Federico Trillo precipitó este jueves su marcha de la Embajada de España en Londres. Según anunció a los medios de comunicación en una breve comparecencia [aquí, en PDF], en la que no admitió preguntas, el exministro de Defensa había solicitado al Gobierno de Mariano Rajoy que agilizase su relevo y éste llegará este mismo viernes. Cuando se conoció el informe del Consejo de Estado sobre el trágico accidente del Yak-42, hace poco más de una semana, el Ejecutivo salió a asegurar que iba a ser relevado como otros tantos diplomáticos pero que esta labor llevaba su tiempo porque veníamos de un periodo de Gobierno en funciones en el que, por ley, no habían podido producirse ni ceses ni nombramientos. Pese al empeño de Trillo en vestir su relevo inmediato de normalidad, horas antes del anuncio ni el titular de Exteriores, Alfonso Dastis, ni el presidente Rajoy daban por inmediata su marcha porque no se había recibido todavía el plácet correspondiente para su sucesor.
Las fuentes del Partido Popular consultadas atribuyen la noticia al cambio gradual de postura del Ejecutivo tras el informe del Consejo de Estado. Pero, sobre todo, a que el propio Rajoy avalase en rueda de prensa desde el palacio de la Moncloa la actuación de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, a partir de las conclusiones del órgano consultivo. A esto hay que sumar las presiones de los partidos de la oposición para que rindiese cuentas y fuese apartado del cargo.
Su anuncio da algo de oxígeno al Gobierno, que el lunes tiene una cita clave: la comparecencia de la titular de Defensa en la comisión del ramo del Congreso de los Diputados para rendir cuentas una vez conocido el citado informe, que viene a corroborar la responsabilidad de Trillo ya avalada en los documentos oficiales sobre el accidente.
El texto del Consejo de Estado, adelantado por El País y publicado íntegramente por infoLibre, destaca que la causa del accidente del Yak-42 fue el agotamiento y el estrés de los pilotos tras 22 horas de vuelo, además del hecho de que no hubieran recibido formación para afrontar este tipo de situaciones, lo que les llevó a desorientarse y estrellar el avión contra el monte Pilav (Turquía).
"No interferir"
En menos de diez días, Rajoy ha pasado de espetar nada más conocer el informe que "eso ya está sustanciado judicialmente, ocurrió hace muchísimos años" a señalar que estaba de acuerdo con "la posición" que había mantenido la ministra. En el pasado, los conservadores habían atribuido a razones políticas la indignación que provocó tanto el accidente como la gestión posterior que hizo el PP. Ahora, la secretaria general del PP reconoció, tras conocer el informe del órgano consultivo, que la Administración tiene una "responsabilidad objetiva". "Todo lo que haga el Gobierno me parece correcto", se había limitado a señalar Trillo tras conocer las conclusiones de la reunión mantenida entre Cospedal y la Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42.
"En los últimos días he pedido al Gobierno que este relevo se produjera cuanto antes, para no interferir en la acción de Gobierno. Ya puedo anunciarles que así se producirá mañana [por el viernes] por los cauces establecidos", señaló ante los medios de comunicación. Será este viernes, pues, cuando el Consejo de Ministros oficialice el cese, a petición propia, anunciado.
El titular de Defensa en el momento del accidente aéreo no hizo mención alguna a la tragedia en su breve comparecencia. No hubo, pues, ninguna alusión a las víctimas ni a sus familiares.
En las últimas horas, Trillo no sólo había podido comprobar que hasta Rajoy, su compañero de los consejos de ministros de Aznar, le daba la espalda agarrándose a una revisión de la postura oficial sobre el accidente que provocó la muerte de 62 militares en mayo de 2003. También había sido testigo del malestar en el cuerpo diplomático. Este miércoles, 13 exembajadores remitieron una carta al ministro Dastis, pidiendo el "cese inmediato" del extitular de Defensa.
El gesto de Trillo supone la ruptura de Rajoy con quien ha sido una pieza clave en la historia del Partido Popular. Rajoy ya acumula un puñado de ellas. No hace ni un mes que José María Aznar anunciaba, a través de un comunicado, que abandonaba la presidencia de honor de los conservadores. Este portazo, tras años de tensiones con Rajoy y su equipo, vino también precedido de la desvinculación de su fundación, FAES, del PP. Horas antes de que Trillo anunciase que dejaba vacante de forma inmediata la Embajada de España en Londres, Aznar, acompañado de Alberto Ruiz-Gallardón y Josep Piqué, clausuraba un acto en Madrid que servía de puesta de largo de una FAES ya divorciada del PP. Ahora, Rajoy busca un sustituto a ese think tank que le sirva como laboratorio de ideas para su partido y que le genere menos dolores de cabeza que las permanentes críticas de su antecesor en la presidencia de la formación conservadora.
