"El presidente está volcado en los temas económicos. En controlar el déficit. En lograr crédito", Así responde un ministro del Gobierno de Mariano Rajoy cuestionado por infoLibre sobre cuáles son, a su juicio, las principales preocupaciones y ocupaciones del inquilino de la Moncloa. Para el resto de cuestiones, cuentan, delega en los ministros y en su equipo. Y entre todos los nombres, sobresale uno: el de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
La vicetodo, calificativo con el que la conocen algunos de sus compañeros de partido, ha inaugurado el nuevo curso político con una nueva tarea a sumar a sus diez cargos en el Gobierno: la de ejercer de puente, de interlocutora entre Moncloa y el Ejecutivo vasco, liderado por Iñigo Urkullu.
Fuentes del Gobierno vasco consultadas por este diario aseguran que tuvieron conocimiento de que la vicepresidenta iba a coordinar las relaciones entre el Gobierno central y Urkullu a finales de agosto. Y que Moncloa movió ficha después de las reiteradas quejas del PNV de falta de interlocución directa con el Gobierno. "Las relaciones con el PP, con el Grupo Parlamentario y el Gobierno son siempre cordiales, pero en el trazo fino, a la hora de abordar los asuntos importantes que están en juego en Euskadi, faltaban canales", explican fuentes del Partido Nacionalista Vasco (PNV).
El punto de inflexión llegó, según fuentes conocedoras de estas negociaciones, a raíz de la entrevista que mantuvieron el presidente del Gobierno y el lehendakari Urkullu a mediados de julio, una cita que se mantuvo en secreto hasta el 10 de agosto, cuando fue desvelada por los diarios del grupo Vocento. En esta reunión, los temas dominantes fueron la economía, el nuevo escenario que se abre en Euskadi tras el cese de la banda terrorista ETA y algunas iniciativas legislativas pendientes en la comunidad autónoma.
En materia de política antiterrorista, fuentes del PP insisten en que no habrá ningún tipo de conversaciones ni de interlocución hasta que la banda entregue las armas. Las mismas fuentes recalcan que el foco de las conversaciones está puesto en lo económico. Y citan, entre otros asuntos pendientes, la renegociación del cupo vasco para cinco años, un asunto que lleva dos años de retraso. "Aunque la vicepresidenta sea la que vaya a llevar la batuta, probablemente en estas conversaciones también tenga que intervenir Hacienda", señalan. En materia de inversiones, una de las principales demandas es la denominada Y Vasca, la nueva red ferroviaria vasca.
Fuentes de Moncloa consultadas por este diario se limitaron a asegurar que la vicepresidenta del Gobierno "habla con todo el mundo" sin que necesariamente los encuentros se hagan públicos y que entra dentro de sus funciones mantener las interlocuciones que le encargue en presidente del Gobierno.
Cita con Arantza Quiroga
A nivel autonómico, Rajoy ha delegado todo el poder en Arantza Quiroga. Expresidenta del Parlamento Vasco, Quiroga llegó a la presidencia del PP de Euskadi tras la marcha de Antonio Basagoiti al Banco Santander el pasado mayo. La dirigente conservadora mantuvo su primera reunión con Rajoy en Moncloa desde que accedió a la presidencia de los conservadores vascos el pasado 4 de septiembre. Ese mismo día, según ha podido saber este diario, también mantuvo una conversación con la vicepresidenta del Gobierno.
En la reunión, Quiroga trasladó a Rajoy su impresión de que "la sociedad vasca ha pasado página" tras el cese de la violencia de ETA y que ahora toca "fortalecer" los valores democráticos, además puso sobre la mesa la necesidad de que el Gobierno central se implique en el País Vasco. "El empuje económico de Euskadi es importante para el futuro de España y para la salida de la crisis", insistió.
Sustituta de Rajoy para hablar de Bárcenas
El de hacer de enlace entre el Gobierno central y el vasco no ha sido el último encargo que Sáenz de Santamaría ha recibido de su jefe. Este miércoles le tocaba subir a la tribuna del Congreso de los Diputados para responder a una interpelación urgente planteada por los socialistas en la que se requería que explicara la política del Gobierno en materia de rendición de cuentas ante el Parlamento.
La interpelación iba dirigida al presidente del Gobierno, pero la normativa de la Cámara permite que sea cualquier miembro del Ejecutivo el que dé la respuesta. Y el presidente, volvió a apostar por ella.
Cuando el PP llegó a la Moncloa en diciembre de 2011 tras ganar por mayoría absoluta las generales de noviembre y se conoció el reparto de juego que había hecho Rajoy no había duda de quién había salido ganando. La que hasta la fecha había sido su portavoz en el Congreso de los Diputados, la más joven del Gobierno –40 años– se convertía en la mujer con más poder del equipo del presidente y la que aglutinaba más cargos en la historia de la democracia española. vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno.
A día de hoy, Sáenz de Santamaría ostenta diez cargos de máxima responsabilidad. A los de vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo, es decir, el rostro que da la cara todos los viernes en las reuniones del Consejo de Ministros, hay que sumar la presidencia de la Comisión de General de Secretarios de Estado y Subsecretarios. También lidera otras cuatro comisiones delegadas: Asuntos de Inteligencia, Política Científica y Tecnológica, Política de Igualdad y Asuntos Culturales y es vicepresidenta, según figura en el BOE del pasado 1 de junio, de las de Asuntos Económicos y Seguridad Nacional.
Fuentes de Moncloa consultadas por este diario se limitaron a asegurar que la vicepresidenta del Gobierno "habla con todo el mundo" sin que necesariamente los encuentros se hagan públicos y que entra dentro de sus funciones mantener las interlocuciones que le encargue en presidente del Gobierno.
"El presidente está volcado en los temas económicos. En controlar el déficit. En lograr crédito", Así responde un ministro del Gobierno de Mariano Rajoy cuestionado por infoLibre sobre cuáles son, a su juicio, las principales preocupaciones y ocupaciones del inquilino de la Moncloa. Para el resto de cuestiones, cuentan, delega en los ministros y en su equipo. Y entre todos los nombres, sobresale uno: el de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.