En los meses previos al verano de 2015, el presidente del Gobierno empezó a dejarse ver más en público. Se dejaba fotografiar con los suyos tomando el aperitivo en bares próximos al Congreso de los Diputados, se hacía selfies con los ciudadanos selfies que se lo pedían. Hay quien vio en esta mayor exposición pública la cercanía de unas elecciones generales en diciembre. En el PPPP y en Gobierno, sin embargo, defendían que hasta ese momento el jefe del Ejecutivo había estado ocupado en poner los cimientos de la "recuperación económica" y que, cuando las cifras comenzaban a mejorar había llegado la hora de salir del despacho. Ahora, más de un año después, y habiendo superado un periodo de diez meses en funciones, el líder del Partido Popular se declara "moderamente optimista" ante el año político que va a abrirse y satisfecho con las "muy buenas cifras económicas" que ha ofrecido 2016 "en prácticamente todas las magnitudes". Así lo puso de manifiesto este viernes en la rueda de prensa de balance que ofreció tras el último Consejo de Ministros del año.
En lo político, Rajoy optó por dejar a un lado las derrotas parlamentarias que su grupo ha sufrido ya en la cámara Baja y se centró en el avance que supuso pasar de estar al borde de unas nuevas elecciones a tener un Gobierno con plenas funciones gobernado por él. El lo definió como el paso de un "bloqueo histórico" a una "colaboración histórica" entre partidos. El jefe del PP, que lleva más de un año apostando por una "gran coalición" PP-PSOE-Ciudadanos, sigue insistiendo en que pueden llegarse a acuerdos en lo fundamental. De hecho, recordó las negociaciones con los socialistas en materia educativa, en materia energética (bono social) y en políticas europeas.
El presidente consideró que en estos últimos meses del año España ha conseguido corregir "la imagen de inestabilidad" del periodo de Gobierno en funciones "gracias a los acuerdos alcanzados" con Ciudadanos y PSOE.
La "fortaleza de la recuperación"
Fue en el balance económico donde más triunfalista se mostró el presidente del Gobierno llegando a poner las reformas realizadas en el X Legislatura en este campo como sostén de un largo periodo de Gobierno en funciones. "Como ustedes saben –dijo a los periodistas–, uno de los elementos que más ha sorprendido en este año 2016, dentro y fuera de España, es el hecho de que la incertidumbre política no haya afectado a nuestra recuperación económica".
A su juicio, esto se debe "a la fortaleza" de la recuperación y a las reformas emprendidas a lo largo de la legislatura de la mayoría absoluta. Estas, sostuvo, "han propiciado un crecimiento sólido y robusto que debemos mantener en los próximos años".
Rajoy pronunció estas palabras en un momento en el que su partido, en minoría en el Congreso de los Diputados, ha sido testigo de cómo los partidos de la oposición coinciden a la hora de plantear iniciativas que preparen el terreno para tumbar leyes como la reforma laboral del Partido Popular.
Muy a gala lleva también Rajoy que su Gobierno dejase aprobados los Presupuestos Generales para 2016. Según subrayó, el hecho de haber aprobado "con previsión" unas cuentas públicas, a pesar de "las críticas" que recibieron en su momento "fue una decisión prudente, eficaz y responsable".
"Parapeto de seguridad"
"Esos presupuestos han sido un parapeto de seguridad que ha protegido la recuperación económica y la creación de empleo generando confianza, en un contexto de incertidumbre política", valoró. Sin ellos, insistió, "nunca hubiéramos podido lograr los resultados de crecimiento y empleo" registrados en 2016.
Tras presumir de su decisión de haber dejado aprobados los presupuestos que ahora tienen que ser prorrogados, Rajoy hilvanó unos párrafos [aquí el discurso completo, en PDF] plagados de lo que previamente había calificado de "muy buenas cifras económicas".
Empezó con datos de empleo: "España cuenta ya con 18,5 millones de personas ocupadas, un millón y medio más de las que había en el peor momento de la crisis". Luego tocó el paro: "Por primera vez en siete años, el paro bajó de los cuatro millones de personas y la tasa de paro se encuentra ahora en el 18,9% de la población activa". Y el crecimiento económico: "Pese a todas las incertidumbres, la economía española crecerá este año un 3,2%. Es el ritmo más elevado de las grandes economías de Europa y casi el doble de la media de la eurozona". Para rematar con el sector exterior y el turismo.
Según el presidente del Gobierno, 2016 se cerrará "como el quinto año consecutivo en que la economía española logre un saldo positivo con el exterior" y "como otro año histórico en materia de turismo". Sin contar diciembre, España ya ha recibido en 2016 71 millones de turistas.