Más de ocho años después de su congreso del PP más duro, el celebrado en junio de 2008 en Valencia, el jefe de los conservadores está a las puertas del XVIII Congreso Nacional y más fuerte de liderazgo que nunca, gracias, sobre todo, a que sigue en la Moncloa. El divorcio definitivo con Aznar y este episodio con Trillo barre prácticamente la huella de los gobiernos del expresidente en el PP actual. Un proceso lento que se inició hace casi nueve años y en el que el grueso de los protagonistas, al igual que Trillo, fueron cayendo a medida que se iban dando cuenta de que no contaban con el apoyo de Rajoy.
En 2008, tras perder las elecciones generales, Rajoy consideró que había pasado el tiempo prudencial para ir deshaciéndose de la herencia del hombre que le eligió para liderar el PP. Previo al congreso, Rajoy introdujo cambios en el Grupo Parlamentario Popular rodeándose de gente más joven y a la que consideraba de su círculo más próximo. Su máximo exponente era la hoy vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Meses después, en junio, un día antes de arrancar el congreso, anunció que María Dolores de Cospedal sustituiría a Ángel Acebes como secretaria general.
Por el camino quedaron también Eduardo Zaplana o Jaime Mayor Oreja. En un principio, Mayor Oreja optó por mantenerse como portavoz en el Parlamento Europeo. Aguantó hasta enero de 2014, cuando pactó con el jefe de los conservadores emitir un comunicado en el que anunciaba su renuncia a concurrir a unas europeas como cabeza de lista. Rajoy todavía no había deshojado la margarita de la candidatura y en el PP interpretaron que el eurodiputado, cansado, optaba por despejar el camino. Su recambio fue Miguel Arias Cañete, hombre que, como el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, hicieron parte de su carrera política bajo el paraguas de Aznar, pero que supieron girar al marianismo.
Letrado del Consejo de Estado
La marcha de Trillo de Londres no entierra, no obstante, la polémica. A partir de las conclusiones del informe del Consejo de Estado, Defensa emitirá en los próximos meses un informe. Y, si no hay otro cambio de criterio, se volverá a hablar de la responsabilidad política del exministro.
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Los planes de Trillo, confirmados de nuevo por él mismo este jueves en rueda de prensa, son regresar a su carrera profesional. Tiene una plaza del letrado en el Consejo de Estado. "Quiero desear suerte a mi sucesor, y como saben y también he anticipado, mi intención es reincorporarme a mi carrera profesional", subrayó. Hasta la fecha, ni en el PP ni en el Gobierno han manifestado en público su oposición a que recupere su puesto. Por su parte, desde la Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42 ya han avanzado que estudiarán la forma de impedir que el exministro vuelva a ocupar un cargo público.
En una entrevista concedida a infoLibre, Curra Ripollés, portavoz de la Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42 y hermana de uno de los fallecidos, el comandante José Manuel Ripollés, exige al presidente del Gobierno que aclare si el exministro se va porque le cesan o porque le relevan como a otros tantos embajadores de carrera.
"En este momento, las familias estamos consternadas porque entendemos que Trillo sigue jugando con la verdad y con las familias. A partir de este momento lo único que esperamos las familias, y creo que España también, es que el Gobierno aclare si Trillo se va porque le cesan o porque le relevan", señala Ripollés.
Federico Trillo precipitó este jueves su marcha de la Embajada de España en Londres. Según anunció a los medios de comunicación en una breve comparecencia [aquí, en PDF], en la que no admitió preguntas, el exministro de Defensa había solicitado al Gobierno de Mariano Rajoy que agilizase su relevo y éste llegará este mismo viernes. Cuando se conoció el informe del Consejo de Estado sobre el trágico accidente del Yak-42, hace poco más de una semana, el Ejecutivo salió a asegurar que iba a ser relevado como otros tantos diplomáticos pero que esta labor llevaba su tiempo porque veníamos de un periodo de Gobierno en funciones en el que, por ley, no habían podido producirse ni ceses ni nombramientos. Pese al empeño de Trillo en vestir su relevo inmediato de normalidad, horas antes del anuncio ni el titular de Exteriores, Alfonso Dastis, ni el presidente Rajoy daban por inmediata su marcha porque no se había recibido todavía el plácet correspondiente para su sucesor.