"Todavía tenemos problemas, aunque ahora se van a empezar a resolver con el agua y con la energía eólica". Con estas palabras reflexionaba Mariano Rajoy este jueves sobre el problema del precio de la luz en los hogares españoles. A la pregunta "¿se van a empezar a resolver porque va a llover?", el presidente del Gobierno afirmaba, tajante: "Sí, va a llover, han anunciado que va a llover y lógicamente eso dará lugar a una bajada".
¿Qué hay de cierto en las palabras de Rajoy en declaraciones a Onda Cero? El modelo energético por el que se rige España contempla una serie de factores que influyen en el precio de la luz. Uno de ellos, tal y como señaló el presidente del Ejecutivo, atiende a motivos meteorológicos. El aumento o la escasez de lluvia contribuye a que se genere mayor o menor energía hidroeléctrica y ello a su vez repercute en el precio de la luz. También tendrían un efecto similar al de la lluvia que aumentasen las temperaturas, ya que caería la demanda de electricidad, o que bajasen los precios del petróleo o el gas, que afectan al coste de producción de la energía en las centrales de ciclo combinado y cogeneración. Diversos expertos alertan, sin embargo, que el problema del alto precio de la electricidad en España no está en esos factores circunstanciales, sino en el diseño del sistema.
España se rige por la subasta mayorista, según la cual se toma como referencia el precio del kilovatio en función de su cotización diaria en el mercado mayorista. En ese mercado se cruzan la oferta de venta de los productores y la demanda de compra de las comercializadoras. Bajo este sistema, energías como las renovables y la nuclear entran con una oferta a tipo cero, mientras que tecnologías como el gas se pagan a un mayor precio. Al tratarse de un mercado marginalista, son las últimas energías que entran en juego, es decir, las más caras, las que acaban marcando el precio para todas. En la actualidad, el orden que siguen las energías, de la más asequible a la más cara, es el siguiente: energía nuclear por la base, seguida del carbón, la energía eólica, la hidráulica, las de ciclo combinado y cogeneración –aquí se encontraría el gas–, la solar, y en la cima, las que pertenecen a categorías de otro tipo.
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El economista Jorge Fabra explica en conversación con infoLibre que "el problema es que estamos pagando el agua de nuestros ríos al precio del petróleo", como consecuencia del sistema de subasta mayorista. "Cuando Rajoy habla de que la lluvia va a arreglar los problemas", continúa Fabra, "es verdad, igual que la subida de temperaturas, porque se demandará menos gas y la gente consumirá menos electricidad". Con fenómenos metereológicos como la lluvia, "habrá centrales de ciclo combinado de menor coste que serán las que marquen el precio". Si hay lluvias, por tanto, entrarán en juego las centrales de energía hidráulica, más baratas, y dejarán menos margen a las más caras, que son las últimas que entran y las que fijan el importe final. Si estas energías de mayor precio tienen menos presencia en el mercado, el precio final no será tan alto y la factura de la luz se abaratará.
El problema, concluye el experto consultado por este diario, "es un problema de diseño del mercado", que el pasado fin de semana derivó en un nuevo máximo del precio de la electricidad para los hogares españoles. "Cuando los precios son mayores, la alarma crece, pero este modelo lleva siendo un escándalo desde siempre", lamenta Jorge Fabra.
En definitiva, la afirmación de Mariano Rajoy es cierta, pero omite la importancia de los factores estructurales y de los problemas del diseño del mercado eléctrico, que tienen una relevancia mucho mayor en el precio final que elementos circunstanciales como la escasez de lluvia o el aumento de las temperaturas.
"Todavía tenemos problemas, aunque ahora se van a empezar a resolver con el agua y con la energía eólica". Con estas palabras reflexionaba Mariano Rajoy este jueves sobre el problema del precio de la luz en los hogares españoles. A la pregunta "¿se van a empezar a resolver porque va a llover?", el presidente del Gobierno afirmaba, tajante: "Sí, va a llover, han anunciado que va a llover y lógicamente eso dará lugar a una bajada".