La corrupción, de pasada
En su discurso faltó la autocrítica. Se olvidó de la precariedad laboral. Y citó de pasada uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado su partido en las últimas legislatura: los escándalos de corrupción. "En estos meses también se ha pactado la creación en el Congreso de una Comisión Permanente contra la Corrupción y para la Calidad Democrática", fue su única alusión en un momento en el que PSOE y Ciudadanos le recuerdan que en próximo periodo de sesiones van a reclamar que explique en el Congreso la financiación del PP.
Fue la oposición quien se encargó de frenar este balance triunfalista. Desde el PSOE, el portavoz de la Gestora, Mario Jiménez acusó a Rajoy de haber intentado "vender" una "realidad" que no existe en España, ya que la recuperación económica de la que había hablado en su comparecencia para hacer balance del año no ha llegado, a su juicio, a las familias. "La realidad del detalle de lo que está ocurriendo en España en términos económicos y la translación que eso tiene para las familias sigue siendo un panorama muy duro, muy desolador", aseguró.
Por su parte, el responsable de Relaciones con la Sociedad Civil de Podemos, Rafael Mayoral, se quejó de que el Gobierno del PP haya podido "recuperar las tijeras" gracias al PSOE y a Ciudadanos. "La triple alianza", lo definió.
"Pocas sorpresas en el discurso triunfalista de don Mariano, que se congratula de haber podido recuperar sus tijeras por la triple alianza", comentó.
Desde Ciudadanos, formación a la que Rajoy definió como "socio preferente", su vicesecretario general, José Manuel Villegas, consideró que el presidente del Gobierno se había mostrado "excesivamente conformista" en su balance de 2016. En este sentido, le anticipó que su formación va a estar "vigilante" para que no se "acomode" y actúe con la "ambición" que requieren las reformas que hay que poner en marcha y que el PP se comprometió a implementar con el partido naranja.
El futuro: las cuentas para 2017
Pese a las declaraciones públicas de sus rivales políticos, que dicen no estar por la labor, de aprobar unos Presupuestos Generales del Estado para 2017 que lleven el sello del PP, Rajoy también exhibió cierto optimismo en este campo. Su estado de ánimo al respecto, señaló, es "moderadamente optimista".
El presidente del Gobierno dice siempre que de las conversaciones privadas con sus interlocutores políticos es mejor no hablar hasta que hay una postura definitiva. Tiene miedo a que se tuerzan. Respecto a los Presupuestos, señalan en su entorno, ya se han producido algunos contactos. Se ha avanzado poco. Pero lo justo, admiten, como para ser optimistas.
Confianza en que el PSOE sea "responsable"
El PP tiene puestas muchas esperanzas en que el PNV acabe cediendo. Tampoco dan por perdido al PSOEPSOE. Dicen que los socialistas "harán su papel" de oposición pero que podrían acabar dando su visto bueno a las cuentas públicas.
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Los conservadores insisten en que sería "muy poco responsable" por parte de las formaciones políticas que hubiesen dado luz verde al techo de gasto y que, por otra parte, acabasen bloqueando los presupuestos.
Rajoy insistió este viernes una vez más en que no es bueno tocar aquellos asuntos que funcionan –en alusión, principalmente, a la reforma laboral. Pero se mostró dispuesto a ceder siempre que los demás cedan también en sus posiciones.
En todo caso, en esta ocasión, su apelación al diálogo y al entendimiento fue a más. A diferencia de otras ocasiones, el jefe del Ejecutivo enterró la amenaza de unas elecciones el próximo año si el Congreso no logra aprobar unos presupuestos porque está convencido de que, cuando se presenten, van a salir adelante.
En los meses previos al verano de 2015, el presidente del Gobierno empezó a dejarse ver más en público. Se dejaba fotografiar con los suyos tomando el aperitivo en bares próximos al Congreso de los Diputados, se hacía selfies con los ciudadanos selfies que se lo pedían. Hay quien vio en esta mayor exposición pública la cercanía de unas elecciones generales en diciembre. En el PPPP y en Gobierno, sin embargo, defendían que hasta ese momento el jefe del Ejecutivo había estado ocupado en poner los cimientos de la "recuperación económica" y que, cuando las cifras comenzaban a mejorar había llegado la hora de salir del despacho. Ahora, más de un año después, y habiendo superado un periodo de diez meses en funciones, el líder del Partido Popular se declara "moderamente optimista" ante el año político que va a abrirse y satisfecho con las "muy buenas cifras económicas" que ha ofrecido 2016 "en prácticamente todas las magnitudes". Así lo puso de manifiesto este viernes en la rueda de prensa de balance que ofreció tras el último Consejo de Ministros del año.