajoy sostuvo que su partido cree que "los españoles podemos vivir juntos". "No queremos poner aduanas a los sentimientos que nos unen desde hace siglos", dijo. "Ni queremos levantar fronteras, año 2013, entre vínculos que no se pueden romper ni entre afectos que no se pueden superar", completó.

Para el presidente del Gobierno "es irreformable lo que dice la Constitución en sus artículos 1 y 2. La soberanía nacional es del conjunto del pueblo español. Por tanto, yo de ese asunto nada tengo que reformar ni que dialogar".

El Partido Popular quiere desviar el foco de su último enfrentamiento con el expresidente del Gobierno José María Aznar a cuenta del plantón que el Ejecutivo y la dirección del partido escenificaron el pasado jueves en la presentación de su último libro en Madrid. Esto es, al menos, lo que se desprendió este sábado de la intervención de Mariano Rajoy en la clausura de la Interparlamentaria que el PP había celebrado durante dos días en Córdoba.

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